Ciudades y regiones de innovación



INTRODUCCIÓN


En la sociedad industrial surgieron las ciudades y las regiones industriales y con ellas los parques y las zonas industriales, los centros de desarrollo tecnológico para la industria,  los gremios y las asociaciones industriales, los bancos y los ministerios de la industria, y las facultades y programas de economía industrial.

Ese paradigma quedó atrás, y empezó a surgir desde la segunda mitad del siglo XX, uno nuevo, el de la compleja, caótica, flexible, abierta e ilimitada sociedad del conocimiento, de la innovación y la creatividad del siglo XXI, y con el ha surgido la visión sistémica de los hábitats de innovación.

Algunos viejos espacios industriales se han reconvertido, otros han desaparecido, y han surgido nuevos, como: las ciudades y las regiones de la innovación, y con ellas, los parques de ciencia, tecnología e innovación, las zonas de innovación, los centros de emprendimiento innovador, los living lab, los coworking,  las industrias creativas, nuevos centros de investigación, nuevas asociaciones y gremios, nuevas entidades de gobierno, nuevos programas de formación, y redes de múltiple tipo.

A veces se establecen puentes entre los dos paradigmas. A veces no. El anterior desaparece y surge el nuevo. Otras veces el viejo paradigma ensombrece al nuevo como se constata no pocas veces en América Latina.




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BOGOTÁ ¿CIUDAD INTELIGENTE?

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Foto: Gabriele Siegrist
A través de las artes, de la arquitectura, del urbanismo y de las ciencias sociales, se debería hacer una monumental muestra de todos los renders y de todos los errores que en materia de movilidad ha sufrido la ciudad con su sistema de transporte masivo, incluidos los efectos colaterales, como: la explosión exponencial de motos en los últimos años, un aire cada vez menos respirable, y un proceso de urbanización extendido pero no pensado y planificado.

Desde el tercer año de la administración de Lucho Garzón, cuando Carmenza Saldías dejó de ser la secretaria de Planeación, la ciudad vive un calvario de malas decisiones, sumadas a una cultura de la ineficiencia y seguramente de favores y problemas escondidos que la ciudadanía no conoce pero que sí los padece.

Nada avanzó o nada se perfeccionó: ni el transmilenio, ni las iniciativas de tranvía, tren, metro, el transporte por cable, autopistas de entrada y salida de Bogotá, ni tampoco grandes vías ni la construcción continua de grandes puentes en intersecciones caóticas, porque no saben que harán al final con ciertas troncales: metro, autopistas con peaje o transmilenio.

He medido en varias oportunidades el tiempo de mis desplazamientos del norte de la ciudad a Chapinero y al centro, y la velocidad promedio no supera los doce kilómetros por hora, y cada vez se acerca más a los diez. Los sistemas de movilidad son la suma e interacción de distintos medios y no solo de unos y la falta de otros, por eso la red de ciclorutas cuyos avances se deben reconocer, es insuficiente.

La ciudad va tan atrasada en movilidad, que los candidatos a la alcaldía de Bogotá, saben que deben priorizar, sin embargo, esa sinceridad les puede costar votos porque dejan por fuera otros proyectos igual de urgentes que reclama una ciudadanía desesperada, permite anticipar el peligro de una nueva sobreoferta de proyectos que no serán posibles, como ocurrió con Peñalosa, que no hizo ni una troncal. Entonces, las candidatas y los candidatos debe ser serios, explicar a la ciudadanía la situación y decir lo que realmente harán en cuatro años, porque la ingeniería Colombia está rezagada, la burocracia es lenta como tortuga, y la destructiva corrupción siempre al acecho.

Del rezago que todos sufrimos, veamos solo la más reciente de todas las equivocaciones. La administración de Petro concibió con privados el desarrollo de la calle 100 con carrera séptima. El exalcalde tenía la idea del metro subterráneo que llegaría hasta la calle 127, y una solución complementaria con alguna idea de transporte masivo avanzado a partir de una renovación urbana del sector que viene ocurriendo de manera acelerada y desordenada. Por eso, el proyecto ALDEA contemplaba espacios subterráneos para buses del sistema  masivo.

Llegó Peñalosa, tumbó las iniciativas de Petro para el  eje oriental, generando un conflicto con el proyecto de renovación urbana de El Pedregal, como se conoce esta iniciativa público privada. ALDEA está paralizado cuando debería estar listo en septiembre de este año, y no va ni por la tercera parte. Es la razón por la cual la Procuraduría General de la Nación ordenó suspender la adjudicación de la troncal de la séptima, hasta tanto no se armonizaran los dos proyectos: ALDEA y Transmilenio, para lo cual las dos partes  tuvieron tres años largos años y no lo hicieron. Es decir, el problema se lo iban a dejar al siguiente alcalde o alcaldesa: irresponsables y mala clase.

Ahora bien, lo deseable es que pronto empaticen los dos proyectos y la ciudad haga la troncal de la séptima, y la siguiente administración realice los ajustes en ciertos tramos, donde el problema mayor está entre las calles 32 y 100, porque la candidata de Uribe ya dice que por la séptima debe ir un tranvía o un tren, y no demora en aparecer algún otro candidato diciendo que la solución son drones y platillos voladores; o buses, automóviles, motos y bicicletas con alas. La movilidad por el eje oriental es mucho más pero mucho más que la carrera séptima porque todo el borde oriental está saturado y requiere de una intervención inteligente, sostenible y revolucionaria. Dicen que es el corredor de los estudiantes, pero más parece el muladar de los estudiantes. Y llevan cuatro años y no acaban de hacer las obras de once escasas cuadras para peatonalizar la séptima en el centro. El eje de la calle 72 quedó a medias, la séptima, entre las calle 106 y la 127 es un paso casi que imposible, y más rápido se lo cruza a pie que en automóvil o en bus.    

Esta situación, que solo alude a un corredor de la ciudad, es uno de los tantos que tiene Bogotá, y remite a otro problema, aun mayor que el anterior, y se refiere a los problemas de una pobre planeación de la ciudad en los últimos trece años, la cual está tan rezagada, como atrasado va el sistema masivo de transporte.

Bogotá crece y crece y no para de crecer, y no hay una propuesta para crear nuevas ciudades dentro de la gran ciudad. La razón es sencilla, porque el transporte masivo se piensa sin desarrollar la economía por donde circula, por eso la Autopista norte es un cumulo de actividades sin concepto de especialización, peor la Caracas de la calle 76 hacia el sur, no se diga la carrera 30, ni las otras troncales, incluida la calle 26.   Lo peor que le puede suceder a la ciudad es un nuevo POT bajo Peñalosa, porque él no entiende de ciudades inteligentes ni de una economía especializada en industrias inteligentes ni de la vida inteligente en un territorio inteligente hacia el 2050.  Pensar las ciudades de las industrias del futuro es pensar en una ciudad del futuro con un urbanismo del futuro para unos ciudadanos del futuro. Medellín es la ciudad da la innovación, Bogotá debe ser la ciudad de la cultura y de la inteligencia, porque la única manera de recuperar el tiempo perdido es dando un salto cualitativo y de visión.

Entonces, solo nos hemos referido a dos grandes conceptos – movilidad inteligente y sostenible y ciudades inteligentes de la gran ciudad -, para decir que los errores e incumplimientos de las últimas administraciones en materia de movilidad ha tenido efectos negativos en el desarrollo urbano y en  la especialización de la ciudad por ciudades.  Esto debió ser primero, resaltando que sí han existido proyectos de este tipo, y son renders para la gran exposición de la ciudad que no fue pero que aún puede y debe ser.   


BOGOTÁ, LOS DISTRITOS PARA LA 

CIENCIA LA TECNOLOGÍA LA 

INNOVACIÓN, Y LA CITY 5.0

Dedicado a mi nieto Juan José que estudiará arquitectura y urbanismo

Este artículo también fue publicado en una versión resumida en www.confidencialcolombia.com



Foto: Gabriele Siegrist
Hace 30 años ésta capital empezó a diseñar iniciativas de ciudad para la ciencia, la tecnología y las industrias de alta tecnología, según el momento histórico y el paradigma tecnológico en curso. A finales de los años 1980 la economía del futuro eran las industrias 3.0, ahora son las industrias 4.0, y en el 2040 serán las 5.0. En los 80s se conocían como tecnópolis, hoy tienen sinnúmero de  identidades: ciudades, distritos y regiones de la innovación, de la inteligencia, de la tecnología, Silicon Valleys, Ruta N, Smart Cities, y todo lo que se le ocurra al ser humano con los conceptos de conocimiento, ciencia, tecnología, innovación, creatividad y emprendimiento.

Así como el metro es para Bogotá ciencia ficción, igual ha ocurrido con los ambientes de las sociedades del futuro, por eso conviene recordar dos de esas aterrizadas utopías (Innobo y Ciudad Salud Región) que se han pensado en esta segunda década del siglo XXI, antes de pasar a la iniciativa en curso del Distrito de Ciencia, Tecnología e Innovación (DCTI), porque siempre hay un antes para que haya un después,[1] y plantear al final del artículo la primera imagen de Bogotá como una City 5.0 al 2050 - 2070. 


Antes de avanzar, es importante decir, que este es un abordaje desde la economía de la innovación y del estado emprendedor,  desde los territorios, porque sin estado emprendedor es imposible lograr fases superiores de desarrollo. Si esto queda solo en manos de los privados, se convierten en negocios inmobiliarios y en menores avances tecnológicos, de emprendimiento e innovación. Por eso también está pensado como un aporte al debate electoral para elegir alcalde Bogotá y gobernador de Cundinamarca en 2019.   


EL PASADO EN FUTURO: LA VIGENCIA DE DOS MEGA PROYECTOS

Innobodistrito de la innovación

Se diseñó como un distrito del turismo de negocios y de la innovación en la zona de Corferias, integrado a la Universidad Nacional y a la localidad de Puente Aranda, en el contexto ampliado de la Operación Estratégica del Anillo de la Innovación, y en el corredor de la calle 26 que va desde el aeropuerto Eldorado hasta el centro de la ciudad.


Este distrito considera a lo largo del borde sur de la carrilera del tren (linea amarilla), en las abandonadas instalaciones de las petroleras, el proyecto de un parque científico y tecnológico, que se denominó Innobo-tech, para asentar industrias y servicios de alta tecnología sostenibles y así generar una dinámica de turismo de negocios internacionales ligado a Corferias, y de negociación y desarrollo de industrias y tecnologías avanzadas.


De los estudios de Innobo resultó la decisión de construir en este territorio, el Agora, el nuevo centro de convenciones de Corferias, y el recién inaugurado Hotel Hilton..

A partir de ahí y con una dimensión más amplia, Innobo en su concepción integral, incluye infraestructuras para vivienda, arte y cultura, educación y recreación, por donde irá la primer línea del metro, el Tren de Cercanías y las troncales de Transmilenio de la calle 26 y de las Américas y su conexión con la troncal de la NQS (carrera 30), que Peñalosa promete entregar antes de terminar el 2019. Todo esto en un marco de sostenibilidad ambiental en torno al agua, porque ahí está ubicada la empresa de acueducto y alcantarillado (EAAB) de Bogotá. 

Al final, una nueva ciudad, lugar de encuentro de la Bogotá del norte y la Bogotá del sur. Innobo tiene la potencialidad de una marca casi que infinita, y seguirá vigente, por su localización, entorno, focos estratégicos y potencialidades de mucho tipo.

Cuando Innobo se desarrolle, la renovación urbana con calidad de vida, en el corredor de la 26 desde la avenida 68, CAN, Universidad Nacional, Centro Internacional y universidades, será un hecho contundente, conectando e integrando grandes proyectos de desarrollo urbano, por ejemplo, Innobo y el Centro Internacional deben integrarse porque son complementarios (en Innobo las industrias de alta tecnología y de las 4.0 y en pocos años las 5.0, y en el Centro Internacional agencias del estado como el DNP, Ministerio de Comercio Industria y Turismo, oficinas de grandes empresas, arte y cultura, y vivienda sostenible). Los que trabajan en el Centro Internacional no pueden ser ciudadanos del norte o del sur, por eso, al integrar las dinámicas de conocimiento, economía, cultura y urbanismo, contribuirá a recuperar las devastadas carreras séptima, décima y Caracas, de la calle 26 hacia el sur. En otras palabras, se trata de tener como núcleos principales el Centro Internacional e Innobo, que incluye la Universidad Nacional y el CAN, y de ahí radiar un mega proyecto de desarrollo urbano para todo el siglo XXI en el centro de Bogotá, considerando como “centro” de ese urbano, el Centro Internacional.


Plan zonal Centro Internacional
Es decir, se trata de tener una dimensión superior de los proyectos de desarrollo urbano, porque los proyectos más acotados lo que generan son islas de progreso dentro de desiertos de ruinas urbanas. Comparen la carrera décima de Bogotá con la Avenida Paulista, y saque conclusiones. Construidas entre los años 1950 y 1960, hoy la via de Bogotá, es decadencia y la vía de Sao Paulo, desarrollo. Y la Avenida Caracas de la calle 26 hasta la calle 1, es un territorio en ruinas, hotel de la indigencia, microtráfico, prostitución, delincuencia y economía informal.
Torre Organización Neme en el Centro Internacional.



Innobo será lugar de vida y para atraer y desarrollar industrias inteligentes, como: aeronáutica y aeroespacial, salud, nuevos materiales, energías alternativas, electrónica, industrias 4.0, sistema de movilidad, nuevos materiales, más todos los negocios internacionales en torno a las distintas ferias sectoriales que ocurren todos los años en Corferias. En últimas, la integración entre hardware y software para suscitar una dinámica de negocios inteligentes, como ocurre en los países de la vanguardia, no en Colombia, donde el software va por un lado y el hardware por otro, por culpa de la desindustrialización debido a una desastrosa negociación con los TLC, y por privilegiar la maquila. Así, ciertas industrias inteligentes estarían en Bogotá y otras en las Sabanas Centro y Occidente (Departamento de Cundinamarca), y podrán formar un sistema muy complejo, dinámico y avanzado de productividad, conocimiento e innovación.

De esta manera, Bogotá se ha dedicado a los servicios e hizo a un lado la industria, un error de fundamentación teórica, de política y de cerrar los ojos a la realidad (que Innobo busca remediar), puesto que la Sabana de Bogotá está llena de industrias sobrevivientes, algunas de ellas las más avanzadas de Colombia y del entorno internacional más cercano, por eso el proyecto de la Sabana Centro, Región de la Innovación RINN, otra utopía en hibernación, se centra en atraer y en desarrollar industrias inteligentes, que otros llaman manufacturas  avanzadas. Esta iniciativa puede extenderse a la sabana occidente y de esa manera todo el arco industrial de la sabana sería una región de innovación.






Colombia hundió con la apertura el desarrollo industrial de largo plazo, y no hay país avanzado y emergente inteligente que haya renunciado a ella. Otra cosa es su perdida de peso relativo en el PIB ante los servicios, pero sigue y seguirá siendo el centro del desarrollo de las economías. Piense lector en unas antiutopías ¿qué sucedería si las industrias de hardware se paran por algún hecho tecnológico apocalíptico? El mundo frena en seco, se va de narices, se abre la tierra, y se pierde más de un siglo de desarrollo. ¿Y cuál sería la economía de hoy si las industrias de superconductores (electrónica) hubieran congelado hace 10 años sus procesos de investigación, desarrollo innovación I+D+i? Hoy no habría industrias 4.0 ni mañana un mundo 5.0[2]. Corferias sin Innobo es solo un recinto cerrado de negocios internacionales, Corferias con Innobo, es un complejo de negocios y de desarrollo global.

Así las cosas, Innobo no compite con el DCTI, objetivo principal de este artículo, sino que responde a la lógica de integrar industrias sostenibles de alta tecnología con sus respectivos eslabones de servicios. Sería la ciudad de las nuevas industrias y de los nuevos negocios. En el proceso de Especialización Estratégica Inteligente de Bogotá – Cundinamarca, lo que se llama industria, prácticamente solo está en el Biopolo. 

Ciudad Salud Región: un cluster de salud y vida

Otro gran proyecto para desarrollar un cluster de salud en el espacio que la ciudad alguna vez conoció como La Hortúa (calle 1 entre carreras 10 y Avenida Caracas), donde está ubicado el emblemático hospital San Juan de Dios, y otros más:  Samaritana, Materno Infantil, Instituto Cancerológico, Misericordia y Santa Clara. Se pensó un cluster que integrara servicios de los hospitales, compartieran otros, se crearan centros de investigación integrados con pymes de alta tecnología, y un centro de emprendimiento y de innovación para spin off y start ups de salud. Se recuperarían las instalaciones ubicadas en el entorno del San Juan de Dios, para el arte, la cultura y la recreación alrededor del concepto de salud y vida; se haría también un proceso de renovación urbana del barrio San Bernardo, para nueva vivienda de los que trabajan en Ciudad Salud. De esa manera, se recuperaría parte del eje de la carrera 10 para el proyecto de los ministerios. Incidiría en la renovación de todo el entorno del Hospital San José, de San Victorino, y todo a escasas tres cuadras del Palacio de Nariño. 

¿Qué se ha logrado hasta ahora? La ciudad recuperó el espacio del San Juan de Dios cuyos predios estaban en manos de la Beneficencia de Cundinamarca, se ha creado el centro integrado de compras para todos los hospitales, y se construirá una ciudadela de viviendas en el barrio San Bernardo. Es posible y necesario retomar este proyecto de renovación urbana y de patrimonio histórico, para la investigación, la educación, los servicios, el emprendimiento, la recreación y la vida. Los del sur tendrían servicios de la misma calidad que los del norte. Si este megaproyecto se hace realidad, desde el sur también habría una dinámica de renovación urbana y de reconstrucción económica y social.


Entonces, si un nuevo proceso de renovación y desarrollo urbano, transformación productiva y conocimiento viene por la calle 26 hacia los cerros orientales, con el desarrollo de Ciudad Salud y la consolidación del Centro Internacional, se mete presión para reconstruir toda la zona entre carreras 7 y la Avenida Caracas, y luego hasta la carrera 30, y de esa manera se crea una nueva ciudad en el centro de la gran urbe. La renovación urbana de una zona tan basta solo es posible si se da en el marco de un gran proyecto y proceso de renovación económica. En este sentido, uno de los retos conceptuales y de visión inéditos, es trabajar también este territorio desde la economía informal. Es decir, es un proceso de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba.  

EL PRESENTE MIRA AL FUTURO 

El Distrito de Ciencia Tecnología Innovación (DCTI)

Este es un proyecto de nuevas tecnologías que articula y dinamiza el ecosistema de innovación para el fortalecimiento de la economía naranja y las industrias 4.0 de Bogotá, y el cual se viene estructurando desde hace cuatro años.

Su origen se deriva de la iniciativa de crear en el campus de la Universidad Nacional el parque científico y tecnológico para Bogotá y la Región. Por razones distintas, este parque no ha sido posible, sin embargo, sirvió, a partir de la persistencia de jóvenes profesores e investigadores vinculados a los departamentos de electrónica y de sistemas, que el proyecto se sostuviera, y fue la semilla para que la Cámara de Comercio de Bogotá, Colciencias, el Cluster TIC, la Universidad Nacional, Connect Bogotá, Invest in Bogotá, la ANDI, y la Alcaldía de Bogotá, apoyaran desde el 2015 esta iniciativa, que es el principal proyecto de ciencia, tecnología e innovación (CTI) priorizados en el proceso de Especialización Estratégica Inteligente (EEI) de Bogotá – Cundinamarca.

Este DCTI quedará ubicado en el corredor que conectará el Parque El Virrey y el Parque Simón Bolívar, y que se identifica como la Alameda Entreparques, con una extensión de 3.5 kilómetros, el cual será un nuevo polo de desarrollo económico y social en un punto estratégico de la ciudad. Se evaluaron 17 alternativas de localización, y al final se optó por esta. Será lugar de encuentro de la demanda empresarial y la oferta del talento humano, para desarrollar y articular nuevas iniciativas de alta tecnología (spin off, start ups, pymes y grandes empresas) en TIC e I4.0, y así contribuir a potenciar la productividad de Bogotá desde la economía digital.

Bogotá representa el 78% de las medianas y grandes compañías en Colombia de la industria de software; en los últimos 6 años esta industria ha crecido 13.4% que representa 1.2% del PIB de Colombia; en Bogotá se concentra el 33% de los grupos de investigación reconocidos por Colciencias; el 65% de patentes y el 56% de los modelos de utilidad en TIC. En este distrito se impulsarán tecnologías para la Economía Naranja y la Industria 4.0, así:

Economía Naranja: Videojuegos, plataformas digitales, creación de software, creación de apps, animación digital, contenidos interactivos.

Industrias 4.0: Inteligencia artificial, realidad virtual y aumentada, robótica, blockchain, Internet de las cosas, big data y analítica.

El Parque de CTI, primer proyecto del DCTI

Se empezó a estructurar en 2015, el estudio de factibilidad terminó en 2018, y su construcción y primer edificio debe estar listo en 2021, donde habrá una oferta de servicios, como: espacios de networking; showroom TIC; laboratorios de prototipado; Living Labs; coworking; incubación y aceleración de empresas; laboratorios de ideación; un Lab Big Data Center; un programa de Extensionismo Tecnológico y otro de Servicios compartidos para disposición de desechos tecnológicos, banda ancha y energías limpias, y posiblemente estará ubicado entre las calles 72 y 80, con carreras 24 a 30 o NQS.


Lo bueno

El consenso entre entidades de la triple hélice del territorio: universidad – empresa – estado; la especialización, más que en TIC, en industrias 4.0 porque los spillover son aun mayores pues las 4.0 es la integración de tecnologías cuya aplicación lleva a etapas superiores de transformación productiva, porque no solo aluden a desarrollos de software, sino también a industrias y servicios avanzados de otros sectores, entre ellos, y sobre  todo, la electrónica.

La especialización del DCTI está en el corazón de la política productiva y de emprendimiento del Plan Nacional de Desarrollo 2018 – 2022, y es uno de los cinco parques tecnológicos que impulsará el actual gobierno nacional desde el Ministerio de CTI. Entonces, la coyuntura, es una oportunidad única y excepcional para esta iniciativa.  

En lo urbanístico se plantea como un proyecto urgente que frene el proceso espantoso de urbanización espontánea y el declive de algunas de sus zonas. En este sentido, su localización tiene varias lecturas si se mira cómo se llega al espacio de este distrito. Desde el Parque el Virrey es una cosa, porque es entrar por la carrera 24, y otra cosa es si se llega por la NQS, bien desde la calle 94, o por la avenida 19 o la carrera 9, o por la calle 80 desde el occidente.   

Como Alameda Entreparques llegará al parque Simón Bolívar, en los límites del proyecto de Renovación del CAN (otra utopía en renders), a la Universidad Nacional, y al espacio Innobo, conformando un territorio mayor que conectaría con el Centro Internacional y se devolvería por la carrera séptima hasta la calle 100. Hace unos pocos años cuando Innobo, el parque de CyT de la UNAL, y la Renovación del CAN estaban encima de los escritorios, pensé este territorio como una ciudad de la ciencia, la tecnología y el gobierno, que incluía una incubadora de empresas del sistema de defensa.

Propuesta ganadora del concurso para la renovación del CAN
Bogotá no ha sido hasta ahora pensada como una ciudad de la economía, de la sociedad y del estado del futuro. La utopía de Bogotá está por escribirse, y este DCTI puede ser la primera piedra de una nueva economía.

Los retos

Como DCTI, no solo puede ser TIC. Estas son el comienzo. Las 4.0 elevarán su estándar, porque bastante CTI se necesita para desarrollar estas industrias y su aplicación en otras, y en servicios avanzados. El éxito del proyecto en materia de conocimiento, emprendimiento y urbanismo, depende de que los primeros proyectos sean los más robustos y potentes en contenido para que atraiga gente de alta calificación a trabajar y vivir en su territorio, antes que otros proyectos que son complemento o decoración de los anteriores. Colombia es dada a comenzar por lo fácil, y es algo lenta y miedosa para entender y llegar a lo nuevo, complejo y sofisticado. Es una conducta propia de sociedades que no son vanguardia.

Entonces, a mi juicio, los proyectos iniciales más importantes a impulsar, son: Laboratorios de Prototipado; Living Labs; Incubación y aceleración de empresas; Laboratorios de Ideación; el Lab Big Data Center, y uno o dos del decorado, entre: co-working, showroom, extensionismo tecnológico, servicios compartidos.

Así mismo, pensar en centros 4.0 para desarrollos que impulsen las industrias de hardware (sobre todo la electrónica) y los servicios avanzados. De esa manera el proyecto se desdobla y conecta con las industrias y servicios del futuro.

Debe también atraer centros de investigación de las universidades, cuando están construyendo potentes infraestructuras en sus campus. Este proyecto se gestó bajo la idea de las TIC antes de las 4.0, y ha sabido conectarse a estas porque la Estrategia  de Especialización Inteligente lo permite.

Para todo esto, según Marcela Corredor, de la Cámara de Comercio de Bogotá: Las universidades y en general los centros de conocimiento, de ciencia, tecnología e innovación, son el corazón del DCTI.  Allá se trasladarán centros de investigación, centros de desarrollo tecnológico, grupos de investigación, laboratorios especializados etc… tanto de las universidades o independientes, públicos y privados, para prestar sus servicios de conocimiento, y desarrollo de proyectos de investigación conjuntos con otros agentes del ecosistema de ciencia tecnología e innovación.

De otra parte, las universidades tienen la responsabilidad de ofrecer al DCTI talento humano especializado en cuanto a cantidad, calidad y  pertinencia para que las empresas que se instalen cuenten con recurso humano para sus procesos de I+D+i. Junto con la Universidad Nacional y Colciencias como aliados de este proyecto tenemos una mesa técnica con otros actores regionales para orientarlo de manera que no sea una iniciativa inmobiliaria sino un proyecto que tiene elementos de renovación urbana, de negocio inmobiliario por supuesto, pero ante todo de encuentro de los agentes del ecosistema para la circulación del conocimiento, la tecnología y la innovación”.

Es un proyecto viable, aterrizado, con enormes pero posibles desafíos urbanísticos por su localización, de proyección y enorme responsabilidad porque se echó al hombro todo el concepto de Ciencia Tecnología Innovación (CTI), lo cual son palabras mayores porque deberá ser muy atractivo para que sea acogida la convocatoria a universidades y empresas a ubicar en su espacio algunos centros de investigación. La ciudad necesita proyectos de esta naturaleza, en el cual se la invertido tiempo, plata, capacidades y concertación, y por ello no puede ser otro kit de renders que invitan a soñar para luego decepcionar.

Debe tener un modelo de gobernanza, incluyente, inteligente, independiente, visionario, sostenido, financiado y comprometido. Algo así como la Corporación Distrito 4.0 para no cargar con todo el peso de la CTI, porque la especialización del proyecto, a pesar de las 4.0, no da para tanto, y porque además la formación y la investigación en TIC, tiene que dar un salto monumental, sumar la electrónica y otras áreas tecnológicas. 

Adicionalmente, por falta de una buena gobernanza han fracasado muchos proyectos de estas características, aquí y en el mundo. Por ahora, el proceso de gobernanza del DCTI viene bien desde sus inicios en el año 2015.  

Su diseño y arquitectura deben ser correspondientes a la idea de un territorio para una economía y unos ciudadanos de una nueva sociedad, por eso, desde su gobernanza se ha considerado un concurso internacional para diseñar los primeros edificios del parque científico y tecnológico, y ojalá de todo el distrito, porque podría ayudar desarrollar a plenitud la menguada calle 72 y la incierta calle 80 desde la NQS hacia el oriente. Una isla de seis a nueve manzanas, puede ser el comienzo de algo mayor o el fin del proyecto. Empezar por poco es buen criterio, pero no puede quedarse así, por eso debe aprovechar al máximo la oportunidad de que en los próximos cuatro años se hablará en Colombia de industrias naranja y de industrias 4.0, razón por la cual, este DCTI también debe tener al gobierno nacional como socio estratégico. 

Finalmente, no me canso de insistir, que la industria debe volver al centro del debate prospectivo de las políticas y objetivos de largo alcance de Colombia y de Bogotá Región. Pensar que solo impulsando servicios, sin impulsar las industrias, será posible un crecimiento alto y sostenido, es una mentira. Por las características de Colombia, solo darle atención al software sin brindarle igual o más importancia al hardware, es una equivocación monumental. Software sin hardware es como una persona con medio cerebro o medio cuerpo.

LA CIUDAD SIGUIENTE: LA CITY 5.0 2050

Si Bogotá desarrolla el DCTI (software e industrias 4.0), Innobo (hardware - industrias inteligentes), Ciudad Salud (soft + hard), hace la renovación del CAN, y si la Universidad Nacional desarrolla su parque científico y tecnológico, conectando con el Centro Internacional y el aeropuerto, las bases para una visión de ciudad más futurista, podría ser realidad: la City 5.0.   


La revolución 5.0 será aún más integradora de tecnologías que la revolución 4.0 y mucho más disruptiva porque la sociedad superficial del consumo le dará paso a la sociedad sustentable del aprendizaje, del conocimiento, de la productividad, de la cultura por la vida y la conservación de la especie.

Así, cuando se hagan la primera y la segunda línea del metro (en la City 5.0 2050 debe ser subterráneo), se adelante el transmilenio de la séptima y de la avenida 68 y todas sus conexiones, más Tren de Cercanías, se podrá ampliar la visión de la City 2050 y más allá (carrera séptima, calle 100 – avenida 68 – calle 26 – centro – calle 1), para el conocimiento, la producción avanzada, las artes, la cultura, la salud, el diseño en todas sus expresiones para un proceso de reinvención urbana de una ciudad democrática, creativa, pensante y sostenible, donde también estarán las agencias del estado y de las organizaciones privadas, conectada con un sistema de movilidad sostenible.

El eje de la carrera séptima, incluyendo la destruida carrera 13, no se ha pensado en torno a su vocación principal, la educación superior. Ese corredor no tiene una planeación urbana de ningún tipo. Deben ser vías para bicicletas y carros particulares eléctricos, con recreación y comercio para jóvenes. La 13 debería convertirse en boulevard sostenible.     



DESAFÍOS DE BOGOTÁ AL 2050

1. Cómo derrotar estructuralmente la informalidad. Esta destruye tejido social, urbano, productivo. Todo, pero esto no se resuelve formalizándolos a la brava, se resuelve gradualmente desarrollando la estructura productiva, la ciencia y la tecnología, y el emprendimiento.

2. Pensar desde ya en diseño de la segunda etapa de Especialización Estratégica Inteligente. La actual debe ir hasta el 2025 y no más. Y de ahí al 2050, las industrias inteligentes o manufacturas avanzadas, son el futuro de Bogotá Región. Innobo, Ciudad Salud, y la Sabana de Bogotá como una región de innovación (RINN), están pensadas para ello.

3.  Tantas o más potencialidades que las TIC, las industrias y servicios del Biopolo tienen un enorme potencial para integrar campo, ciudad, salud, software y hardware. Las infraestructuras de salud, educación e investigación, que tiene Bogotá, son inmensas, y la base para industrias inteligentes a partir de la electrónica y el sector farmacéutico, para servicios de salud de alta complejidad. En Bogotá hay más infraestructuras para salud, que ninguno otro sector, distinto al comercio. Ciudad Salud no es el único distrito de salud, con alto potencial. Hay otros menores pero igualmente importantes, pero están dispersos, sin embargo, el urbanismo, un nuevo sistema de movilidad, y las nuevas tecnologías, permitiría integrarlos, dentro de una apuesta de industrias para salud y no solo de servicios: Universidad Nacional-CAN, San Ignacio, Country, Fundación Santafé, El Bosque, el Rosario, entre otros nodos, fortaleciendo los campos de investigación para que resulten spin off y start ups.   

4.  Crear la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación de Bogotá. Cundinamarca ya la tiene, y con el Ministerio de CTI,  se tendría una institucionalidad par. Bogotá no tiene una institucionalidad en CTI, ni tampoco una Fundación para financiar la CTI, como lo tienen todos los estados de Brasil con las FAPES.

5.  Elevar la inversión de Bogotá y de Cundinamarca en I+D+I, al 3% del PIB en el 2050, llegando al 1% en el 2030 y al 2% en el 2040. Hablo de I+D+i no de ACTI,

6.  Elevar la calidad de la educación y de la investigación, para elevar el potencial de spin offs y start ups disruptivas en el objetivo de impulsar las industrias inteligentes de alta tecnología. Bogotá Región no puede ser un centro de maquilas y solamente sede de las unidades de comercialización de las multinacionales. Bogotá debe atraer plantas de producción y centros de investigación de las multinacionales. 

7.  Diseñar el sur porque la City 5.0 solo es para desarrollar el nuevo centro de Bogotá, pero no es una alternativa para el sur que amerita una planeación del desarrollo aún más compleja. Igual ocurre con el norte. ¿qué tipo de ciudad es el norte de la calle 100 a la 220?

8.  ¿Qué será de la avenida Boyacá cuya troncal de Transmilenio pasó a la gaveta de los olvidos por culpa aparente de la tubería que viene de Tibitó y por otras redes de servicios públicos?
    




[1] El autor fue asesor de Innobo, Ciudad Salud Región, del parque de CyT de la Universidad Nacional, y de la Sabana Centro de Bogotá una región de innovación, la RINN. Las imágenes virtuales son de los estudios y algunos desarrollos han sido actualizados o puestos en una nueva perspectiva de largo plazo.
[2] Ver en este blog del autor: La industria, el futuro del mundo y de Colombia, y La electrónica, la industria más importante del mundo, la cenicienta en Colombia.




BOGOTÁ CUNDINAMARCA 

¿TERRITORIO DE INNOVACIÓN?


Foto: Gabriele Siegrist
La economía debe crecer a tasas altas para abatir problemas sociales, generar oportunidades dignas y de calidad en torno al emprendimiento, la ciencia, la tecnología y la educación, tener recursos para la larga tarea de contar con un sistema sostenible y multimodal de movilidad, y sobre todo para la reindustrialización de largo plazo que conduzca a superar los efectos estructurales y por tanto irreversibles del fin de la era de los commodities. Esto lo logrará si hay visión de largo plazo, y un nuevo enfoque del desarrollo para transformar el sistema productivo de la mano de la investigación, de la innovación y de la creatividad. Pero ¿qué se requiere?


Políticas nacionales y regionales complementarias

Todo parte de diseñar políticas de desarrollo productivo y de ciencia, tecnología e innovación (CTeI) para Bogotá Región. Ahora no las tiene, tiene un Consejo Regional de Competitividad y de CTeI, pero, Consejo sin políticas es como carro sin motor. En este contexto, están en trámite políticas nacionales en esos dos temas, las cuales les dan relevancia a las regiones. Sin embargo, no sustituyen el diseño de políticas iguales a nivel de los territorios, porque aquellas son políticas marco y estas del nivel meso y micro. Entonces, son complementarias, así está determinado hasta el cansancio en las experiencias internacionales y en la teoría, pues en la economía de la innovación convergen los niveles macro, meso y micro.

Pensar que el marco de políticas nacionales es suficiente, es un error conceptual, de política y de visión, propio de estados y de cosmovisiones centralistas, razón por la cual esas políticas nacionales son precarias, intermitentes, sin instrumentos ni enfoques nuevos ni financiación suficiente, sin contexto ni territorios, y sin mirada y programación de largo plazo. En Colombia, el corto plazo se volvió una cultura de la política, de la tecnocracia, del empresariado en general, y de los ciudadanos. No hay futuro, solo presente. 

El desarrollo de los territorios solo es posible si hay orientaciones y rutas determinadas por ellos que se complementan con las rutas nacionales.  Medellín no habría hecho lo que ha hecho si hubiera esperado a las políticas nacionales. Pero haría mucho más si existieran políticas nacionales que reforzaran esa senda, y de esa manera no se habría ido el centro de investigaciones de Kimberly para Sao Paulo.

Pero ¿Por qué las regiones más avanzadas del mundo y las más avanzadas en cada país son más avanzadas que las demás?  Por una razón, su factor cultural, con su dotación y limitación de factores, que son factores endógenos inimitables, complementados por políticas nacionales, y a veces continentales, caso de la Unión Europea.

Pensar que un marco centralista es suficiente, es como retroceder a los inicios de la descentralización, es decir, devolvernos 30 y más años, y alejarse de las fuentes iniciales del desarrollo regional que Alfred Marshall le indicó al mundo hace más de un siglo con las teorías de la aglomeración que dieron pie a los distritos industriales norteamericanos, base de los modelos de desarrollo endógeno de marca europea. Además, es contrario a todas las corrientes de la sociedad y de la economía de la innovación, que por un lado o por otro, mirando experiencias positivas en el planeta, muestran y argumentan que las culturas de la innovación y del emprendimiento para la transformación productiva, fluyen en culturas regionales con visión y propósito autonomista, y por ello diseñan políticas propias que les dan identidad en la nación y en el mundo.

El surgimiento de los sistemas regionales de innovación es una respuesta a las exigencias y oportunidades de los territorios y se articulan con los sistemas nacionales de innovación. Pero, los sistemas territoriales se soportan en políticas territoriales. Entonces, pensar que los instrumentos del estado central son suficientes y sustituyen a los de carácter regional, denota vacío conceptual y falta de voluntad técnica y política para pensar un desarrollo de futuro para la región más grande e importante de Colombia y de esta esquina del continente. 



Especialización de una territorio de la innovación

De esta manera, el corazón de esas políticas es la integración de la especialización productiva con la especialización en áreas del conocimiento. Ya el ejercicio de Especialización Estratégica Inteligente (EEI 2025) ha definido el corazón de la especialización del territorio al 2025, y agregaría el sector de industrias estratégicas o de manufacturas avanzadas 2035, recomendado por éste autor en el marco conceptual del proyecto Sabana Centro, Región de Innovación, porque son las industrias del cambio climático en el siglo XXI.

En torno a la Especialización Estratégica de Bogotá Región, se debe diseñar, como un conjunto, la estrategia de emprendimiento e innovación, porque no existen ecosistemas de emprendimiento, lo que existe son ecosistemas de emprendimiento e innovación, como unidad conceptual y de acción. Desde hace más de 30 años está resuelto ese dilema cuando surgió el marco metodológico y teórico de la Triple Hélice, razón e inspiración del surgimiento de los hábitats de innovación: centros de emprendimiento e innovación, parques tecnológicos, fondos de ángeles y de capital de riesgo, living labs, redes, comunidades de aprendizaje, clusters, corredores, ciudades y regiones de innovación, y que ahora ha derivado en la idea de las cuatro hélices al vincular de manera más nítida a la sociedad en procesos de innovación social.



Así las cosas, el desarrollo de la especialización con fuerte sustento en el emprendimiento y en la innovación, es lo que produce incrementos altos y sostenidos en la productividad y en la competitividad. Para ello se requieren políticas, recursos humanos, financiación y redes con sentido ético para que fluya la confianza y con ello las redes de colaboración y los clusters.






Cundinamarca y la región de innovación, RINN 

En este contexto, Cundinamarca también debe disponer de políticas propias para luego armar una agenda estratégica entre los dos territorios. A Bogotá le conviene un territorio vecino más autónomo e interdependiente, antes que un patio trasero. Y Cundinamarca debe mirarse como un ente autónomo para impulsar iniciativas como el proyecto piloto, Sabana Centro, Región de Innovación RINN, que lideran la CCB y las empresas asociadas en la Corporación Prodensa. 



Con sustento en las políticas de desarrollo productivo y de CTeI, Bogotá Región tendrá mejores condiciones para desarrollar las propuestas de los ejercicios de Escenarios Bogotá Región 2025 y de Especialización Estratégica Inteligente 2025, con su agenda de proyectos estratégicos de corto, mediano y largo plazo. Sin embargo, solo proyectos y programas no tienen impacto duradero ni difundido en la economía y en la sociedad, se requieren políticas.

Educación para la transformación y la innovación

Nadie niega su importancia como sustento del desarrollo social y económico. Pero, sobre qué objetivos de sociedad y de Estado se mejora la educación? Como dice José Antonio Ocampo, el desarrollo es igual a transformación productiva, entonces, es el avance del sistema productivo de la mano de la ciencia y la tecnología los que orientan y dan línea para una educación de calidad. Si se reordena la jerarquía de los factores se reordenan los enfoques para la educación, y esta mejorará sobre bases ciertas y objetivos claros de largo alcance. Esto significa que las políticas de desarrollo productivo y de ciencia tecnología e innovación de Bogotá Región, son tan prioritarias como la de educación, y las tres conformar un conjunto interrelacionado por la productividad. 


Nuevo enfoque institucional

Un proceso de transformación económica necesita de un nuevo y coherente marco institucional público, para ello se debe crear la Secretaría de Desarrollo Económico y de Ciencia y Tecnología e Innovación de Bogotá. Igual recomendación para Cundinamarca, fusionando las Secretarías de Competitividad y de Ciencia y Tecnología. Los objetivos son dos: tener instancias públicas potentes y con recursos importantes; y dos, responder a la nueva corriente del papel emprendedor de los Estados, para afrontar las nuevas rupturas tecnológicas, el reordenamiento del capitalismo global, y el cambio climático. Un Estado regulador y pasivo no sirve. El mercado omnipotente, tampoco. Ambos han muerto. Hay un nuevo diseño de la gobernanza público – privada – sociedad, porque está en marcha una nueva etapa de la globalización, de la economía y de las tecnologías, de las sociedades y de las instituciones mundiales. El neoliberalismo sobrevive y gobierna por la fuerza y por la inercia que arrastra, pero ya no por la razón de un planeta obligado a cambiar de paradigma.

Recomendaciones

Bogotá y Cundinamarca para sus planes de desarrollo 2016 2019, requieren:

·   .     Políticas de desarrollo productivo y de CTeI, e integrar la política de educación con las anteriores.

·     .   Cerrar filas en torno al ejercicio de Especialización Estratégica Inteligente, EEI 2025.

·    .    Fortalecer la institucionalidad pública de Bogotá y Cundinamarca para la competitividad y la innovación. Una sola Secretaria en cada uno de los dos territorios.

·    .     Diseñar e implementar un ecosistema de emprendimiento e innovación para impulsar la EEI 2015.

·   .      Desarrollar el Anillo de la Innovación como un proyecto de transformación urbana que dispone de  un distrito tecnológico: Innobo, y en ese contexto darle via libre al parque científico de la UNAL, crear un gran centro de emprendimiento e innovación, los centros de investigación de las instituciones públicas de Bogotá, y otros desarrollos más.

·     .    Implementar el proyecto de la RINN, para la Sabana Centro. Éste e Innobo, son hermanos y constituyen el futuro de la economía de Bogotá y Cundinamarca.

Reflexión final  

Muchos han sido los intentos que ha hecho el territorio en los últimos 25 años,  los grandes proyectos ya están pensados pero no se han realizado, de esta manera es un espacio con algunos logros pero más fracasos, por eso, muchas propuestas vuelven y se repiten porque poco se avanza pues no hay un propósito de desarrollo basado en capacidades endógenas de innovación, piso de las economías emergentes del siglo XXI.


P.D.: El siguiente artículo: LA CIUDAD DE LA PAZ: UNA CIUDAD SOSTENIBLE DEL AMOR, DEL CONOCIMIENTO Y DE LA CREATIVIDAD.

LA ECONOMÍA DE BOGOTÁ 2025 EN LA 

ERA PEÑALOSA 


En la reciente campaña para la alcaldía, poco se habló de economía, competitividad, conocimiento e innovación, porque son temas que “no dan votos”.

Pues bien, lo que se haga en esos campos es lo que permitirá desarrollar la ciudad y la región en los siguientes largos años. La economía debe crecer a tasas altas para abatir problemas sociales, generar oportunidades dignas y de calidad, afrontar con nuevos enfoques de desarrollo el cambio climático, y la reindustrialización del aparato productivo para superar los efectos irreversibles de la caída de los commodities. Esto se logra si hay visión de largo plazo para transformar el sistema productivo de la mano de la ciencia y de la tecnología, y como base la educación.


1. Políticas. Diseñar e implementar con visión 2025, dos políticas: la de desarrollo productivo y competitividad, y la de ciencia, tecnología e innovación. La ciudad no tiene esas políticas, tiene un Consejo Regional pero Consejo sin políticas es como carro sin motor. Estas políticas deben ser para la transformación productiva y no solo para la competitividad. Este último es un enfoque agotado en Colombia porque alude a mejorar y no ha transformar y desarrollar el sistema productivo y de innovación, y el resultado 25 años después de un neoliberalismo precario, es que el país y la ciudad tienen un sistema productivo rezagado porque no se profundizo la industrialización. Además, la implementación de proyectos y acciones de los Escenarios 2025 y de Especialización Estratégica Inteligente 2025 para Bogotá Cundinamarca, necesitan de estas políticas para que sean posibles y tengan impacto en el desarrollo de largo plazo. 

2. Mirada Regional. Esas políticas deben tener mirada regional, sin embargo, Cundinamarca también debe disponer de políticas propias para luego armar una agenda estratégica entre los dos territorios. A Bogotá le conviene un territorio vecino más autónomo e interdependiente, antes que un patio trasero. Y Cundinamarca debe mirarse como un ente autónomo para impulsar iniciativas como, Sabana Centro Región de Innovación.

3.   Proyectos 2025. Con sustento en esas políticas, la ciudad tendrá mejores condiciones para desarrollar las propuestas de los ejercicios de Escenarios Bogotá Región 2025 y de Especialización Estratégica Inteligente 2025 para Bogotá Cundinamarca, que lidera la Cámara de Comercio de Bogotá con otros actores públicos y privados, y que derivará en una agenda de proyectos estratégicos. Sin embargo, solo proyectos y programas no tienen impacto duradero ni difundido en la economía y en la sociedad, pues son instrumentos de las políticas. Entonces, instrumentos sin políticas, es como una tablet sin software. 

4.  Rediseño de lo público. Un proceso de transformación económica necesita de un nuevo y coherente marco institucional público. Para ello debe crear la Secretaría de Desarrollo Económico y de Ciencia y Tecnología e Innovación de Bogotá. Igual recomendación para Cundinamarca, fusionando las Secretarías de Competitividad y de Ciencia y Tecnología. Los objetivos son dos: tener instancias públicas potentes y con recursos importantes; y responder a la nueva corriente del papel emprendedor de los Estados, para afrontar las nuevas rupturas tecnológicas, el reordenamiento del capitalismo global, y el cambio climático. Un Estado regulador y pasivo no sirve. El mercado omnipotente, tampoco. Ambos han muerto. Hay un nuevo diseño de la gobernanza público – privada – sociedad, porque está en marcha una nueva globalización, una nueva economía, una nueva ruptura científico tecnológica, y una nueva lectura de lo urbano regional.

5.   Instituciones privadas al espejo. Existe una potente institucionalidad regional privada en torno a la competitividad y la innovación, no obstante, esta debe reflexionar en qué debe cambiar para impulsar un verdadero proceso de transformación productiva del territorio, que complemente la idea de ciudad de servicios con el desarrollo de nuevas actividades industriales sofisticadas para exportar por avión. Una economía de servicios es posible si la respalda una economía industrial inteligente y estratégica. La economía del conocimiento existe si los dos sectores coexisten y construyen aguas arriba e irrigan sus impactos aguas abajo. Entonces, esa basta red  de organizaciones debe acordar una especie de división del trabajo, porque no es suficiente que conversen y estén todos en las mismas mesas y reuniones, porque si no se deriva en la famosa frase: “los mismos con las mismas”. Se dispone de un valioso capital humano y organizacional que puede y debe dar más.


6.   Movilidad del futuro.  Los trenes movidos por energías cero carbono deben sustituir las tractomulas. Estas pertenecen al mundo del carbono, a la economía extractiva, al pasado. Entonces, la ALO debe tener como medio principal un tren con tecnologías limpias, como parte de una red sostenible de Trenes de Cercanías.

Ciudad Salud Región. Proyecto abortado por la ineficiencia pública
7.   De la ciudad render a la ciudad real. Parecía que Petro dejaría lista la ordenanza para poner a andar al fin la Operación Estratégica del Anillo de la Innovación. Pero no fue así por las razones que sean. Bogotá no puede ser una economía del futuro si no desarrolla la nueva ciudad, porque el Anillo es ante todo un proyecto de renovación urbana sostenible y cultural con un distrito científico y tecnológico: el Innobo, articulado a la Universidad Nacional, al nuevo CAN, y a la Ciudadela Sarmiento Angulo. De esta manera se configuraría una ciudad de la ciencia, de la vida, de la cultura, de los negocios del conocimiento, y del emprendimiento de alto impacto.


Edificio de Ruta N. Hábitat de innovación. Medellín
8.  No todo es virtual. Creerse el cuento de que ahora todo es virtual, que toda la economía del conocimiento está deslocalizada a través de las tecnologías digitales, y por tanto, que no se requieren infraestructuras que constituyan los nuevos referentes físicos como nuevos hitos de la nueva economía, esconde temor y refleja las dudas como cultura para dar el salto a la economía y a la sociedad del futuro. Los hábitats de innovación son físicos y virtuales, los bienes y servicios, son físicos y virtuales. Los centros de emprendimiento y de innovación, los centros de investigación y las universidades, los parques tecnológicos empresariales, los distritos tecnológicos, y las ciudades de la innovación, son físicas, se ven, se tocan, se caminan, se viven (no son eternos renders), y están cruzadas, conectadas y complementadas por una densa gama de instrumentos virtuales: redes, clusters, comunidades de aprendizaje, y aplicaciones innovadoras ilimitadas.

9.  Reordenar el discurso. Nadie niega la importancia de la educación como base del desarrollo social y económico. Pero, sobre qué objetivos de sociedad y de Estado se mejora la educación? Como dice José Antonio Ocampo, el desarrollo es igual a transformación productiva, entonces, es el avance del sistema productivo y de la ciencia y la tecnología los que orientan y dan línea para una educación de calidad. Si se reordena la jerarquía de los factores se reordenan los enfoques para la educación, y esta mejorará sobre bases ciertas y objetivos claros de largo alcance. Esto significa que las políticas de desarrollo productivo y de ciencia tecnología e innovación de Bogotá, son tan prioritarias como la de educación, y las tres conforman un conjunto que son la fuerza del desarrollo social y de la sostenibilidad ambiental.  

10. La retórica social. Desde cualquier vertiente ideológica y en todo modelo de crecimiento, lo social, ambiental y las oportunidades para todos, están en la agenda y en la cabeza del discurso político y de los planes de desarrollo. Sin embargo, el discurso social, ambiental y de las oportunidades está determinado por la coherencia de las políticas de desarrollo productivo y del conocimiento, que a su vez son consecuencia de instituciones que miran la sociedad, el Estado, los recursos naturales, intelectuales y culturales, y por tanto la economía, como un sistema superior y equilibrado que conduce a esa cultura a lograr niveles de desarrollo avanzados. Los subsidios per se son costosos, insostenibles, y terminan degenerando y erosionando el tejido social. Los subsidios son buenos si son transitorios y si detrás de ellos hay buenas políticas de Estado para sacar a la población de la informalidad, de la limosna pública y de la destrucción del medio ambiente.  



  





EL ANILLO DE LA INNOVACIÓN DE 

BOGOTÁ. Mi visión en el año 2015


El desarrollo y las transformaciones que implica, son procesos de mediano y largo plazo porque no hay procesos de cambio inmediatos ni hay milagros en el desarrollo. Los milagros están en la fé religiosa de las personas pero cuando se trata de proyectos nacionales o regionales de cambio, estos obedecen a construcciones racionales, visionarias, planificadas, concertadas e inéditas, porque no hay un modelo para dos culturas.

El rezago estructural se supera conociendo, aprendiendo y asimilando para producir conocimiento y así crear procesos propios de largo plazo, que en el caso de ciudades y regiones se conocen como modelos de desarrollo endógeno, tanto en la sociedad industrial y ahora en la sociedad del conocimiento.


El subdesarrollo es por falta de actitud y de confianza en capacidades y en potencialidades propias, y se vuelve cultural si esas culturas no se sacuden para producir conocimiento y desarrollar potenciales de creatividad y de innovación singulares.


El Anillo de la Innovación, una visión por encima de la realidad

En el año 2001, un funcionario de la Secretaria de Planeación de Bogotá (Ricardo Venegas), pensó por primera vez el Anillo de la Innovación (AI en adelante), el cual se convirtió en el año 2004 en una Operación Estratégica del POT, con el fin de reestructurar las zonas industriales que emergieron en los años 1960, para transformarlas en espacios de nuevas industrias de bienes y servicios de la nueva economía para reemplazar las industrias que habían emigrado a los municipios vecinos atraídas por beneficios tributarios y por razones ambientales y de movilidad que Bogotá ya no permitía.

Desde entonces, estudios sucedieron uno tras otro, pero el proyecto del AI no se convirtió en realidad por falta de voluntad política y por problemas de perspectiva del nuevo modelo de crecimiento instaurado en el año 1991, porque este no logró definir y por tanto implementar políticas para impulsar una nueva especialización que generara un salto adelante acorde a una economía abierta.

En ese contexto hizo carrera la idea de que las vocaciones del presente están escrituradas para siempre y por tanto son más importantes que las especializaciones del futuro. Un enfoque en contra de la economía de la innovación, del cambio cultural en la sociedad y del cambio institucional desde el Estado, y de la comprensión del emergente paradigma de la la sociedad del conocimiento y de la creatividad.

nuevos factores del desarrollo en el siglo XXI
Incluso, en economías emergentes, que son seguidoras, el mercado solo no define las nuevas apuestas de la transformación productiva, sobre todo las de alto valor agregado donde el empresario no invierte porque el riesgo es muy alto, o porque a veces no sabe cuál es el nuevo paradigma dado que éste está en algún centro de investigación o en una mente brillante que no siempre es un empresario y casi nunca un tecnócrata. Entonces, si no estaba clara la especialización sustituta de la tardía industrialización, era imposible que un proyecto para una nueva economía y una nueva sociedad, fuera visto con la importancia que tenía.

El Anillo de Innovación, realidad del nuevo siglo

La iniciativa del AI emerge en un territorio en proceso sostenido de deterioro urbano derivado de la declinación de la actividad industrial asociada a una desindustrialización ocasionada por una apertura sin política industrial para una economía abierta, y por falta de un programa de reestructuración tecnológica de las industrias asentadas en Bogotá, que derivó en una deslocalización desordenada en municipios de la periferia de la metrópoli.

Lo anterior es producto de dos problemas: uno, falta de política de desarrollo productivo para mejorar la competitividad con base en capacidades endógenas en conocimiento, investigación e innovación; y dos, falta de una estrategia por la productividad a partir de impulsar un proceso de transformación productiva en la nación y en los territorios. 
En estas condiciones, y por otras referidas en estudios recientes para impulsar la OEAI, no había condiciones para un proyecto de envergadura e importancia como éste.  Si la tendencia de las políticas nacionales era privilegiar factores exógenos, el AI es un proyecto que en cualquier lugar del mundo se basa en factores endógenos, entendiendo que en un mundo global la interacción con factores externos es creciente y permanente a partir de procesos endógenos.


Entonces, uno de los retos desde el componente productivo y de innovación para esta nueva acción por proyectar el AI, debe incluir el acuerdo de unos fundamentales para una política de desarrollo productivo y de innovación de Bogotá Región[1], y un ajuste a la política de CTeI de la capital para que la especialización del Anillo pueda ser motor de cambio, crecimiento y desarrollo, porque un sesgo pro innovación sin ciencia, tecnología y nueva educación, puede convertirse en una trampa.  La especialización del AI debe servir para inducir cambio estructural en la economía e inducir una nueva idea de economía del conocimiento de la innovación y de la creatividad en la cosmovisión ciudadana en el marco de un proceso de transformación urbana sostenible.

Así, el AI, desde lo productivo, debe asumirse como un proceso de transformación por la productividad y la competitividad (economía de la innovación), enmarcado en un proyecto de transformación urbana para un desarrollo productivo de nuevo tipo soportado en educación – ciencia - tecnología – innovación (desarrollo endógeno) para la inversión y para nuevos emprendimientos innovadores de distinta escala y distinto tipo (hábitats de innovación), con agendas de corto, mediano y largo plazo (institucionalización de la OEAI)

De otro lado, si bien estos procesos requieren de una orientación metodológica, debe haber grados de libertad porque son procesos de construcción inéditos que requieren de una actitud abierta para pensar y crear. Los trabajos previos son los referentes a partir de los cuales construir esta nueva etapa del AI. En Colombia, las nuevas iniciativas tienden a descalificar lo realizado por otros, destruyendo las bases de su fundamentación. En este contexto, la reivindicación de Innobo, como distrito tecnológico y de innovación (Innobo – Tec. Acosta Jaime. Innobo, 2009), será determinante porque Innobo es un concepto pero también una marca. Gracias a que Innobo fue una iniciativa bien sucedida, el Anillo de la Innovación será realidad.

El mapa ilustra la visión urbanística del componente productivo y tecnológico de Innobo, donde se observan posibles y deseables desarrollos para el AI, si ese planteamiento hecho en 2009 se proyecta a las condiciones del 2015. Todos los proyectos ahí referenciados tienen vigencia, los cuales se suman y se integran a los ya identificados por las grandes empresas públicas de Bogotá, algunos más en el plan de desarrollo de "Bogotá Humana", y otras iniciativas que andan por ahí y que hacen parte de un sistema de hábitats de innovación. 

Propuesta componente productivo y tecnológico hecho por Jaime Acosta en la propuesta urbanistica de Innobo. 2009



planteamiento  urbanístico proyecto Innobo y su parque tecnológico abierto Innobo - tec (Acosta J, 2009), en una visión del distrito de la innovación de la OEAI  en 2015




De esta manera, la visión del componente productivo y de innovación debe tener en cuenta un direccionamiento estratégico de las siguientes características. 

OBJETIVOS

1.    Elaborar un marco conceptual que defina un modelo del AI y brinde elementos para una política de desarrollo productivo y de innovación de Bogotá. Sin este modelo y sin esta política, el AI no tiene futuro.

2. Concebir el componente económico productivo del AI como un Hábitat de la Innovación[2] de efecto difundido en la región capital con base en su especialización[3] y en el desarrollo de capacidades en educación – ciencia – tecnología - innovación, pero también en arte y cultura (industrias creativas).[4]

Los mapas conceptuales que se verán en adelante y las definiciones explicitas e implícitas en ellos, indican el camino del modelo productivo y de innovación del Anillo.

3.    Diseñar un ecosistema de hábitats de innovación con una agenda de desarrollos a corto, mediano y largo plazo, por características de baja, mediana y alta complejidad, o por necesidades funcionales a la pronta puesta en marcha del AI. El portafolio de iniciativas existentes es amplio, todas deben estructurarse para una agenda de implementaciones graduales según las políticas de desarrollo productivo y de CTeI de Bogotá para impulsar la especialización inteligente del AI con efecto regional, porque el espacio de la OEAI es la plataforma de flujos bidireccionales permanentes del Anillo al resto del territorio y más allá y desde estos al AI.  Sin embargo, el ejercicio que se ha iniciado debe priorizarlas y a las de pronta implementación deben estructurarse para que sea posible su inicio a finales de 2015. 



  
4.    Estructurar las primeras acciones (mínimo 1 máximo 3 en el tema productivo - innovación) que permita iniciar la operación a partir del segundo semestre de 2015 y su vigencia en otras administraciones de la ciudad.[5] La visión debe ser amplia pero la ejecución pragmática: visión de futuro pero iniciar de manera gradual y sostenida su implementación y posterior consolidación.

PRODUCTOS

Elaboración y/o consolidación del diagnóstico.

·      Dónde está Colombia y Bogotá en relación a su nivel de desarrollo y su salto siguiente para tener el punto cardinal desde el cual se impulsa el AI.

·      Sistematizar y recrear con enfoque pedagógico los referentes teóricos que subyacen en los estudios previos y que dan un marco de referencia para el modelo del AI, y que este sea comprensible para la ciudadanía.

·      Analizar las distintas agendas de especialización de Bogotá/Cundinamarca vs los 7 sectores inteligentes del AI que sirva para diseñar una estructura de la especialización del territorio.

·    Lectura avanzada de los siete sectores estratégicos según la especificidad de cada uno y las interrelaciones entre ellos.

·      Mapeo analítico de los hábitats de innovación que tiene Bogotá Región: consolidados y nacientes.



El Anillo como un sistema de hábitats de la innovación para la productividad.

·      El proyecto debe ser una apuesta por la productividad, es decir por el cambio estructural.



·     Consolidar el diagnóstico de la actividad económica y científico tecnológica que se adelanta en el espacio del AI y en Bogotá, a partir de estudios recientes y el aporte complementario enmarcado en un modelo de desarrollo endógeno y su sistema de hábitats de la innovación, nutridos en fundamentales de la economía de la innovación.

·     Los siete sectores de la especialización deben someterse a distintos análisis metodológicos que permitan profundizar en sus razones y condiciones para que sean unas apuestas a las cuales sea posible y necesario dotarlas de un marco de políticas, programas y proyectos.
  
.   Profundizar el benchmarking de NY, Berlín y Londres, y de ciudades como Sao Paulo, Rio de Janeiro, Santiago de Chile, Buenos Aires. Este benchmarking debe centrarse en los siete sectores y en las condiciones de política y de entorno que los potencian.

·  Analizar factores negativos del territorio para convertirlos en factores positivos que se sumen a factores positivos. Esto incluye identificar a los “enemigos” del proyecto para convertirlos en amigos del mismo. Este análisis es clave para diseñar políticas, estrategias, programas y proyectos de cambio.

·  Análisis profundo de las capacidades en CTeI de Bogotá, pero también en educación, en relación a los siete sectores de la especialización: situación presente y visión de futuro.  

·     Diseñar un sistema de hábitats de innovación del AI, es decir, integrado a dinámicas regionales, nacionales y globales de la producción, conocimiento, creatividad e innovación.

Estrategia para una especialización inteligente y necesidades espaciales

·  Diseñar una estructura a la especialización inteligente dividiéndolos en sectores y/o actividades A, B, C, y mostrar la interrelación entre ellos.[6]

·  Efectos de los sectores de la especialización inteligente en la competitividad de otros sectores/actividades de Bogotá, de la región y en algunos casos de la nación.

·  Elaborar esquemas óptimos de encadenamientos para comparar con el nivel de encadenamientos de los siete sectores del AI, y determinar entonces qué nuevos eslabonamientos son deseables y posibles adelantar, y que nuevas capacidades en CTeI y educación se deben desarrollar.

·  Ubicación y dimensionamiento de necesidades espaciales y su relación con la concepción urbanística del conjunto de la OEAI, en torno a tres agendas: corto, mediano y largo plazo, y según niveles de complejidad.

RECOMENDACIONES

1. Diseñar y/o ajustar las políticas de desarrollo productivo y de CTeI de Bogotá. Sin ellas, el AI no es posible. Incidir para que en las políticas nacionales haya condiciones para que proyectos inteligentes como éste, tengan espacio porque son las plataformas de la transformación productiva de Colombia 


2. Modelo del AI centrado en la estrategia de cambio estructural con base en los 7 sectores de la especialización inteligente. No hay territorio ni especialización sin modelo.


3. En economías emergentes incipientes el estado debe intervenir regulando e invirtiendo. Solo los privados, extranjeros o nacionales, jamás harán posible el AI o proyecto similar.


4. Proyectos del AI deben hacerse con gran rigor teórico determinado por una creatividad excelsa con pragmatismo fundamentado. inteligente y visionario. En un país con dependencia intelectual y ortodoxias importadas, esto no es cualquier cosa. Esto implica que quienes hagan el proyecto y quienes lo impulsen desde la administración y demás actores, no deben decir en " X o Y ciudad lo hicieron así". Ya han viajado, ya han mirado, ya han traído iniciados, ya es hora de pensar por si mismos. La peor estupidez en la construcción de sendas de desarrollo es decir: "para que nos vamos a inventar la rueda" con el fin de justificar la copia y no la apropiación y el aprendizaje. 

5.  Saber construir la agenda de corto, mediano y largo plazo, y sobre todo saber escoger los proyectos de inmediata implementación. EL AI depende de estos y de las políticas que lo respalden.  

La dirección del proyecto en cabeza de la Universidad Nacional y del urbanista Fernando Viviescas

Decisión afortunada de la Alcaldía llamar al equipo que hizo la prefactibilidad de Innobo. Es una apuesta en las capacidades propias para un proyecto de desarrollo endógeno. Así se ha construido la historia del desarrollo de las naciones y de los territorios, porque la identidad cultural es un factor inimitable y por tanto intransferible que crea sus propios modelos mentales, de vida, de estado, de economía y de territorio. La idea del desarrollo ajeno solo cabe en la pereza y en los temores del subdesarrollo. Sin embargo, factores exógenos se deberán vincular al modelo para enriquecerlo y fortalecerlo, mediante empresas limpias y avanzadas que traigan centros de investigación (ese debe ser el principal factor de atracción) y que no vengan a invertir un peso para mañana repatriar dos con cero reinversión. No regalar la ciudad es el mensaje.

El equipo de la Universidad Nacional orientado por el ex vicerrector de Bogotá es el más idóneo de la ciudad y de muchos kilómetros a la redonda. Bogotá tendrá una ciudad del futuro. Haya o no metro, el Anillo de la Innovación es la principal propuesta urbanística, productiva y del conocimiento que pueda emprender ésta capital, ahora y en muchos años adelante. 

      

Citas


[1] Para estor efectos hay avances claros desde la SDDE y es el momento de profundizar y de promulgar esa política para acompañar el desarrollo del Anillo de la Innovación.

[2] nuevo concepto que abarca distintos instrumentos de la economía de la sociedad del conocimiento

[3] Los siete sectores definidos  son para la estructuración productiva y el impulso inicial del Anillo. Son buenos ejemplos los casos de NY, Londres y Berlín, antes que la dispersión sectorial de Barcelona, por ejemplo. Por lo general, la sobre especialización no conduce a un futuro de liderazgo y de avance al más alto nivel de desarrollo de una sociedad.  La sobre especialización en algunos casos puede estar relacionada con etapas tempranas del desarrollo o con el estado de atraso de la economía (políticas transversales per se), o a factores endógenos singulares que indica la necesidad de proyectar todo el potencial cultural, político y económico de un territorio, como sería el caso de Barcelona y su proyecto autonómico.

[4] en una economía emergente no se desata la innovación si no está soportada en capacidades en conocimiento, investigación, creatividad y emprendimiento, y en una apuesta en actividades nuevas de alto contenido tecnológico que desarrolle nuevas actividades e irrigue innovación y desarrollo tecnológico aguas abajo a sectores existentes. La innovación escasamente influye si no hay un crecimiento exponencial de las capacidades cognitivas y si no hay un avance en actividades y sectores intensivos en conocimiento, incluso, la innovación social, aparentemente menos compleja, se nutre de capacidades mayores en conocimiento e investigación. Si se eleva el nivel de la especialización se eleva el nivel de las soluciones y de las oportunidades.

[5] Estas acciones, en cuanto a número y complejidad se deben detallar en el transcurso del proyecto y pueden cambiar dependiendo del nivel de desarrollo de distintas iniciativas ya identificadas o consideradas en el plan de desarrollo “Bogotá Humana”.

[6] Un listado de sectores escogidos no dice nada, ni tampoco una estrategia de apoyo a cada uno si no se parte de concebir una estructura sectorial según el rol de cada sector/actividad en el sistema productivo y de innovación, y su interrelación sistémica.




LOS HÁBITATS DE INNOVACIÓN: 

NO HAY MODELO PARA DOS 

CULTURAS (I)

Museo de Arte Moderno, Medellín

Este es el primero de 4 artículos. El Anillo de Innovación de Bogotá ¿al fin? (II); desarrollo productivo y hábitats de innovación (III); y la Región de Innovación RINN (IV)


Dado el surgimiento de más instrumentos para impulsar el desarrollo productivo, la innovación y el desarrollo regional en la sociedad del conocimiento, ha emergido a escala mundial un sustrato conceptual más abarcante: los hábitats de innovación, con el fin de englobar y articular instrumentos existentes e incorporar otros nuevos de manera que se amplíe la comprensión del paradigma emergente y así facilitar la formulación y aplicación de políticas públicas nacionales y territoriales. Spolidoro, Nicheli, Galián. 2013

Los objetivos de los hábitats son:

  • Generar capacidades locales sostenibles de innovaçión en la economía y en la sociedad para contribuir al desarrollo regional y a la solución de problemas y desafíos globales.
  • Promover la creación, atracción, instalación, y desarrollo de emprendimientos intensivos en conocimiento e innovadores.
  •      Generar dinámicas que promuevan sinergias entre actores de la innovación y actores análogos de otros territorios y mercados.
En Colombia, Medellín cumple con un esquema robusto de hábitat de innovación en consolidación. Hay otras ciudades y unos pocos Departamentos que tienen elementos que los ponen en la senda de tener una estructura similar, pero aún tienen camino por recorrer para disponer de un modelo que de sostenibilidad a su proceso.

La figura muestra las categorías generales de hábitats de la innovación que emergen a escala regional, y que deben disponer de políticas de estado, no de gobierno, para dinamizar su emergencia y consolidación. Muchas veces proyectos de este tipo hacen parte de planes de gobierno de alcaldes y gobernadores, y no fructifican porque solo al final del gobierno se acuerdan de impulsarlos, y de esa manera quedan a medio hacer y por lo general el mandatario que los sustituye no retoma la idea y la iniciativa muere o queda postergada indefinidamente. 


No hay territorio sin nación y no hay nación sin territorio. Lo ilustra la figura siguiente, en la cual se constatan como las políticas del orden nacional se complementan con las de carácter regional para hacer posible hábitats de innovación.


1. Los hábitats de innovación tiene una concepción sistémica y suceden por la convergencia de actores de la triple hélice (U-E-E). A veces la sociedad se suma como un cuarto actor y se conforma así un modelo de las cuatro hélices (U-E-E-S).

En los países avanzados la sociedad actúa como un cuarto actor implícito dado que el avance cultural e institucional (la investigación, innovación y el emprendimiento son actitudes propias de la cultura por lo cual el cambio estructural y el desarrollo endógeno también lo son), la sociedad es inherente en la triple hélice. Pero, en países con rezagos estructurales o en etapa previa de desarrollo (Colombia, por ejemplo), la sociedad se considera un cuarto actor explícito por la necesidad de involucrar a la ciudadanía en el cambio cultural, incluidos en ese cambio los mismos actores de la triple hélice, aceptando que son estos los que lideran la transformación a partir de su propia transformación.


2.  Ningún modelo de hábitats de innovación, de la Triple Hélice o similar, es replicable porque no hay modelo para dos culturas. Siempre hay que crear, por supuesto con base en procesos de aprendizaje de experiencias previamente bien sucedidas, o de fracasos que derivaron en rectificaciones positivas del proyecto inicial. Eso se llama desarrollo endógeno y los hábitats de innovación son componentes clave de un desarrollo de ese tipo en la economía y en la sociedad del conocimiento, como lo muestra la figura. Es decir, no hay ecosistemas de innovación exógenos. Los modelos son exógenos en casos de aglomeraciones de maquila o de economías que privilegian estos modelos de producción por encima del desarrollo de un sistema nacional de producción y de innovación. Entonces, un sistema de hábitats de innovación siempre es endógeno con mayor o menor grado de exposición y de relacionamiento con factores y actores exógenos, porque en la globalización son cada vez más los agentes de otros países que se vinculan a los sistemas de producción y de innovación de regiones y países.

   
3. El éxito de un hábitat de innovación no depende de su tamaño, depende de sus contenidos, de su enfoque, de la consistencia del modelo. Un proceso puede iniciarse implementando instrumentos sencillos, sin embargo, lo importantes es que sean conceptualmente robustos y con acciones factibles y de pronta implementación para que el cambio se vea como algo posible, pero desde un principio identificando e impulsando iniciativas de baja, mediana y alta complejidad para el corto, el mediano y el largo plazo. Las acciones de corto plazo abren el espacio para las de mayor complejidad y cuya implementación toma más tiempo. El orden de prioridades, objetivos y características de cada categoría de hábitat o de un sistema de hábitats, es el que la sociedad decida según su dotación de factores, capacidades, potencialidades y del proyecto de desarrollo del territorio y del país. Entonces, los proyectos y/o programas con los que se inicia un hábitat de innovación, depende de cada realidad espacial.  

Una región de innovación puede tener determinadas categorías de hábitats de innovación, como lo ilustra la próxima gráfica, y no disponer de otros. Lo importante es que el modelo sea robusto y por eso cada territorio debe definir su estructura pues no hay modelos únicos ni una sola metodología para construirlos, y porque debe estar abierta la posibilidad para incorporar o desarrollar nuevos componentes. Entonces, una estructura de hábitats de innovación no es ni mejor ni peor, ni buena ni mala, si no tiene todos los componentes que la teoría y la síntesis de la evidencia lo indica. Sería absurdo.  


4.  Una categoría de hábitat que suscita gran inquietud y polémica son los parques tecnológicos (PT) y de investigación. Comienzo diciendo que siempre he recomendado mirar múltiples experiencias internacionales, pero NUNCA que el modelo a seguir es X o Y, aunque he realizado seguimiento a ciertos procesos por considerarlos más cercanos a la realidad de Colombia, caso de Brasil, el cual cada vez se torna más lejano por los avances de  los últimos doce años, pues han ido identificando, creando y afianzando elementos de desarrollo endógeno (como los arreglos productivos locales), algo que aún no ocurre en Colombia porque aún no está creando factores propios, más bien lo que hace es incorporar factores de imitación, y eso no es bueno. Entonces, jamás he recomendado, por ejemplo, seguir el caso de los parques tecnológicos españoles. España escogió como una de sus estrategias de crecimiento el sector inmobiliario, que derivó en una burbuja inmobiliaria. Entonces, los parques tecnológicos españoles también están cobijados por ese modelo, y en los planes de negocio ha sido muy importante el componente inmobiliario razón por la cual en tiempos de crisis muchos parques tienen problemas de ocupación y de sostenibilidad.

De esta manera, un modelo de PT basado en el componente inmobiliario no es recomendable porque Colombia NO TIENE CONDICIONES PARA ESQUEMAS DE ESE TIPO. Por supuesto que todo parque tecnológico (PT) tiene un componente inmobiliario, pero no es a partir de él que se deben crear los PT colombianos o el parque de ciencia y tecnología de la Universidad Nacional en Bogotá, el Innobo – Tec del Anillo de la Innovación, o los parques empresariales y tecnológicos de la RINN de la sabana centro de Bogotá. El componente inmobiliario es uno más dentro de los modelos de negocio, pero no el componente principal. Si en Colombia se comienza por ahí, se anticipa fracaso. 

Colombia debe olvidarse que alguien va a traer el modelo de hábitats para esta tierra tan singular. Nadie tiene el modelo para ella, en este o en otros campos del desarrollo. Como se trata de crear rutas y espacios de innovación, hay que hacerlo con conocimiento y creatividad para tener ideas propias para modelos propios. El éxito de otros es un referente de observación y aprendizaje, y es válido identificar los que tienen mayor relevancia porque son parecidos o porque son muy diferentes, o por ambas razones.

Colombia no tiene definiciones propias de sus distintos hábitats. No ha habido capacidad ni interés de desarrollar conceptos por lo cual se toman definiciones de terceros. Si se compara la definición de parques tecnológicos de Brasil y España, la definición general de la IASP, o las definiciones de otros países, se encontrarán diferencias de matices, y esas diferencias, aparentemente menores, son los que marcan la identidad del modelo del parque, del modelo de desarrollo productivo del territorio, y del modelo de la política industrial o de desarrollo productivo de la nación. La singularidad del concepto determina la singularidad de los demás componentes del modelo.

Así como no hay definición propia de parques tecnológicos, de centros de innovación y emprendimiento, de tantos instrumentos más,  lo mismo podemos decir de los clústers. Cuál definición asume Colombia, la de Porter. No hay construcción endógena.   

Adicionalmente, al no partir de fuentes de conocimiento, es decir de la recreación teórica que subyacen a los distintos hábitats o a un sistema de hábitats, entonces se asumen sin entender de donde parten los modelos. Colombia, con escasas excepciones, aun transita por el mundo de la innovación cerrada, así en la especulación y en el papel de las políticas, estrategias y programas, se hable de cultura de la innovación, de innovación abierta, de culturas creativas, de culturas innovadoras. Entonces, en la realidad se cree que cuando se  habla de hábitats de innovación se asumen como si fueran ámbitos de innovación y emprendimiento cerrados. Entonces, se cree que los parques y otros hábitats son ambientes de innovación cerrados. Error. Cuando no se superan las barreras para que la propiedad intelectual fluya, esas barreras determinan que la investigación y la innovación sigan siendo cerradas por más que se diga que hay innovación e investigación abierta.  

Desde hace muchos años, en la medida que la investigación, la innovación y el emprendimiento son cada vez más abiertos, los modelos de hábitats son abiertos, por definición por deducción lógica por sentido común. Así, los hábitats son distintos en un lado y en otro. No hay ningún sistema o categoría de hábitats que sea igual en dos partes. Incluso, en territorios donde unos están al frente de otros, separados solo por una calle, son distintos. Esa es la fascinación, a veces inexplicable, de la diversidad cultural en el desarrollo. A más esfuerzos de homogenización más resistencia a favor de la singularidad. A más se acepte la homogeneización, más fracasos suceden. Por ejemplo, los organismos internacionales traen un modelo para cinco países diferentes y para cinco territorios diferentes, el resultado, uno o dos experiencias buenas y las demás malas.  

Entonces, hábitats diseminados en el territorio (por ejemplo, Innobo en el Anillo de la Innovación en Bogotá, o el distrito tecnológico de Medellín, o el proyecto de la RINN para la región central de la sabana de Bogotá); o delimitados en un territorio de un tamaño determinado porque espacialmente son las condiciones para hacer posible la iniciativa, como el parque de ciencia y tecnología de la Universidad Nacional de Bogotá y el parque de Guatiguará en Bucaramanga, son por definición proyectos abiertos. 

La siguiente figura ilustra la idea de un PT en un espacio delimitado pero abierto en sus acciones. La operación del parque se hace desde un espacio circunscrito, pero  sus actividades son abiertas a su interior y abiertas hacia actores externos, y las iniciativas provienen desde el parque o desde afuera del mismo, y veces a partir de iniciativas donde convergen desde su inicio y no por iniciativa de una de las partes, sino de un tercer actor, por ejemplo, un proyecto estratégico del estado, o de un conglomerado empresarial o de un cluster, o de otro parque del territorio o de otro lugar del país y del mundo. Cada vez más la innovación y el emprendimiento fluyen desde distintas partes, porque sus fronteras son sin fronteras.
      


En proyectos con territorios más amplios y difundidos, y en proyectos con fronteras físicas pero no con fronteras mentales, los hábitats son abiertos porque hay sinergias internas entre los que habitan el parque (empresas y centros de investigación, se trate de un parque tecnológico o de un parque de investigación), y esa sinergias internas son fruto de sinergias con actores externos de la economía, del estado y de la sociedad. Si hay culturas innovadoras (sociedad), hay culturas de la innovación (sociedad, empresa, y estado), hay culturas creativas (arte), y hay innovación e investigación abierta (centros de investigación y empresas), por lo tanto los hábitats de innovación son abiertos. La innovación cerrada al interior de las empresas, al interior de los centros de investigación, ya no existen en el mundo. El paradigma tecnológico cambio y cambió el mundo. Culturas que en el fondo de su imaginario persisten en esa creencia no pueden crear hábitats dinámicos y no pueden ser importantes y trascendentes en la economía, en el comercio mundial, en el conocimiento, en la innovación y en la sociedad global.   

Ruta N Medellín. Hábitat de innovación
Los hábitats son para la sociedad, el estado y la economía, en consecuencia, los desarrollos que se hacen entre actores internos de un parque siempre se hacen con actores externos al mismo. Se adelantan investigaciones, innovaciones y emprendimientos entre actores de un parque con actores que están afuera del mismo, y esto es lo que ayuda a conformar clusters, ciudades o regiones innovadoras y emprendedoras. Cada vez más los desarrollos de los distintos hábitats se difunden en la economía, en el estado y en la sociedad.   Así ha sido desde hace décadas en los países desarrollados, y se hace así desde hace 20 años en las economías emergentes dinámicas. Y se intenta hacer así en Colombia, pero aún no lo logra porque aún no encuentra el camino, excepto Medellín. 

Qué dice que un país no tenga conceptos propios. Significa que no ha encontrado su propio camino al futuro. Significa que el conocimiento, la investigación y la creatividad no la llegado a estos campos, y de ahí que no ocupe puestos relevantes a escala mundial. Entonces, adoptar cualquier definición da lo mismo. Sin embargo, resulta que la definición es la que determina la idea propia que se tiene del paradigma. Si no se tiene conceptos propios no se tiene como ingresar o crear paradigma. Entonces, la aplicación o adopción de cualquier conocimiento da lo mismo. Y al darle lo mismo, los resultados de los emprendimientos que intenta hacer en la construcción de sus hábitats no son iguales a los modelos que ha visto y que quiere replicar. 

Lo grave no son resultados sean distintos, resultados distintos pueden derivar en más derivaciones positivas, lo grave es que no se lograrán buenos resultados. Esto ocurre por ingresar a las nuevas ideas a los nuevos desarrollos sin nutrirse en la fundamentación para encontrar y construir su propia fundamentación. Todas las categorías de hábitats de la innovación son complejos. Ninguno es sencillo así sea el menos complejo de todos. Es la fundamentación teórica asimilada y su mirada aplicada a la realidad lo que hace comprensible los nuevos paradigmas y lo que permite construirlos con base en el aprendizaje.
      
Colombia no ha sido exitosa, salvo casos puntuales y escasos, porque sigue actuando y pensando con viejos conceptos y no con nuevos, con las ideas de otros y no con ideas propias. El mundo es abierto y los hábitats son abiertos. Colombia actúa como cultura cerrada en un mundo de culturas abiertas, y en parte esto se debe a que no ha privilegiado la transformación productiva y la innovación sino las importaciones y las franquicias en detrimento de la propiedad intelectual. De esta manera los instrumentos de múltiple tipo relacionados con el desarrollo del conocimiento, de la creatividad y de la innovación, están restringidos o son marginales en las políticas de desarrollo.  No de otra manera se explica los pobres lugares que ocupa en la competitividad, en la innovación, en la educación, en la posición de sus universidades, las escasas exportaciones de tecnología, su rezago en infraestructura, y los magros resultados para crear y sostener distintos hábitats de innovación.

     Susan Cozzens, investigadora del Instituto Tecnológico de Georgia (Georgia Tech) de Estados Unidos, afirmar "no existe un solo modelo que se aplique a todos los países, cuando se trata de avanzar a un modelo de sociedad basada en el conocimiento". Además firma que una de las mayores dificultades que enfrentan los países de América Latina es la falta de confianza en sus capacidades locales. Si se quiere pasar de la importación a la innovación es necesario crear economías más dinámicas y eso implica construir tecnologías propias. “La invención de tecnologías al sur del mundo es un importante desafío”. Conferencia en Universidad de Concepción, 2014. Los hábitats son tecnología y por tanto deben ser producto del conocimiento, de la innovación y de la creatividad del contexto cultural desde el cual emergen.
La figura ilustra de manera esquemática y sencilla la complejidad de factores que intervienen en la construcción de modelos de cambio estructural basados en la innovación.


5. La comprensión de la complejidad es lo que hace fácil los nuevos procesos.  Colombia tiene otro problema, y es que opta por implementar procedimientos, procesos o modelos más sencillos, sin entender y sin asumir al mismo tiempo y desde un principio la complejidad.  Por eso las políticas tienen más fracasos que éxitos. Lo correcto es combinar acciones sencillas con acciones complejas a partir de entender la complejidad, para focalizar y adelantar con gradualidad el desarrollo de los instrumentos.  

    “¿Qué es lo más fácil?”, es siempre la pregunta. Pero nunca se pregunta qué es lo más complejo, porque lo más complejo es lo que permite que el modelo general y las políticas realmente tengan impacto y se desarrollen a plenitud, porque es lo que permite planificar los procesos, imaginar su desarrollo pleno, y decidir por dónde comenzar. Es a partir de entender y asumir la complejidad. Incluso, si esta se entiende, se torna más sencilla su comprensión. Por ejemplo, dado que se fracasó con el emprendimiento de alto impacto via incubadoras, ahora hacemos incubación virtual, y se dio el salto a la aceleración simplemente porque no se ha querido asumir el emprendimiento desde sus etapas más difícil: la emergencia de la idea y de la innovación. Así las cosas, no hay política de emprendimiento y por eso todo recae en Innpulsa, que es un muy buen programa pero no es la política nacional de emprendimiento. En consecuencia derivamos en otro problema: Colombia tiene programas, por lo general de gobierno,  pero no políticas de estado de largo alcance. No hay política de desarrollo productivo pero si hay Programa de Transformación Productiva.

6.   Continuidad en los procesos. Otro aspecto critico a superar es no interrumpir los procesos de construcción, ni pasar su conducción de una mano a otra si no lo ameritan las circunstancias. Esto es fatal - Colombia está plagada de conductas de este tipo -, porque no hay dos cabezas que piensen igual con conocimientos iguales ni enfoques iguales, por lo cual, una buena senda inicial puede ser truncada o desviada a un sendero equivocado.  Sin embargo, a veces las rutas cambian, eso no es malo, pero ocurre porque se encuentra un mejor camino para construir el cambio pero con base en la idea o proyecto de partida, el cual siempre se reconoce. El desconocimiento es de las peores actitudes para suscitar transformación. La cultura del adanismo, del personalismo, de la competencia insana, el desconocimiento del otro, etc etc, son actitudes enemigas desde el propio territorio. Colombia está plagada de ellas, y esto constituye un contra sentido con los fundamentos y las condiciones para desarrollar culturas innovadoras, impulsar la cultura de la innovación y la innovación abierta, para la transformación productiva y el desarrollo. 

El paradigma de la sociedad del conocimiento y sus hábitats de innovación tienen sus peores enemigos en las prácticas culturales adversas de la dependencia intelectual y tecnológica - no de la interdependencia -, que propicia culturas cerradas y por tanto se asume el conocimiento cerrado y la innovación cerrada, simplemente porque no están basadas en la confianza, la cooperación, la colaboración, el aprendizaje, el conocimiento y la creatividad, pilares del desarrollo. Estas contraculturas de cambio ocurren porque no hay proyecto de nación ni de territorio de largo plazo. 

    En Bogotá, el Anillo de la Innovación debe ser un proyecto de cultura de la innovación y de innovación abierta. Su proyecto central, Innobo, es un proyecto pensado desde la innovación urbana, cultural, de la movilidad, de los negocios y de las ferias, de la ciencia y la tecnología, por eso la iniciativa de Innobo - Tec, su parque tecnológico, éste es urbano, es decir abierto, por eso no cabe en el concepto de zonas francas que se asemejan a campos de concentración del libre comercio.   

   Igual se puede decir del Parque de Ciencia y Tecnología de la Universidad Nacional. Su propuesta conceptual es abierta porque la investigación (superadas las trabas de la investigación cerrada relacionadas con los embrujos de la propiedad intelectual) es para hacer investigación abierta para que pueda relacionarse con la innovación abierta. Es decir, la universidad con la economía, la sociedad y el estado. Los campus cerrados son un anacronismo ideológico.  Entonces, su propuesta urbanística, también es abierta, de cara a la ciudad, y por eso también tiene relacionamientos con la renovación del CAN, y a su vez esta tiene un componente o módulo del conocimiento, siendo una de las dos ideas conceptuales del proyecto ganador, la innovación, y algo más importante, relacionada con el componente de gobierno, es decir, la innovación del estado.



Tal vez la larga confrontación, en gran parte es culpable de una serie de rayones en la cosmovisión ciudadana, simplemente porque cada quien debía coger su camino, defenderse en el día a día, porque en esas condiciones el futuro es el fin del día y no la mañana siguiente, y porque nunca ha sido posible tener un proyecto de nación y de regiones. Las excepciones han sido ilusiones y lo siguen siendo. La paz abrirá espacios insospechados que los ciudadanos no se imaginan.






CONOCIMIENTO, CREATIVIDAD, 
INNOVACIÓN Y SISTEMA DE CIUDADES SOSTENIBLES 


Las ciudades sostenibles del conocimiento, de la innovación y de la creatividad son una realidad. Son los hábitats de la sociedad del siglo XXI tal como en la sociedad industrial del siglo XX surgieron las ciudades industriales.


Las grandes urbes seguirán siendo el epicentro de las inversiones mientras el modelo global de mercado y de consumo, tal como ahora es, siga siendo la tendencia global, porque si bien algunas grandes urbes han frenado el crecimiento de su población, seguirán siendo grandes y por tanto lugar preferido de las empresas por razones de economías de escala para los negocios y atractivas para la inversión por las gigantescas obras de infraestructura y de renovación urbana que se deberán hacer para modificar el modelo expansivo de urbanización, a toda evidencia, saturado y agotado.

Las pequeñas y medianas ciudades sostenibles, las ciudades del futuro, serán alternativa de vida a las inmensas metrópolis. Su desarrollo dependerá de recursos y de factores endógenos antes que exógenos, puesto que las inversiones seguirán fluyendo a las grandes aglomeraciones, antes que una ola de negocios globales mire a ellas cuando el crecimiento y el tamaño de su mercado las atraiga. En casos de proximidad geográfica, las medianas y pequeñas ciudades se consolidarán o formarán ciudades región que en algunos casos y en algunos aspectos se asemejarán a las llamadas ciudades globales. El área metropolitana de Bucaramanga, la aglomeración de ciudades del Eje Cafetero, la integración complementaria de Barranquilla y Cartagena, son algunos ejemplos.

Pero también el futuro de las grandes metrópolis está en desarrollar “Las ciudades de la Gran Ciudad”. Dado el tamaño cada vez más grande de metrópolis como Bogotá y también Medellín, se requiere avanzar a un profundo proceso de descentralización al interior de la gran ciudad para desarrollar ciudades autónomas, impulsar la densificación, el desarrollo sostenible y la especialización de la economía.

Modelos centralistas como los que gobiernan las grandes metrópolis son cada vez menos funcionales al tamaño de los problemas, de las soluciones,  y de los nuevos desarrollos en algunos temas.

Pero también las metrópolis mayores deberán contribuir y por tanto deben incorporar como parte de su modelo de desarrollo, la creación de un sistema de ciudades menores de su primera corona.

El desorden urbano, productivo y ambiental que se observa en la urbanización de la Sabana de Bogotá no es una respuesta correcta. Es un negocio del mercado antes que un proceso ordenado, racional y futurista de expansión y desarrollo urbano sostenible, productivo e inteligente. Este territorio sería un gran laboratorio para un proyecto de construcción de una corona industrial del futuro pensada como una región de innovación (RINN), porque a pesar del desmadrado crecimiento que se observa, aun sería posible reordenarlo, aceptando que algunos municipios han hecho un proceso equivocado, pero otros no.

Elaboración: Jaime Acosta Puertas             
En cualquier circunstancia, serán las ciudades sostenibles del conocimiento, de la innovación,  de la creatividad, de la cultura, de la imaginación, y muchas más denominaciones que la sociedad actual genera día a día, las que caracterizarán a las ciudades, a las ciudades – región, y a los sistemas de ciudades de aquí al 2040 – 2050. Después ya veremos qué va dejando el cambio climático, los cambios que vendrán al modelo económico global de consumo, y una gigantes población de terrícolas, porque no creo que la ciencia y la tecnología, y una mejor cultura ciudadana,  pueda solapar, mitigar y frenar el creciente daño ecológico global.

El mapa conceptual ilustra los componentes de un desarrollo endógeno para un sistema de ciudades. Por supuesto que detrás de estos componentes principales están la infraestructura, la equidad, la movilidad, la conectividad, las instituciones, las TIC.  Pero un abordaje de las ciudades del futuro en un país como Colombia o de otros de América latina, hay que hacerlo desde otras categorías principales a las tradicionales.

Elaboración: Jaime Acosta Puertas
Qué le falta a Colombia

El país avanza pero otros avanzan más rápidamente. Para evitar nuevas brechas, se requiere algunas acciones de Estado y de concepto.

Falta una política de desarrollo productivo y de innovación, interligada con las de educación, Ciencia Tecnología e Innovación, infraestructura, movilidad,  medio ambiente, y de arte y cultura, que redunde en desarrollar un sistema de ciudades y regiones de la innovación y del conocimiento sostenibles.

Esto se deberá hacer en el contexto de una política de desarrollo regional que ahora Colombia no tiene. Lo que tiene son unos fondos, una mala LOOT cuya reglamentación está frenada, unos POT cuya concepción es un desastre porque simplemente es una redistribución de los usos del suelo en su estado presente y no a partir de una visión de ciudad deseable, y porque la descentralización está agotada. La descentralización que tantas esperanzas despertó,  ya no es el primer piso de una política de desarrollo regional como en un principio se pensó que iría a ser, simplemente porque no evolucionó a generar condiciones de desarrollo endógeno para la autonomía regional.  

Así como la política de competitividad y de innovación tiene problemas de concepto, estructura y arquitectura y por tanto de coordinación - que no alcanzan a remediar algunos buenos programas -, también el desarrollo regional tiene problemas de concepto, estructura y arquitectura y por tanto de coordinación. Para que un sistema de ciudades sea posible construir, debe recomendarse el diseño de una política nacional de desarrollo regional, que tenga como idea central el desarrollo endógeno de los territorios.   

Entonces, y desde lo conceptual, un sistema de ciudades se requiere pensarlo a partir de elaboraciones para la implementación de acciones de Estado con visión y gestión sistémica, porque las políticas sectoriales pertenecen al pasado. Ese ha sido uno de los talones de Aquiles de la gestión y de la planeación de Colombia a nivel nacional y regional. La suma sectorial no conforma un sistema.

Pero, por qué ha fallado Colombia en la conformación de sistema de desarrollo de distinto tipo: por pensar a corto y no a largo plazo (los sistemas para conformarse toman tiempo de trabajo sistemático sostenido); porque priman los enfoques particulares a los nacionales (perverso y falso pragmatismo individualista); porque tenemos una profunda dependencia epistemológica donde la inteligencia de los Colombian@s se diluye y desperdicia en apresuradas elaboraciones conceptuales sin preguntas previas y sin haber creado capacidades endógenas de aprendizaje, por eso, si bien las políticas en un principio parecen buenas, al poco tiempo desnudan problemas de concepto, estructura y de operación.

Estas y otras fallas sistémicas se fundamentan en que no tenemos un orden político como lo sugieren North y otros en Orden, desorden y cambio económico, 2002; por lo tanto carecemos de instituciones inclusivas, como las que de manera complementaria a North definen Acemoglú y Robinson en su obra: Por qué fracasan los países, 2012; y una magnífica interpretación de lo que debe hacer Colombia, son las reflexiones de José Antonio Ocampo: Un modelo económico, social, y ambiental incluyente, 2012, que se puede consultar en este blog en la entrada Política y Desarrollo    

Además, el sistema de ciudades va a requerir de autonomía territorial para avanzar más rápido. Esto significa iniciar un proceso de descentralización de instrumentos de desarrollo del Estado y la creación de instrumentos propios de los territorios para que sea posible un desarrollo endógeno basado en las nuevas fuerzas del desarrollo de la nueva sociedad global.


Visión, modelos y ciudades del futuro 2040 y más allá

Se está consolidando aceleradamente una nueva aunque incierta sociedad, por lo tanto una nueva economía y unos nuevos territorios. Así, es conveniente construir procesos tendientes a disponer de una Visión de Futuro para la sociedad del futuro y diseñar Planes Estratégicos para edificar ese futuro. Antes que instrumentos convencionales de planeación estratégica y prospectiva se necesitan pensadores, visionarios y una inmensa voluntad política para desarrollar la nación, para lo cual lo más importante es el marco conceptual de partida porque es el que guía los procesos de cambio. Es lo que debe ser el producto final del proyecto sistema de ciudades en curso: el marco conceptual y estratégico de las ciudades colombianas del futuro, donde el presente debe ser la referencia pero su proyección lineal no será el futuro.

Ciudades y economía del conocimiento

Se requiere implementar en las ciudades una política compuesta por cuatro elementos principales: desarrollo productivo y emprendimiento; arte, cultura y diseño;  conocimiento, investigación e innovación; e infraestructura de transporte, movilidad y comunicaciones, contemplando estrategias como:

Desarrollar actividades productivas de alta y media – alta tecnología, e Industrias culturales y creativas. Nueva idea del diseño en el sentido amplio de proyectar una nueva sociedad y nuevas ciudades pero también una nueva estética. Y tener una idea propia de la innovación social porque hay factores endógenos que no están en la cosmovisión de otros.

Hábitats de la innovación el nuevo reto

En el contexto de la idea de impulsar ciudades de los nuevos tiempos dentro de la gran ciudad, uno de los retos que conjuga desarrollo urbano (efectos en los POT) y desarrollo tecnológico y productivo, alude a desarrollar nuevas ciudades dentro de las urbes, como aconteció cuando se planificaron ciudades y zonas industriales en los años de la sociedad industrial. Esto se debe hacer reestructurando espacios urbanos en declive, en otros casos complementando desarrollos recientes, y en otros construyendo nuevos ámbitos urbanos. Veamos algunos ejemplos de lo recién dicho.

En Bogotá, dos mega proyectos: La ciudad de la Ciencia (Anillo de la innovación reestructurado) , articulación de Innobo, parque de ciencia y tecnología de la Universidad Nacional y la renovación del CAN. Y Ciudad Salud Región en el aglomeración de hospitales públicos y privados de la la zona del San Juan de Dios.

En Medellín, el Distrito de la innovación y de las artes en la zona que incluye los campus de las Universidades de Antioquia y Nacional, Parque Explora, Bío Parque del Jardín Botánico, Parque - E, la SIU de la UDEA, el Complejo de Ruta N, el Museo de Antioquia, el Museo de Arte Moderno, el Centro Administrativo de la Alpujarra y la Plaza Mayor de EPM y otras infraestructuras.

Barranquilla, tiene el desafío de implementar el polo de la Innovación del Caribe. Además, desarrollar la visión para conformar el triángulo tecnológico e industrial del Caribe y de servicios avanzados con la  Ciudad Del Saber de Panamá y el Distrito Tecnológico petroquímico, naval y de turismo de Cartagena.

Bucaramanga y su área metropolitana. El polo científico y tecnológico de Piedecuesta en torno al Instituto Colombiano del Petróleo, el parque tecnológico de Guatiguará, y las sedes universitarias que han emigrado de Bucaramanga. Y la ciudadela de salud de Floridablanca en torno al complejo de la Fundación Cardio Vascular de Colombia.

Pereira, no debe abandonar la idea de concebir  el campus de la Universidad Tecnológica de Pereira como un parque tecnológico urbano, como uno de los núcleos integradores de iniciativas avanzadas de la Ecorregión del Eje Cafetero, con Armenia y sobre todo con Manizales ciudad de mediano tamaño que muestra los mayores avances en áreas de la sociedad del conocimiento y de la creatividad.           

Estos y otros proyectos no son en sí las ciudades de la innovación. Estos solo son elementos clave que hacen parte de la constitución de las ciudades y de sistemas urbanos de las décadas inmediatas, que son un concepto más complejo como lo ilustra el mapa conceptual.

Me parece muy importante la iniciativa del Gobierno Nacional, con apoyo del Banco Mundial, y la coordinación de Carolina Barco, de estudiar, proponer y construir un sistema de ciudades para Colombia.

Elaboración: Jaime Acosta Puertas





HÁBITATS DE INNOVACIÓN: 

PARQUES CIENTÍFICOS Y 

TECNOLÓGICOS EN COLOMBIA


Coreanos asesoran al gobierno nacional


Esta nota es una continuación de mi artículo publicado en este blog, en www.scrib.com/jaime_acosta_63 y en otras redes: "COREA DEL SUR: desarrollo, innovación y parques tecnológicos", teniendo en cuenta que los consultores coreanos vinieron a entregar el marco de política que recomiendan para una política colombiana de parques científicos y tecnológicos, y para acompañar algunos proyectos en marcha. 

El sentido de esta nota es totalmente propositivo y alienta los mejores resultados a esa tarea, para lo cual es necesario que tengan el mejor acompañamiento, sobre todo por factores idiosincráticos, tan distintos a la cultura coreana. 

Al final de los días, es la cultura la que determina el éxito o el fracaso de procesos y proyectos de transformación de una sociedad. La cultural es un factor inimitable y difícil de entender de buenas a primeras por agentes de otras culturas. Además, la idiosincrasia colombiana es diversa y compleja. Detrás de su amabilidad e inteligencia se esconden barreras y lecturas que fácilmente distorsionan y asombran, y que al final aborta procesos y proyectos o se hace otra cosa, casi nunca mejor, porque el inmediatismo atado a la opción de procesos e instrumentos sencillos de pronta implementación, no deriva en la construcción de procesos complejos, lo que a su vez determina una especie de superficialidad en el abordaje de conceptos y teorías. Un círculo perverso originado en la cultura del ya y del ahora. 

Seguramente todo se debe al día a día de una sociedad que no ha salido de un profundo y largo periodo de violencia que se ha llevado por delante varias generaciones y la posibilidad de elaboraciones y construcciones estables y de largo plazo, algo que brasileros y chilenos ya han entendido, pero que Colombia aun no. Por eso apuesto sin vacilaciones a la paz. 

Lo que acabo de escribir lo sustento con el comentario de una persona que leyó COREA DEL SUR: desarrollo, innovación y parques tecnológicos”. Palabras más palabra menos, me escribió diciendo “… hay grandes diferencias culturales entre los dos países, así como Corea es disciplinada y planifica a largo plazo, Colombia es lo contrario. Más bien lo que debemos hacer es construir nuestro futuro según nuestra idiosincrasia: cortoplacista, intermitente….” y otras connotaciones complementarias que ya no recuerdo. Más bien, querido lector, haga usted su propia elaboración. 

Las siguientes son mis reflexiones divididas en dos partes en torno a responder las preguntas: ¿nos estamos haciendo las preguntas correctas para crear parques y otros hábitats de innovación? ¿es posible consolidar y/o crear parques científicos y tecnológicos en Colombia? 

Premisas para crear parques científicos y tecnológicos y otros hábitats de innovación 

1) Hábitats de innovación como los parques científicos y tecnológicos, y otros hábitats menos complejos, como los centros de emprendimiento e innovación, y sobre todo otros aún más complejos, como ciudades de la ciencia y de la innovación, como los casos de Innobo, Ciudad Salud Región, o la Ciudad de la Ciencia en el rectángulo conformado por el Plan de Renovación del CAN, el parque científico y tecnológico de la UNAL e Innobo; o el distrito de la innovación de Medellín donde está Ruta N, necesitan de instituciones inclusivas e innovadoras, ya consolidadas como el caso de Corea. 

Si el ambiente institucional de Colombia continúa siendo el que ahora tiene, incluso, si se profundiza en torno a instituciones extractivas por la fiebre minero energética de enclave, los parques van a tener obstáculos para consolidarse o serán hábitats de innovación menos ambiciosos. ¿Por qué Brasil está desarrollando sus espacios de innovación con un elevado GINI con una tendencia en descenso? Porque está evolucionando a una sociedad con instituciones inclusivas. ¿Por qué Ecuador a la vuelta de pocos años nos podría superar? porque está construyendo un modelo de sociedad inclusiva y moderna. 

2) Para que una economía emergente incipiente logre un nivel superior de desarrollo debe tener una política industrial y de innovación en constante transformación, relacionada con las políticas de educación, ciencia, tecnología, emprendimiento, medio ambiente, arte y cultura, y desarrollo regional, que son fundamentales en la construcción de instituciones inclusivas. Este árbol de políticas conforma elevados niveles de coordinación que redundan en la posibilidad de pensar y adelantar procesos complejos de largo alcance, como los parques científicos y tecnológicos, y otros hábitats del futuro. 

3) Dado ese contexto, y dando un salto en la interpretación del modelo coreano y según la tendencia prevaleciente, los parques científicos y tecnológicos son cada vez más espacios abiertos y urbanos, antes que espacios cerrados. Abiertos en función de la sociedad y de la ciudad donde se localizan, y abiertos en sus relaciones con los actores de la innovación y del emprendimiento del territorio, del país y del mundo, conformados por un vasto universo de redes de múltiple tipo. Redes al interior del parque, redes del parque con los entornos locales, regionales, nacionales y mundiales. 

En este sentido, así como nos creímos el cuento del emprendimiento virtual, no se puede caer en la tentación de los parques virtuales amparados en el argumento de que lo importante es estar en red y elevando las capacidad de coordinación. ¡ NO ¡ Los parques tecnológicos urbanos necesitan de un núcleo principal donde estén próximas distintas instituciones y organizaciones relacionadas con hábitats de innovación, y a partir del núcleo principal pueden existir otros núcleos distribuidos en el territorio y puestos en red. 

Los proyectos en etapa de planificación de Bogotá son parques tecnológicos urbanos, en los cuales las artes, el urbanismo, el diseño y el ordenamiento del territorio por la via de los POT, son componentes determinantes y complementarios a la producción, investigación y emprendimiento de alto valor agregado de alto impacto en la transformación de la economía y de la sociedad. La imagen virtual ilustra de manera nítida este modelo. 


 
Pero también los parques tecnológicos en predios delimitados, como el parque de Guatiguará en el área metropolitana de Bucaramanga, o el de Manantiales en el área metropolitana de Medellín, se deben entender como sistemas igualmente abiertos porque lo que se hace al interior del parque es en función de necesidades y complementariedades con otras empresas, y centros de investigación de la región y más allá de sus fronteras. El siguiente mapa conceptual muestra el esquema general de un parque de este tipo pensado en términos del caso del PT Guatiguará y del futuro parque Manantiales. 


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En cualquier circunstancia ambos tipos de proyectos, parques abiertos o delimitados, son complejos y requieren de importantes inversiones, que no son suficientes, por ejemplo, con la ley de regalías por razones que explicaré más adelante. 

4) Los coreanos pero también la literatura especializada desde hace algunos años, señalan el recorrido y la evolución de los modelos de parques. Así como la economía y la manera de hacer investigación y de crear empresas han cambiado, también han cambiado los modelos de estos hábitats de la innovación. Esto no significa que Colombia dé el salto del “avispado”, y de un trazo desarrolle la más reciente generación de modelos de parques. Las etapas no se pueden saltar aunque sí puede y debe configurar modelos singulares con elementos de las distintas generaciones de parques. 

5) La estructura de la política de competitividad y de innovación con los actuales sectores de talla mundial de Colombia, no es funcional a la conformación y consolidación de los sistemas nacional y regionales de competitividad e innovación, su correlato con la política de CyT+i, y para el surgimiento, crecimiento y consolidación de los parques tecnológicos, centros de investigación, redes de innovación, centros de creación de empresas innovadoras, formación de clusters. Por ello, no es conveniente crear expectativas y apoyar una gama amplia de proyectos de parques tecnológicos por toda la geografía nacional con las regalías. Aquí debe haber orientación y planeación por parte del Ministerio de Comercio Industria y Turismo, de Colciencias, y del Departamento Nacional de Planeación, en concertación con las regiones respectivas. Tiene que haber distintas agendas, distintos modelos y flexibilidad conceptual en los mismos, de lo contrario lo que se va a tener es una serie de negocios fracasados pero con políticos volcados a la plata de las regalías. 

6) Pero lo anterior también ocurre por falta de orientación y de coordinación de las políticas, que incluye la falta de procesos pedagógicos en actores que conforman la Triple Hélice (universidad – empresa – estado) y desde estos a la sociedad sobre los contenidos y conceptos de las nuevas fuerzas del desarrollo local, los parques científicos y tecnológicos y otros hábitats de innovación. Esta pedagogía alude tanto a la nación y a los territorios, y esto significa que se debe crear una(s) fuerte(s) comunidad(es) de pensamiento en materia de hábitats y sistemas de innovación. Por eso en Colombia se confunde parques industriales, con parques tecnológicos, y estos con parques de investigación, y así sucesivamente se extiende la cadena de falta de conocimiento. 

Por lo tanto amable lector, empiece buscando en internet fotografías de ciudades creativas, de ciudades del conocimiento, de ciudades de la innovación, de ciudades sostenibles, de centros de investigación, de ciudades del futuro, de sistemas de innovación. Luego avance a buscar narraciones conceptuales cortas y sencillas. Y después busque en el ciberespacio redes y proyectos de hábitats de innovación, haga parte de ellas, y así podrá sumarse a la fascinante construcción del futuro, porque en Colombia el grupo de pensamiento en estos temas es reducido y sin fuerza política. 

¿Es posible consolidar y/o crear parques científicos y tecnológicos en Colombia? Si 

Se debe empezar con pocos proyectos, de 4 a 5 como máximo. Cada proyecto debe definir en qué desarrollos debe concentrarse en un principio para avanzar de manera paulatina y al mismo tiempo planificar su crecimiento a mediano y largo plazo, sin importar si más adelante se tiene que hacer ajustes al modelo inicial. Pero lo importante es saber cómo se va a desatar cada parque. Es aquí donde está el problema de Colombia en cuanto a saber entender e iniciar estos proyectos. Los parques de Colombia, en un comienzo y en los siguientes 10 años y algo más, no pueden ser grandes, porque a diferencia de parques planificados, del orden estatal o mixtos y en grandes economías avanzadas, los parques en economías emergentes como Colombia no pueden ser grandes en sus inicios y a mediano plazo. 

Así, el proceso en su comienzo sea mesurado, es importante que cada proyecto esté enmarcado en modelos robustos de parques, para lo cual se requiere que cada modelo tenga un potente marco conceptual que guíe los estudios de pre y factibilidad, la implementación y su desarrollo en los primeros años. La mayoría de parques en Colombia se han formulado copiando modelos comunes que en su mayoría nada tienen que ver con nuestra realidad por lo tanto no indican de partida la singularidad del proyecto respectivo. 

Luego de la primera fase los parques irán creciendo poco a poco y darán un salto cuando menos se piense, siempre y cuando el conjunto de las políticas de desarrollo productivo, desarrollo regional y de ciencia tecnología e innovación, estén concebidas para desarrollar el país y no solo para crecer a través de proyectos inmediatos y aislados. Los parques así como la incubación NO SE PUEDEN CONSIDERAR INSTRUMENTOS AISLADOS. Este es uno de los errores de Colombia: fragmentar lo sistémico. Los parques son en sí mismos ecosistemas de innovación, investigación, creatividad, emprendimiento, y por tanto de propiedad intelectual. Pero las incubadoras también son sistemas más pequeños y del mismo tipo que los parques y ambos forman un solo sistema cuando hacen parte del mismo proyecto. Y ambos, así estén en espacios distantes, por lo tanto cada uno es independiente, se articulan a través del sistema territorial de desarrollo productivo, innovación y emprendimiento. 

Los parques también son poderosos instrumentos de una política de desarrollo regional y en particular de los sistemas de desarrollo productivo, de innovación y emprendimiento del territorio. Y desde el nivel nacional, son un importante instrumento de la política nacional de competitividad y de innovación en articulación con la política nacional de CyT+i, la política de emprendimiento, y la política de desarrollo regional. 

Difícilmente, en un país como Colombia, los parques tecnológicos se pueden desarrollar como proyectos regionales. Si bien la iniciativa debe ser de las regiones, debe haber un marco robusto de política nacional con normatividad y recursos que los apoye de manera permanente. En un país centralizado como Colombia ningún instrumento de desarrollo de gran impacto en el desarrollo regional, puede adelantarse si no está amparado por una política nacional específica y por las políticas nacionales de desarrollo correspondientes ya aludidas. 

Incluso, el modelo de Medellín, sería mucho más potente y robusto si tuviera un mejor marco de políticas nacionales, teniendo en cuenta que es un país centralista. En regímenes autonómicos, las cosas son distintas, aunque siempre hay estado nación. 

Además, los parques tecnológicos son claves para consolidar programas como Innpulsa. Al respecto, si éste no es acompañado pronto de una revisión de los sectores de talla mundial, del fortalecimiento de la incubación (start ups), y del sistema de spin off de las universidades y de las empresas, se va a desinflar como un globo que no soportará más peso, pues ya va en seis estrategias y de pronto le cuelgan más. Innpulsa es muy bueno pero es una iniciativa solitaria muy nueva y que deberá descentralizarse más adelante. Si ahora no se la rodea bien, mañana se sumará a la lista de tantos instrumentos fracasados, lo que a su vez afectará a los hábitats de innovación que están más arriba en la pirámide de los sistemas de innovación y emprendimiento: los living lab, parques tecnológicos, ciudades del futuro. 

Con motivo de las regalías se presentaron y aprobaron varios proyectos de parques. Se debe hacer desde la nación un acompañamiento técnico de esos procesos por expertos que conozcan el país en sus distintas idiosincracias: territoriales e institucionales, relacionadas con las denominadas nuevas fuerzas del desarrollo. El modelo de parques de Colombia debe ser muy singular y solo así será exitoso. No hay modelo externo que sirva. Se debe crear, lo he manifestado más de una vez. 

Las regalías también deben servir para fortalecer los centros de investigación en cada territorio. Hay que dotarlos de equipos robustos y de investigadores potentes. 

En síntesis, hay que diseñar un texto marco de la política de parques tecnológicos, en el contexto de qué políticas, cómo cabe en ellas, cómo se financia, cómo juegan los distintos actores, y su relación y coordinación con otros instrumentos. El siguiente mapa conceptual es un aporte a esa arquitectura. 

Ha llegado a Colombia el equipo de consultores coreanos que han venido haciendo un trabajo de evaluación y de lineamientos de una política nacional de parques científicos y tecnológicos, pero también vienen a hacer una consultoría para acompañar el desarrollo de algunos. 

Dada la cultura de Colombia de evadir y postergar los procesos complejos, o su incapacidad para hacerlo, no sería aconsejable hacer el trabajo con los coreanos hasta tanto no se tenga la política de parques científicos y tecnológicos. 

No se duda de la capacidad y seriedad de la misión de expertos extranjeros, pero su trabajo tendrá resultados magros, y muchos componentes o aspectos no tendrán efecto alguno y terminarán en los anaqueles como sucedió hace algunos años con una cooperación española de cuyo trabajo no quedó nada, si no hay un marco de políticas a partir de las cuales los parques se desarrollen. 

Tampoco sería correcto hacer la consultoría para apoyar un determinado número de proyectos, y a partir de sus resultados diseñar la política de parques, porque es como bañarse vestidos: al final no hay ni baño ni hay vestido. Así sucede cuando no se generan las condiciones previas para que un instrumento de desarrollo sea exitoso. Basta recordar el fracaso con las incubadoras, con los centros de productividad, y con otros instrumentos cuyo inventario sería un buen ejercicio académico. 

Considerando que Colombia navega en un mar de regalías, fácilmente se puede caer en la trampa de decir que con esos recursos se apoyará los parques. Los parques no pueden quedar al vaivén de la larga rutina de los OCAD y de las incertidumbres de las negociaciones políticas por las regalías, sobre todo cuando su reglamentación está pendiente porque hay vacíos en su concepción. Esa es solo una de las fuentes de financiación. 

También recomiendo no tirar por la borda el capital intelectual acumulado. Hay personas que solo y solamente ellas, tienen en su cabeza un conocimiento tácito que no se puede esconder. Por lo tanto, las experiencias recorridas no se pueden desconocer. Obviarlas refleja rezago y dependencia: la mala idea del borrón y cuenta nueva, otra característica de nuestra cultura. 

Adicionalmente, se recomienda mente abierta para aceptar que fracasos pasados son fuente de éxito en el futuro. Otra actitud que he detectado con los años, es que ante el fracaso de unos instrumentos se los condena al ostracismo y a su defunción definitiva. Entonces, niegan e invalidan las incubadoras, los parques, etc etc. Todas las experiencias exitosas en el mundo, en distintas culturas, le dan un alto valor a fracasos iniciales. En Colombia no ocurre así. Se tira por la borda el conocimiento acumulado. 

Finalmente, he llegado a la conclusión de que Colombia y también otras naciones latinoamericanas, necesitan dar un paso al lado y dejar pasar la dependencia epistemológica y por tanto científica y tecnológica. Se ha trasegado muchos años tratando de copiar y de aprender, y poco se ha logrado. Es hora de crear modelos propios. Los instrumentos tal como se dan en otros lados, no se pueden dar en Colombia. Corea es un gran ejemplo de aprendizaje, apropiación y desarrollo. Colombia, al no tener como objetivo final el desarrollo, sus procesos de aprendizaje y de apropiación son aún muy blandos. 

Mucha suerte y éxitos en esta nueva aventura por construir un futuro distinto al pasado y al presente. 




COREA DEL SUR 

DESARROLLO, INNOVACIÓN Y HÁBITATS DE LA INVESTIGACIÓN Y DE LA IMAGINACIÓN 

Reflexiones para Colombia

Hace sesenta años los indicadores generales de desarrollo eran mejores en Colombia que en Corea del Sur. Pero en este largo medio siglo parecería que Corea ha hecho casi que todo bien y Colombia casi que todo mal.


Instituto Nacional de Ecología en Seúl. Fotografía del internet
Lo dicho se refleja en cualquier indicador importante y relevante del desarrollo que el curioso lector quiera mirar y comparar de manera aleatoria en internet: cantidad y tipo de exportaciones, tamaño y tasas de crecimiento del PIB, índice de desarrollo humano, calidad de la educación, actividad en ciencia y tecnología, infraestructura de cualquier tipo, desarrollo regional, índice de corrupción, y la lista sigue.
                                                                                                                                       
Por eso es bueno saber que en los últimos meses acompaña al Gobierno de Colombia una cooperación internacional de ese país para apoyar al diseño de la política nacional de parques científicos y tecnológicos, que serán importantes para mejorar la baja productividad y acelerar la transformación productiva y así ayudar a la competitividad, a la innovación y al desarrollo regional. Veamos algunas diferencias en los modelos de los dos países.

Desarrollo productivo

Corea ha hecho un sostenido y acelerado proceso de transformación productiva que llevó a su economía de las manufacturas livianas - como textiles y confecciones -, a las industrias de media alta y alta tecnología - industria pesada, automotriz, microelectrónica -, y desde el año 2000 avanza a la fase más alta de un proceso de industrialización como es la formación de sistemas productivos de innovación y emprendimiento conformado por múltiples redes de alta complejidad, donde el foco de la producción se orienta al desarrollo industrial basado en el conocimiento con tecnologías no contaminantes.

Mientras tanto, Colombia regala el país con tal de atraer transnacionales para explotar sectores extractivos sin ninguna agregación de valor. Es decir, se comporta como una economía de enclave en la sociedad del conocimiento, a la que se suma una minería ilegal y criminal. Al mismo tiempo vende empresas, generando un proceso de desnacionalización y no de fortalecimiento de la industrialización para globalizar la producción. 

Estas características tan diferentes en la evolución de la especialización de las dos economías, es la razón por la cual Corea ha logrado conformar instituciones inclusivas que indican equidad y alta capacidad de innovación y de transformación productiva. Mientras tanto, Colombia muestra unas instituciones extractivas, que explican la inequidad, la escasa transformación productiva, y una baja capacidad de innovación endógena.

Todo el complejo andamiaje de producción con innovación y bienestar de Corea, descansa en tres ministerios: el de educación ciencia y tecnología; el de la economía del conocimiento; y el ministerio del bienestar y la salud. Aquí se evidencian otras diferencias en la idea del desarrollo de los dos países.

Corea tiene a la investigación científica y tecnológica con rango ministerial. Colombia no.

Corea tiene un misterio de la economía del conocimiento: siglo XXI. Colombia tiene un ministerio de comercio, industria y turismo: siglo XX.

Corea tiene un ministerio del bienestar asociado a la salud, Colombia un ministerio sectorial y privado: Ministerio para las EPS.

Así las cosas, en Corea, la pobreza y la inequidad fueron derrotados por un buen desarrollo de largo plazo, y no cayeron en la falacia de que las transnacionales son la base del desarrollo de un tercer país, algo que Colombia se ha creído con devoción. Ningún país se ha desarrollado sin producción nacional y sin un potente sistema de empresas nacionales. Ninguno. Corea ha hecho su desarrollo con empresas nacionales que se han convertido en empresas globales que por supuesto se alían con empresas de otros países. Esto es lo correcto en la globalización, no la destrucción y la no construcción de capacidad productivas nacionales. Por eso los países que transitan del subdesarrollo al desarrollo, incorporan dentro de sus estrategias de transformación productiva y de innovación, organizaciones que también llegan a hacer investigación y desarrollo. Es una manera de establecer esquemas de negociación avanzados y recíprocos, donde el país receptor de la inversión ofrece su mercado y a cambio la empresa transnacional desarrolla tecnología en el país anfitrión.   

Torre Samsung en Bogotá. Fotografía de Jaime Acosta
Colombia no ha hecho un crecimiento con transformación productiva, equidad e innovación, porque la industrialización se quedó trunca en la estructura productiva que tuvo Corea hace cuarenta años. Por el contrario, se ha reprimarizado con la minería de enclave y a su vez depredadora del medio ambiente y de las finanzas del estado, porque lo que pagan las transnacionales en regalías se los devuelven en deducciones tributarias. En otras palabras, en una ventanilla consigna y en la de al lado retira.

En Corea, el desarrollo productivo está acompañado de múltiples políticas: educación, ciencia y tecnología, desarrollo regional, infraestructura,….., todo bien hecho y coordinado, y es por eso que su competitividad y productividad es de las más altas del mundo.

Mientras tanto, en Colombia, las políticas son sectoriales y desligadas una de otra, que evidencia una saga de fallas de coordinación y de debilidad institucional.  Este tema lo abordo en un trabajo reciente para la Friedrich Ebert Stiftung, sobre política industrial y de innovación para Colombia, y que se puede consultar en www.library.fes.de o en www.fescol.org, en el cual resalto que la base para que las ciudades y regiones tengan futuro, debe partir de una nueva política industrial y de innovación de la nación.
Mapa conceptual con base en Programa de Transformación Productiva.

En las siguientes líneas me detengo en el tema de ciencia y tecnología porque nos llevará más adelante a los parques tecnológicos.

Investigación, innovación e imaginación para el desarrollo

Corea y los demás países de Asia oriental entendieron la importancia de la ciencia y la tecnología. Hace algún tiempo, en los años 1990, Corea llegó a invertir la suma más alta en proporción al PIB que nación alguna haya hecho en los últimos 50 años: el 7% del PIB en investigación. Ahora su inversión se ha situado encima del 3%, y es una de las más elevadas del globo. Por el contrario, Colombia aduras penas bordea el 0.20% del producto, la más baja de una economía emergente incipiente.

Cuando esas diferencias en investigación e innovación se acumulan en el tiempo, la velocidad y la brecha entre una y otra economía y entre una y otra sociedad, se vuelve exponencial. Es decir, inalcanzable. Y significa también que en Corea la ciencia y la tecnología aportan al crecimiento y en Colombia no, porque la inversión es muy baja y entonces no tiene impacto en la producción, en la innovación, en el emprendimiento, en las exportaciones con alto valor agregado, y en el desarrollo de las regiones.

Además, la importancia de la ciencia en el desarrollo está vinculada a la calidad de la educación. Querido lector, busque en la red clasificaciones internacionales de universidades en el mundo, hay como cuatro, y vea cuantas universidades de Corea hay entre las 1.000 mejores, y en qué lugar,  y compare con Colombia.

Haga un esfuerzo adicional, y cuente cuantas universidades tiene Corea y cuantas universidades tiene Colombia. Le aseguro que se va a asombrar, porque Colombia tiene muchas más instituciones de educación superior que Corea, pero tiene cinco millones de habitantes menos. Esta dispersión afecta la calidad de la educación y de la investigación porque deriva en comunidades mínimas del conocimiento cuya suma no deriva en un buen sistema. El estado, via políticos y empresarios, han hecho de la universidad un negocio y no un servicio para el desarrollo. La señora Bachelet, en su primer anuncio en su nueva aspiración presidencial, dijo que la educación no debe tener ánimo de lucro y que se debe fortalecer la educación pública.

Haga otro esfuerzo: averigue cuantos PHD tiene Corea y cuantos Colombia.  E indague todo lo que se le ocurra en materia de desarrollo en las bases de datos de organismos multilaterales y se dará cuenta que el desarrollo no llega de un día para otro, demora décadas, lo cual no es nada en la historia y en el tiempo de las naciones. 

Esta es otra dimensión perdida en la cosmovisión de los colombianos: la construcción del largo plazo. Todo se quiere para ya y para ayer, tanto los políticos, como los empresarios, y los tecnócratas. Mientras tanto, en Corea prima la construcción de largo alcance. Por eso le apostaron al desarrollo hace sesenta años, y ya lo alcanzaron. Mientras tanto, Colombia parece paralizada en el arranque y podríamos decir que nos faltan cuarenta o más años para alcanzar el actual nivel de desarrollo de los coreanos.  Perdimos más de medio siglo. Chile y Brasil reaccionaron hace dos décadas aproximadamente, y en dos décadas más alcanzarán un elevado umbral de desarrollo.  

Todo lo anterior explica la baja productividad, competitividad y la escasa transformación productiva de Colombia, y sus grandes brechas regionales y sociales, porque se piensa y administra el país como si fuera una hacienda de gamonales y trabajadores. Por eso tenemos guerra rural hace 60 años, por eso tenemos una violencia urbana derivada de la falta de oportunidades y de malas instituciones - en el sentido de Acemoglú y Robinson en su libro Por qué fracasan los países -, y por eso atacamos la pobreza a punta de subsidios y no de desarrollo.

Los  parques científicos y tecnológicos: la innovación en las regiones y la creación de empresas innovadoras de impacto global

Corea, en sus sesenta años de construcción del desarrollo ha sabido definir sus especializaciones productivas en las distintas etapas de su constante y consistente proceso de transformación productiva, a través de sus políticas industrial y de ciencia y tecnología.

Esas decisiones son estratégicas y claves para direccionar las áreas donde se debe orientar la creación de empresas innovadoras, fortalecer y crear centros de investigación, focalizar los incentivos a las empresas, y mejorar la calidad y pertinencia de la educación. En todo esto fallan las políticas de desarrollo de Colombia, porque hace rato no hay decisiones de estado para que el sistema productivo evolucione,  y por ello no ha surgido una cultura emprendedora, por eso la investigación es marginal y la educación deja que mucho desear agravada con la desatención a la universidad pública, pero también al rezago de ésta para entender y transformar su modelo y sus políticas de relacionamiento con la sociedad, con las empresas y con el estado, para que la investigación y la innovación fluya de la universidad a la sociedad y a la economía y de estas a la universidad. Lo que ahora fluyen son las consultorías desde la universidad hacia el estado y de este a la universidad, pero no la investigación y la innovación que son las que permiten construir el futuro.

Entonces, por qué Corea tiene una potente red de 18 parques científicos y tecnológicos, algunos de los más grandes del mundo.

Ha tenido política industrial para apoyar la transformación productiva, mediante sectores estratégicos en los cuales han impulsado, primero, los parques industriales, y desde hace tres décadas, vienen creando parques tecnológicos, clusters y sistemas de redes de innovación y emprendimiento. Esta es la consecuencia y la razón por la cual patentan más que toda América Latina.

La ciencia y la tecnología con educación, han estado al frente de las políticas de desarrollo, para conformar potentes plataformas de la triple hélice, que es la sinergia entre las universidades, las empresas y el estado en las regiones, por lo cual también ha creado una cultura del emprendimiento.

De manera acertada, la misión coreana resalta tres procesos de parques tecnológicos o habitas de innovación, sin desconocer otros, y no sin acotar que son procesos incipientes: el corredor urbano donde está la Ruta N en Medellín; el parque tecnológico de Guatiguará en el área metropolitana de Bucaramanga; y en Bogotá, la ciudad del conocimiento a través de tres grandes proyectos articulados y en proceso de planeación: Innobo, el Parque de Ciencia y Tecnología de la Universidad Nacional, y la renovación del CAN, sobre lo cual he escrito textos en estas últimas semanas y publicados en www.confidenciacolombia.com, y en este blog.

Pero qué es un parque tecnológico o hábitat de la innovación

Para que los lectores sepan de que estamos hablando, los parques tecnológico o hábitats de innovación, se definen como zonas donde están asentados centros de investigación y empresas innovadoras, por lo general en sectores productivos de alta tecnología (TICs, biotecnología, industria farmacéutica, microelectrónica, aeronáutica, plásticos, energía, aparatos e instrumental científico para distintos usos, entre otras especializaciones). Pero también existen parques tecnológicos agroindustriales, parques de innovación social, parques de la creatividad. En todos estos ambientes se trabaja en sinergia para desarrollar nuevos productos y nuevos procesos de alto valor agregado para el sistema productivo, la sociedad, la cultura y el estado.

Estos hábitats no son islas desligadas del resto de la ciudad y de la economía. Lo que en ellos se hace está relacionado con el conjunto del sistema productivo,  y con la solución de problemas sociales, de la cultura y del estado. Por eso se entienden como espacios abiertos de innovación y emprendimiento, por su interrelación con el conjunto de la sociedad, no solo local, sino también de la nación y del mundo. La imagen nos muestra la imagen de una ciudad de la innovación coreana.

Innopolis: ciudad de la innovación en Corea
Adicionalmente, en torno a los parques o hábitats de innovación, se hace renovación o construcción urbana: vivienda, universidades, servicios de salud, centros de artes y de cultura, asistidos por sistemas modernos de transporte, todo bajo un concepto de sostenibilidad y de inclusión social. De esta manera, producción y vida, se integran y conforman un nuevo concepto de ciudades, como lo muestran las siguientes visiones bajadas de internet.


Bosque de la Cultura en Seúl
Museo Nacional de Historia Contemporánea en Seúl
                                                                                 
Por qué los coreanos visualizaron una ciudad de la ciencia en Bogotá. Porque conocieron de la existencia de una serie de proyectos de hábitats de innovación, en etapa de planeación: Innobo, Ciudad Salud Región, el Parque de Ciencia y Tecnología de la Universidad Nacional, la Renovación del CAN, y la operación estratégica del Anillo de la Innovación, que en conjunto configuran la idea de una ciudad del conocimiento o de ciudad de la ciencia, como lo registra el mapa y luego el planteamiento urbano del parque de ciencia y tecnología de la Nacional, donde el edificio con arcos es la actual Hemeroteca Nacional.

La ciudad de la ciencia en Bogotá: innobo + parque de CyT UNAL + Renovación del CAN
                                                                                                       
Parque de CyT de la UNAL. Fase 1 en el sur occidente del campus

Lecciones a partir de la experiencia de Corea del Sur

1) Para que una economía emergente logre un nivel superior de desarrollo debe tener una política industrial y de innovación en constante transformación, relacionada con las políticas de educación, ciencia, tecnología, emprendimiento y desarrollo regional. Esto conforma elevados niveles de coordinación que a su vez contribuyen a formar instituciones inclusivas.

2) Dado ese contexto, y dando un salto en la interpretación del modelo coreano, los parques científicos y tecnológicos son cada vez más espacios abiertos, urbanos, antes que espacios cerrados. Abiertos en función de la sociedad y abiertos en sus relaciones con los actores de la innovación y del emprendimiento de la ciudad, de la región donde están ubicados, del país y del mundo, conformado por un universo de redes de múltiple tipo. Redes al interior del parque, redes del parque con los entornos locales, regionales, nacionales y mundiales.

3) Los coreanos pero también la literatura especializada desde hace ya algunos años, señala el recorrido y la evolución de los modelos de parques. Así como la economía y la manera de hacer investigación y de crear empresas ha cambiado, también han cambiado los modelos de estos hábitats de innovación.  Esto no significa que Colombia dé el salto del “avispado”, y de un trazo desarrolle la más reciente generación de modelos de parques. Las etapas no se pueden saltar aunque sí configurar modelos con elementos de las distintas generaciones de parques.

4) La política de competitividad y de innovación y los sectores de talla mundial de Colombia, no son funcionales al surgimiento, crecimiento y consolidación de los parques tecnológicos, centros de investigación, redes de innovación, centros de creación de empresas innovadoras, formación de clusters. Por ello, no es conveniente crear expectativas y apoyar una gama amplia de proyectos de parques tecnológicos por toda la geografía nacional. Aquí debe haber orientación y planeación por parte del Ministerio de Comercio Industria y Turismo, de Colciencias, y del Departamento Nacional de Planeación, en concertación con las regiones respectivas. De lo contrario lo que se va a tener es una serie de negocios fracasados con políticos volcados a las regalías.

5) Pero lo anterior ocurre por falta de orientación y de coordinación de las políticas, que incluye la falta de procesos pedagógicos en las universidades y desde estas a la sociedad sobre los contenidos y conceptos de las nuevas fuerzas del desarrollo local, y dentro de ellas de los parques tecnológicos y otros hábitats de innovación. Pero esta pedagogía también alude a la nación y los gobiernos territoriales, y esto significa que se debe crear una(s) fuerte(s) comunidad(es) de pensamiento en materia de hábitats y sistemas de innovación. Hay mucho especulador pero poco conocedor, por eso en Colombia se confunden  parques industriales, con parques tecnológicos, y estos con parques de investigación, y así sucesivamente se extiende la cadena de falta de conocimiento. Por eso lector, empiece buscando en internet fotografías de ciudades creativas, de ciudades del conocimiento, de ciudades de la innovación, de ciudades sostenibles, de centros de investigación, de ciudades del futuro, sistemas de innovación. Luego avance a buscar narraciones cortas y sencillas, y así podrá sumarse a la construcción del futuro, porque el grupo de pensamiento en estos temas es en Colombia reducido y sin suficiente fuerza política. 

6) ¿Está Colombia preparado para desarrollar los parques tecnológicos? Sí, pero con pocos proyectos, de 4 a 6 como máximo. Cada proyecto debe definir en qué desarrollos debe concentrarse en un principio para avanzar de manera paulatina y a su vez planificar a mediano y largo plazo. Pero lo importante es saber cómo se van a desatar cada parque. Es aquí donde está el problema de Colombia en cuanto a saber entender e iniciar estos proyectos. Los parques de Colombia no pueden ser grandes en un comienzo, porque salvo parques planificados, del orden estatal o mixtos y en grandes economías avanzadas, los parques en economías emergentes como Colombia no pueden ni deben ser de mayor tamaño en sus inicios. 

Es importante que cada proyecto esté enmarcado en modelos robustos de parques, para lo cual se requiere que cada modelo tenga un potente marco conceptual que guíe los estudios de pre y factibilidad, la implementación y el desarrollo del parque en sus comienzos. Los parques en Colombia se formulan copiando estándares comunes que en su mayoría nada tienen que ver con nuestra realidad por lo tanto no indican de partida la singularidad del proyecto respectivo.

Luego de las primera fase los parques irán creciendo poco a poco y darán un salto cuando menos se piense. Los parques así como la incubación NO SE PUEDEN CONSIDERAR INSTRUMENTOS AISLADOS. Este es uno de los errores de Colombia.  Los parques son en sí mismos ecosistemas de innovación, investigación, creatividad, emprendimiento, y por tanto de propiedad intelectual. Pero también son poderosos instrumentos de una política de desarrollo regional y en particular de los sistemas de competitividad, de innovación y emprendimiento del territorio. Y desde el nivel nacional, son un importante instrumento de la política nacional de competitividad y de innovación en articulación con la política nacional de CyT+i, y de desarrollo regional. 

Además, los parques tecnológicos son claves para consolidar programas como Innpulsa. Si éste no es acompañado pronto de una revisión de los sectores de talla mundial, del fortalecimiento de la incubación (start ups), y del sistema de spin off de las universidades y de las empresas, se va a desinflar como un globo que no soportará tanto peso, ya va en seis estrategias y de pronto le cuelgan más.  Innpulsa  es muy bueno pero es una iniciativa solitaria que además deberá descentralizarce más adelante. Si ahora no se la rodea bien mañana se sumará a la lista de tantos instrumentos fracasados.

Con motivo de las regalías se presentaron y aprobaron varios proyectos de parques. Se debe hacer desde la nación un acompañamiento técnico de esos procesos por expertos que conozcan el país en sus distintas idiosincracias: territoriales e institucionales, relacionadas con las denominadas nuevas fuerzas del desarrollo El modelo de parques de Colombia debe ser singular para que sea exitoso. No hay modelo externo que sirva. Se debe crear, lo he escrito más de una vez.

Las regalías también deben servir para fortalecer los centros de investigación en cada territorio. Hay que dotarlos de equipos robustos y de investigadores potentes. 

En síntesis, hay que diseñar un texto marco de lo que debe ser la política de parques tecnológicos, en el contexto de qué políticas, cómo cabe en ellas, cómo se financia, cómo juegan los distintos actores, y su relación y coordinación con otros instrumentos.




CIUDAD DE LA CIENCIA EN BOGOTÁ

Una misión de cooperación técnica de Corea del Sur que asesora al Ministerio de Comercio Industria y Turismo de Colombia en el diseño de la política de parques científicos y tecnológicos vio en Bogotá una ciudad de la ciencia en la misma zona donde se está proyectando la Renovación del CAN.

www.scribd.com/jaime_acosta_63


Esa visión la concibieron con base en la visión que hemos construido otros, a través de proyectos como Ciudad Innobo, el parque de ciencia y tecnología de la Universidad Nacional, Ciudad Salud Región, y por una mirada distinta de la renovación del CAN, que me permití exponer en un texto titulado: El plan de renovación del Can debe tener en cuenta a la Universidad Nacional, que se puede consultar en esta página.

Aproximación tan calificada como la de los expertos coreanos alegra y avala el trabajo realizado. Queda a las autoridades públicas, de la ciudad y de la nación, liderar su gradual implementación en alianza con privados, universidades y otros actores, primero como proyecto de ciudad, y luego como proyecto inmobiliario. Si el orden se invierte se daña el concepto y no habrá ciudad de la ciencia.



Las intermitencias de Bogotá

Los dorados años 1990 se caracterizaron por ordenar las finanzas, inculcar  la cultura ciudadana, y mejorar el espacio público y la movilidad. Los años de la saga amarilla por lo social y por la inmovilidad. Y lo que va del periodo de la multicolor progresista, por lo social, el medio ambiente y la puesta en marcha del sistema integrado de transporte público SITP.

Pero todas las administraciones han dejado de lado la generación de  nuevas oportunidades a partir de un proyecto de transformación productiva basada en educación, ciencia, tecnología y emprendimiento, creando nuevos hábitats productivos y nuevas ciudades dentro de la gran ciudad. Siendo este el gran déficit de los distintos modelos, no alcanza para que la impronta de las distintas banderas políticas haya configurado un proyecto de ciudad productiva, innovadora, inteligente, inclusiva y sostenible.

Bogotá siempre ha tenido ideas, pero siempre le falta algo para convertir ideas en desarrollo. El espacio público y la movilidad se han hecho sin desarrollo productivo e innovación, por eso los corredores de transmilenio se han convertido en muros para una horrible e incontrolada expresión grafitera evidencia del fin de la cultura ciudadana, de lo distante que están las artes de la ciudadanía,  y del desarraigo de los jóvenes con la ciudad.

Bogotá también ha tenido intervención social e intención ambiental, sin desarrollo productivo e innovación, que se expresa en una creciente informalidad plagada de vendedores ambulantes y de comercio al menudeo instalado en todo garaje disponible, que es también el fracaso de la protección social de Colombia: más del 70% de los colombianos no acceden a pensión ni tienen esperanza de acceder a ella, por eso viven del rebusque.

Petro tiene en mente una ciudad incluyente y sostenible, multiusos y multiestratos, densificada y con sistema integrado de transporte público SITP, todo lo cual implica grandes proyectos de renovación urbana. Hasta ahí todo bien.

No obstante, tiene encima del escritorio dos megaproyectos: Ciudad Salud Región e Innobo, que responden al tipo de metrópoli que el alcalde tiene en su cerebro, en su plan de desarrollo, pero no en la planeación de la ciudad porque la Secretaría de Planeación los sacó del POT.

A esos dos proyectos se suman el parque de ciencia y tecnología de la Universidad Nacional (PCT de la UNAL), el cual ni se menciona en el POT; y el Plan de Renovación del CAN (PRC), que tampoco está en el POT. Sin embargo, Innobo – que corre a lo largo del borde norte de las zonas industriales de Puente Aranda y Fontibón-, el parque de la Nacional, y el plan del CAN, conforman una unidad territorial y conceptual, por la vecindad de unos y otros, y por una serie de dotación de factores complementarios y comunes que veremos más adelante.

Innobo (el círculo de línea punteada) hace parte de la Operación Estratégica del Anillo de la Innovación.



Articulando Innobo, parque de la Nacional, y el CAN, el Anillo de la Innovación debe revisarse y expandirse aprovechando los ajustes al POT, porque ese es el territorio de la ciudad de la ciencia que vieron los coreanos, y que el siguiente mapa ilustra.

Autor: Jaime Acosta

De esa manera, este territorio puede responder a varias condiciones de una ciudad del futuro: una nueva ciudad dentro de la gran ciudad, con nuevo urbanismo, densificada (vivienda multiestratos), multiusos (educación, salud, investigación, cultura, industrias y servicios de alto valor agregado, entre otros),  punto de encuentro del norte y del sur de la ciudad, asistida por las troncales de transmilenio de las Américas, calle 26, carrera 30, y en el futuro por las troncales de la avenida Boyacá y de la avenida 68, pero también por el tranvía que vendrá de Kennedy pasando por el Anillo de la Innovación (donde está Innobo) antes de llegar al centro y tomar hacia el norte.

Así las cosas, se tiene un gran proyecto de renovación urbana vecino al parque Simón Bolívar y al Jardín Botánico, que conforma una imagen de ciudad sostenible, inteligente e incluyente: una ciudad de la ciencia y de la vida.

Medellín, a menor escala, empezó hace años un proyecto de este tipo, el cual comienza en el Parque Explora y en el Jardín Botánico, pasa por la Universidad de Antioquia y por el complejo de Ruta N, llega hasta el centro administrativo la Alpujarra, prosigue al complejo de EPM, centro de Exposiciones, teatro metropolitano, y termina en el museo de arte moderno.

De forma sorprendente, estos hábitats del futuro no hacen parte del proyecto de sistema de ciudades que se supone mira al año 2032. La economía de la innovación y de la imaginación es un actor transversal, general, sin espacio en ese sistema, según el primer informe publicado por el Banco Mundial y el Departamento Nacional de Planeación. La productividad se restringe a la movilidad, al espacio público y la densificación, y en abatir la pobreza, sin desarrollar la producción y la inteligencia. Pero habrá que esperar los estudios y propuestas finales de la misión que coordina la urbanista Carolina Barco. 

Pero cómo es la ciudad de la ciencia que vieron los coreanos, una cultura que en los últimos sesenta años se ha caracterizado por mirar y construir el futuro.

Para que todos los lectores sepan de que estamos hablando, una ciudad de la ciencia hace parte de lo que ahora se conoce como hábitats de innovación, que de manera sucinta se definen como zonas donde están asentados centros de investigación y empresas innovadoras, por lo general en sectores productivos de alta tecnología (TICs, biotecnología, industria farmacéutica, microelectrónica, aeronáutica, plásticos, energía, aparatos e instrumental científico para distintos usos, pero también en agroindustria y en innovación social, entre otras especializaciones),  y trabajan en sinergia para desarrollar nuevos productos y nuevos procesos de alto valor agregado para el sistema productivo, la sociedad y el estado.

Estos hábitats no son islas desligadas del resto de la ciudad y de la economía. Lo que en ellos se hace está relacionado con el conjunto del sistema productivo,  y con la solución de problemas sociales, de la cultura y del estado. Por eso se entienden como espacios abiertos de innovación, por su interrelación con el conjunto de la sociedad, no solo local, sino también de la nación y del mundo.

En torno a ellos se hace renovación o construcción urbana: vivienda, universidades, servicios de salud, centros de artes y de cultura, asistidos por sistemas modernos de transporte, todo bajo un concepto de sostenibilidad y de inclusión social. Por eso se conocen como nuevas ciudades.

Por qué los coreanos visualizaron una ciudad de la ciencia en Bogotá. Porque conocieron de la existencia de una serie de proyectos de hábitats de innovación, en etapa de planeación, que a continuación se reseñan.

Ciudad Innobo: un concepto una marca

Este proyecto fue pensado inicialmente como un distrito de ferias, convenciones y turismo de negocios para definir el lugar del Centro de Convenciones de Corferias, y la recuperación y revitalización de la zona. Sin embargo, derivó, bajo la responsabilidad de la Universidad Nacional y la dirección del urbanista Fernando Viviescas, en un proyecto más amplio de renovación urbana que incluye la transformación productiva, tecnológica y cultural de Puente Aranda y Fontibón, para configurar una nueva ciudad: ciudad Innobo.

Qué contenidos conceptuales tiene Innobo: renovación urbana, multiusos, multiestratos y densificada, sostenible en lo productivo en lo ambiental en lo social y en lo cultural, y asistida por el SITP a través de troncales de transmilenio y en el futuro por el tren de cercanías.

Están contemplados otros proyectos adicionales al fortalecimiento del complejo de ferias y de exposiciones Innobo, como: revitalización de los barrios vecinos, creación del parque tecnológico urbano Innobo – tec (mi aporte al proyecto), pensado para atraer medianas y grandes empresas de tecnologías limpias en actividades de alta tecnología, vincular centros de investigación y otros servicios en las mismas actividades de las empresas del parque, y construir centros y museos de las artes, de la cultura y de la innovación Innobo, asociados a la historia y al futuro industrial de la ciudad.

El mapa conceptual muestra los contenidos principales de innbo, y una imagen virtual elaboradas por los urbanistas del proyecto representa el concepto innobo. 



Autor. Jaime Acosta




















El PCT de la Universidad Nacional para la región capital

Pocos después de iniciado el estudio de prefactibilidad de Innobo en 2010, comenzaron los estudios del parque científico y tecnológico de la Universidad Nacional, mediante el cual se busca acercar los resultados de investigación de la universidad con las necesidades de investigación y de innovación de la sociedad, de las empresas, del estado y del mundo. Para ello se requiere generar un ambiente de investigación y de innovación entre universidades, empresas, estado y sociedad.

En el campus de la universidad existen predios para desarrollar un proyecto de ese tipo, tal como se empezó a establecer hace algunos años en el plan de regularización del campus.

Ese plan interpreta una universidad que debe tener cara a la ciudad para atender nuevas necesidades y desafíos de la institución, de la economía, de la región y del estado. El plan combina el urbanismo hacia dentro con el urbanismo hacia afuera, es decir, la universidad del siglo XX con la universidad del siglo XXI.

En ese contexto, en esos predios, al lado de la Hemeroteca Nacional, se diseñó la fase I del Parque de Ciencia y Tecnología (PCT). Dirigí en 2011 la elaboración del marco conceptual, cuyo planteamiento reafirmaba lo consignado en el plan de regularización.

La siguiente imagen, concebida por Viviescas en 2012, corresponde al modelo delineado en el marco conceptual. Para ubicar a los lectores, el edificio con arcos es la actual Hemeroteca Nacional, el edificio central será un centro de servicios tecnológicos a la industria, y los demás edificios para nuevos centros de investigación y la relocalización de otros de la universidad, pero también para acoger instituciones de pesquisa de empresas nacionales y centros de investigación de otras naciones que vengan a hacer investigación en alianza con grupos e institutos de investigación de la Nacional y de región capital. Así son las universidades públicas y privadas desde la segunda mitad del siglo XX. Así debe ser la Nacional y demás universidades de investigación de Bogotá y de Colombia. 

Imagen bajada de internet. Página de arq. Fernando Viviescas

















El PCT hace parte del CAN

Adicionalmente, la universidad compró en la zona del CAN la clínica que fue propiedad de la malograda Caja Nacional de Previsión. Posiblemente en 2013 se haga su reapertura como un hospital de investigación. En la siguiente imagen es el edificio rojo de mayor tamaño.

PCT componente de salud en el CAN.
Predios de antigua clínica de la Caja Nacional de Previsión.
En estos nuevos predios de la universidad el PCT proyectó un centro de investigaciones y de emprendimientos en salud de alta complejidad (CEN.INNOVA), que en la imagen tiene la forma de una cruz. Los otros edificios en color rojo pertenecen a la clínica de la Policía y a la Clínica del Niño. De esta manera el PCT también está integrado al CAN. 

Pero, las ciudades y las universidades crecen, los parques de investigación también, porque crece la economía, la investigación, el número de estudiantes, de investigadores y de emprendedores, y porque surgen nuevos problemas y nuevas oportunidades para nuevos desarrollos de la ciencia y de la tecnología aplicados al desarrollo.  Por ello en el marco conceptual que direcciona estratégicamente el modelo del parque, en los predios de las antiguas residencias Camilo Torres y en la zona de entidades públicas de la nación donde ahora están instaladas la Unidad de Planeación del Ministerio de Minas, Ingeominas, RTVC, y otras entidades, se propusieron desarrollos adicionales hacia el año 2025, tales como: un complejo de industrias creativas, una sede de investigaciones para ubicar los grupos de investigación que ahora están amontonados y apretujados en las viejas residencias, y en los terrenos donde ahora están las entidades públicas de la orbita de la nación, se podrán instalar pymes innovadoras como las que incentiva Bancoldex a través de Innpulsa, y como las que impulsará la política nacional de parques científicos y tecnológicos.

Así las cosas, el PCT se integra a Invima, al Instituto Nacional de Salud (INS), a Icontec, y al Instituto de Metrología, que hace muchos años son instituciones asentadas en el CAN. Con lo expuesto se está mostrando que la Universidad Nacional y esas entidades ya conforman un hábitat de la ciencia que la renovación del CAN no puede desconocer, porque además no creo que toda la institucionalidad pública que ahora existe en la zona se podrá llevar al centro de Bogotá, porque hay usos que no son compatibles con el uso del suelo en esa zona y tampoco con las características de los centros de investigación y de servicios tecnológicos recién mencionados.

Por lo dicho, el CAN y la Universidad Nacional conforman una unidad urbana y conceptual, que a través del diseño urbano se vuelve arte y estructura para una ciudad de la ciencia y de nuevos emprendimientos, con centros de investigación y de desarrollo tecnológico, y de servicios, en campos de la salud, educación, defensa, infraestructura y transporte, energía, biotecnología, TICs, industrias creativas, es decir, en temas de las entidades públicas que ahora ocupan el CAN y en las áreas de especialización del parque de la Nacional.

Entonces, la ciudad de la ciencia también es un espacio de vida de tecnócratas, investigadores, profesores, emprendedores, profesionales, artistas, ejecutivos, con arte y cultura, hoteles, comercio razonable, bancos, espacio público, recuperación del borde sur de la Esmeralda, usando tecnologías limpias y arquitectura de ruptura que ofrezca una alternativa al concepto nada creativo y monótono de las cajas cuadradas como las que se construyen frente al CAN, sin generosidad urbana ni grandeza estética, a diferencia de las obras de Niemeyer, limpias creativas agradables generosas, u otras representaciones transformadoras como la imagen de una ciudad del futuro, que es lo que debe ser la renovación del CAN y todo el Anillo de la Innovación, incluido Innobo.

Centro administrativo en Belo Horizonte. Oscar Niemeyer

Imagen bajada de internet
  
Como construir la ciudad de la ciencia

Todo debe proseguir haciendo una lectura de la ciudad de la ciencia, visualizando, integrando, diferenciando y planificando Innobo, la Renovación del Can y el PCT, como una unidad. Hay elementos suficientes para que esta tarea arroje resultados prontos, convocando a quienes han pensado y diseñado las piezas de la ciudad de la ciencia.



Bogotá debe consolidar la visión 2038, y rediseñar el enfoque y los contenidos de la política regional de competitividad y de innovación para impulsar la transformación productiva y la innovación. Así mismo, rediseñar la política de ciencia, tecnología y emprendimiento, planificar nuevas ciudades dentro la gran ciudad, para que la Ciudad de la Ciencia y Ciudad Salud Región, no sean marginales en el POT o se entierren en los archivadores.

Petro debe combatir la segregación social incorporando y articulando las dimensiones  del desarrollo, del conocimiento, de la innovación y de la creatividad, para hacer una verdadera ciudad humana que por simple definición debe incluir a  los nuevos factores del desarrollo y no solo a los pobres, porque la segrega más.

A nivel de las políticas nacionales se debe mejorar la coordinación. Los hábitats de innovación (entre ellos los parques tecnológicos, las ciudades de la ciencia de la innovación y de la creatividad), inexplicablemente no están en los temas centrales del proyecto del Sistema de Ciudades, ni en el plan de desarrollo ni en Planeación Nacional, ni en el Ministerio de Vivienda, Ciudades y Ordenamiento Territorial. Mientras tanto, el Ministerio de Comercio Industria y Turismo parece que avanza en el diseño de la política de parques científicos y tecnológicos, donde los parques tecnológicos urbanos deben hacer parte de la misma. Y a todas estas ¿Colciencias cómo se integra a estos nuevos desafíos?  Es tarea del gobierno nacional y de su locomotora de innovación llevarnos de las zonas francas e industriales a las zonas de la innovación y de las nuevas industrias, aceptando que no son conceptos dicotómicos, ambos hacen parte de la construcción de los territorios y de la economía del futuro.

La Universidad debe mostrar su idea de renovación incorporando el parque científico y tecnológico en toda su dimensión y no solo circunscrito al campus, porque si no estará sugiriendo que está dispuesta a entregar los predios de la unidad Camilo Torres y el hospital universitario. Debe continuar con la gestión del parque, hacer un proceso pedagógico adentro y afuera de la institución, y perfeccionar el modelo del parque y los proyectos iniciales, con base en todos los estudios realizados. Recomiendo visitar e invitar a la Universidad Federal de Rio de Janeiro y su parque tecnológico porque superaron debates que Bogotá, la nación y la universidad no han resuelto.

Presidente Santos y Alcalde Petro, deben hacer realidad la ciudad de la ciencia y de la producción de industrias limpias de alta tecnología del siglo XXI. 

Proyectos como los que han ocupado estas páginas, son más importantes que los incentivos económicos para mejorar los factores de localización, y así atraer inversiones inteligentes, sostenibles y no solo de vitrina y las depredadoras del medio ambiente. 

Los rezagos de Colombia y de Bogotá en materia de productividad y de competitividad son enormes, y pasan por deficiencias en la creación de hábitats de innovación y de impulsar las condiciones estructurales que los respalden.

Hay que seguir perfeccionando la concepción, planificación y dimensionamiento de la renovación del CAN, porque la ciudad de la ciencia debe ser el espíritu de ese proyecto, debe estar en el POT, es por tanto el nombre que debe darle la Empresa Nacional de Renovación y Desarrollo Urbano, a la renovación de la zona.


INNOBO

CIUDAD DE NEGOCIOS, DE INDUSTRIAS Y SERVICIOS DE ALTA TECNOLOGÍA Y DE LA CULTURA EN BOGOTÁ: un proyecto de renovación urbana con un parque tecnológico urbano

                                                                            


Jaime Acosta Puertas

Ver texto completo en www.scribd.com/jaime_acosta_63




EL POT DEBE TENER EN CUENTA EL PLAN DE RENOVACIÓN DEL CAN Y A LA UNIVERSIDAD NACIONAL


ANÁLISIS Y PROPUESTAS 

Nuevo edificio de Ciencia y Tecnología Luis Carlos Sarmiento Angulo
en el Campus de la Universidad en Bogotá. Premio nacional de arquitectura.

Fotografía de Jaime Acosta.
No es propósito de esta columna especular por qué unas pocas edificaciones del bello campus de Bogotá están a punto de caerse o están en malas condiciones.

Seguramente las razones van desde el abandono del Estado a las universidades públicas para privilegiar el ascenso de las universidades privadas - algo abrumadoramente evidente en los últimos 30 años -, pero también los años que tienen las construcciones y el escaso mantenimiento por falta de recursos o por tener que adelantar en su momento intervenciones más urgentes.

Además pueden existir razones asociadas a la autonomía de la universidad que ha conducido a un encierro de la misma, fortalecido en el modelo urbanístico del campus, si bien magnifico en su concepción, con importantes piezas de arquitectura,  y correcto cuando se diseñó hace muchas décadas, son concepciones que ya no son funcionales a los cambios de sociedad, al tipo de universidad de una sociedad del conocimiento y de la innovación abierta, y al crecimiento de Bogotá.

Se dice también que son obsoletas algunas dotaciones de los laboratorios de investigación. Este es un problema de la Nacional y de todo el sistema de CyT de Colombia. Elemental que un país que poco invierte en investigación, tenga equipos e instrumentos de pesquisa insuficientes y en su mayoría distantes de dotaciones avanzadas. Esta es otra inversión que debe hacer la locomotora de innovación desde Colciencias y el estado como un todo, porque el reciente estudio entregado al gobierno nacional sobre la "Desfinanciación de la Universidad Pública" elaborado por el SUE (sistema universitario estatal), indica que se necesitan 11,2 billones, de los cuales 9.8 billones deben ir a infraestructura y dotación tecnológica. En otras palabras, el componente de la reforma tributaria para mejoras físicas de las universidades publicas, se quedó 10 veces corto.

Hasta aquí posibles factores internos de la institución y de deficiencias de las políticas de estado que al reconocer el abandono en el que tiene a la universidad pública en todo el país, trata de remediar, via reforma tributaria, con dineros  temporales que se aplicarán exclusivamente a la recuperación y al desarrollo físico de las universidades públicas.

Pero hay factores externos que también inquietan. Estos son más graves porque los de infraestructura se pueden subsanar con presupuesto, gestión, pero también es de esperar que una nueva mirada a la universidad pública en la reforma a la ley de educación superior, neutralice problemas que nunca debieron existir.

Al igual que Colombia, la universidad también llega tarde a los cambios, pero llega. Así ha ocurrido en los últimos tres años, cuando se iniciaron los estudios del parque científico y tecnológico (el PCT de la UNAL para Bogotá Región Capital), mediante el cual se  pretende acercar los resultados de investigación de la universidad con las necesidades de investigación de la sociedad, de las empresas, del estado y del mundo, para propiciar un ambiente de investigación, de innovación y desarrollo entre universidad empresa estado y sociedad, que en la teoría se conoce como la Triple Hélice, una saga del pensamiento shumpeteriano de la innovación, pero también de los evolucionistas, de los nuevos enfoques del desarrollo endógeno, entre otras.

En el campus de la universidad existen predios para desarrollar un proyecto de ese tipo, tal como se empezó a vislumbrar hace algunos años en el plan de regularización del campus, bajo la conducción del urbanista y entonces vicerrector de la sede Bogotá, Fernando Viviescas.

Ese plan interpreta una universidad que debe tener cara a la ciudad urbanizando unos predios en el costado occidental, para nuevas necesidades y desafíos de la institución, de la economía, de la Región Capital, y del estado en el siglo del conocimiento. Las ciudades crecen las universidades también. Las ciudades se transforman las universidades también. El modo de investigación de las universidad hacia la sociedad eran de un tipo ahora es de otro. Ese plan combina el urbanismo hacia dentro con el urbanismo hacia afuera, es decir, la universidad del siglo XX con la universidad del siglo XXI.

El parque de CyT de la UNAL para la Región Capital  y la renovación del CAN

En los estudios básicos se ha tenido en cuenta las propuestas de renovación del CAN, y por eso el proyecto de la UNAL se entiende como un parque tecnológico urbano, tal como está concebido en el marco conceptual elaborado por mí en el año 2011. Por eso, la visión general y personal de la renovación general del territorio es la siguiente.

El CAN y la Universidad Nacional conforman una unidad urbana y conceptual, que a través del diseño urbano se vuelve arte y estructura para una ciudad del estado pero también de la ciencia, de la tecnología y de la innovación, donde estén instaladas entidades públicas y centros de investigación, de tecnología, pero también de emprendimiento, de empresas de alta tecnología, y de servicios de alto valor agregado. Y será por supuesto un lugar de vida de tecnócratas, investigadores, profesores, emprendedores, profesionales, artistas, ejecutivos, con centros de las artes y de la cultura, hotel, comercio moderado (ojalá podamos descansar aunque sea en este lugar de las megasuperficies), bancos, espacio público, recuperación del borde de la Esmeralda ahora saturado de restaurantes y comercio, usando tecnologías limpias y arquitectura de ruptura que nos saque del concepto nada creativo, como el del paquete de torres que se construyen frente al CAN, sin generosidad urbana ni bonito diseño, a diferencia del legado de Niemeyer. Bien podría ser el nuevo CAN algo parecido a Brasilia. Hagamos algunas aproximaciones.

Brasilia. Fotografía bajada de internet. Al fondo los desarrollo iniciales
más cerca los nuevos
Qué pasa si en un borde del CAN se deja espacio para nuevos edificios públicos y en el otro borde para vivienda de calidad multiestratos. Y en el 8% de espacio para entidades del distrito se instale la sede de la Secretaría de ciencia, tecnología, innovación y emprendimiento que tanta pero tanta falta le hace a Bogotá. Estas ideas se derivan de mi interpretación  de lo que dice la página de la Empresa Nacional de Renovación y Desarrollo Urbano ENRDU-  Virgilio Barco Vargas S.A.S., sobre el proyecto de Renovación del CAN.

Qué pasa si donde ahora están las antiguas residencias Camilo Torres se construye un complejo de industrias creativas - una necesidad que tiene Bogotá pero que no está resuelta a pesar del Centro Ático de la Universidad Javeriana -, como una fase superior del PCT hacia el año 2025, como propone el marco conceptual; así mismo una nueva sede para los grupos de investigación de la UNAL, conservando el edificio de la rectoría.

Qué pasa si donde ahora están asentadas la Unidad de Planeación del Ministerio de Minas, Ingeominas, RTVC, y otras entidades más, se rediseña y se abre espacio para un complejo de pymes innovadoras y limpias de alta tecnología relacionadas con el PCT, y del cual carece y hace rato necesita Bogotá y que también formulé en el marco conceptual del parque: el Centro Altec Bogotá Región. 


Centro de emprendimiento de Barcelona Activa. Fotografía bajada de internet


Parque tecnológico para pymes. Barcelona
Edificio para pymes del PT de la PUC en Porto Alegre
Pero también se podría crear un gran centro de investigaciones en minería y medio ambiente a ver si algún día este país deja atrás la insensatez de la minería depredadora e inhumana por una minería inteligente y algo amigable. Y ubicar los laboratorios de investigación de Invima, del Instituto nacional de salud, del Instituto Colombiano de Metrología, o centros de investigación del Estado, mixtos o privados en áreas de futuro y en temas donde hay déficit de investigación.

Y qué pasa si esa zona verde que está entre el CAN y el Barrio el Greco - preservando el humedal -, el borde que queda sobre la calle 26 se destina a un desarrollo absolutamente transformador relacionado con un mundo sostenible y del futuro. Una especie de hito que nos conecte con un mundo que mañana deberá ser distinto al de hoy, y como nueva fase del parque Simón Bolivar.

Campus Skolkovo en Rusia. Fotografía bajada de internet.
También puede ser para otro ícono, como puede ser un gran CENTRO DE LA MEMORIA luego de sesenta años de de guerra y de conflicto. La siguiente son fotografías del Centro de la Memoria en Santiago de Chile.




Cómo se integra la Renovación del CAN con la Universidad y con el proyecto del PCT para la Región Capital

Conceptualmente, la renovación del CAN, su vecindad con la UNAL y nuevos desarrollos como el PCT, deben estar integrados, porque formar una unidad territorial y tiene elementos conceptuales que configuran un trinomio.

Funcionalmente, el núcleo principal del PCT para Bogotá Región Capital, está proyectado en la zona verde entre la Hemeroteca Nacional y la parte occidental de la actual infraestructura de la universidad. La primera imagen es un esbozo de mi autoría, que sirvió de base para una elaboración más acabada de los estudios del parque a finales de 2012, y no refleja necesariamente la visión que en últimas determinarán decisiones de la universidad. 


La segunda imagen, de mi autoría también, muestra la visión que integra desarrollos existentes y potenciales a 2030 en el CAN integrado con la visión del PCT de la UNAL. Entonces, lo que se constata en la propuesta e identificados con color rojo, son posibles y deseables desarrollos en materia de ciencia y tecnología, emprendimiento, y servicios avanzados. Por supuesto, que los emprendimientos en materia de innovación se integran con desarrollos en materia de vivienda y otros equipamientos. Pero si la renovación del CAN borra de un manotazo lo construido y sus potencialidades en materia de nuevos desarrollos en conocimiento e innovación, estaría anulando la posibilidad de construir una ciudad del futuro de nuevo tipo para poner a Bogotá y a Colombia en la sociedad del siglo XXI. 

Por supuesto que hay margen para discutir el uso y redistribución del espacio de todo el proyecto. Por ejemplo, las nuevas infraestructuras de Invima y del I.N.S., podrían instalarse en el predio de la nación donde están RTVC, Ingeominas,.... con lo cual habría una mayor integración con el PCT. Y así se liberaría espacio para otros usos en el CAN. Y si el Instituto Nacional de Metrología se fusiona con el proyecto del centro de servicios a la industria del PCT, también se libera espacio para la renovación. En fin, las ideas son múltiples para concertar y concebir una ciudad del futuro y sostenible basada en el conocimiento.   



Cuál es la discusión y cuál es el problema

En la primera semana de febrero de 2013 apareció una nota en El Tiempo en la cual se dice que la ENRDU, mediante una normas de 2012 dispone de herramientas jurídicas para incorporar predios al proyecto de Renovación del CAN.  

En una presentación abierta a la que asistí en la Facultad de Economía de la Universidad, se mostró un mapa mediante el cual el proyecto del CAN abarca los predios donde están ubicada la rectoría de la Universidad y una gran cantidad de centros y grupos de investigación aglomerados en las instalaciones de las antiguas residencias universitarias Camilo Torres, pero el mapa presentado anexa también los predios de la nación donde están Ingeominas y más entidades, así como el terreno de propiedad de la universidad en torno a la Hemeroteca Nacional, precisamente donde está proyectado el núcleo central del PCT.

Pero, por qué el proyecto del Plan de Renovación del CAN mira los predios de la Nacional. Creo que se debe a que la gestión con las comunidades de los barrios el Greco y la Esmeralda, no fructificaron. Entonces, haciendo una aritmética especulativa pero que ilustra al lector en la dimensión del proyecto, para construir 15.000 soluciones de vivienda según datos de la ENRDU consignados en su web, en torres hipotéticas con una altura promedio de 20 pisos con 150 apartamentos cada una, se necesita espacio para 100 edificios y demás desarrollos, y ese espacio son los predios de la UNAL.   

Afanado el gobierno nacional con hacer algo grande para Bogotá, no vacila en despejar el camino para impulsar el proyecto. Pero también cabe preguntarse por qué el Distrito,  responsable directo del POT, no ha dicho nada. ¿Qué dirán los concejales ahora que están revisando el POT?

Esto muestra que Bogotá tiene problemas con su visión 2038, pero también con sus políticas de competitividad y de innovación para su transformación productiva; de ciencia, tecnología y emprendimiento; y de planeación de nuevas ciudades dentro la gran ciudad, por eso Innobo – vecino al CAN y a la UNAL y motivo de un próximo artículo -, está agonizando; y aun peor, Ciudad Salud Región desapareció del POT en discusión. 

Así mismo, se constatan debilidades en iguales temas en las políticas nacionales, incluyendo la de educación, y la falta de coordinación entre ellas. Los hábitats de innovación (entre ellos los parques tecnológicos) me imagino que deben estar en la agenda de recomendaciones del importante proyecto Sistema de Ciudades que coordina la urbanista, Carolina Barco. 

Además, la positiva tarea del Ministerio de Comercio Industria y Turismo para que Colombia disponga de una política de parques científicos y tecnológicos, vaya paradoja, podría dejar este PCT por fuera de los beneficios que ella traerá. 

Un parque de investigación y de desarrollo tecnológico es uno de los atractivos para mejorar los factores de localización y atraer inversiones inteligentes y sostenibles y no solo de minería y de marcas para las vitrinas. Los rezagos de Colombia y de Bogotá en materia de productividad y de competitividad son enormes, y pasan por la construcción de sólidos hábitats de innovación. Hay tiempo para reflexionar y frenar discutibles decisiones, que incluye una reflexión de la propia universidad.

Propuestas

En las discusiones del POT deben incluirse estos dos proyectos, y al final quedar consignados en la versión definitiva. 

Respecto al parque, buena gestión viene haciendo la Dirección de Extensión de la Vicerrectoría de la sede de Bogotá para impulsar el parque científico y tecnológico. Las siguientes son recomendaciones generales que pueden ser útiles para las acciones que está planeando.

1.  La UNAL debe continuar las acciones para disponer de una agenda estratégica que le permita identificar de los estudios adelantados, sobre todo del marco conceptual, los proyectos  inmediatos de la fase 1 del PCT para gestionar su implementación. Ello implica varias acciones: implementar una acción pedagógica en la universidad y en el entorno que le abra espacio político y económico al proyecto, aclarando, que mi visión es que la universidad no tiene que invertir inicialmente en el parque; diseñar sus protocolos; adelantar el urbanismo y arquitectura en los predios circundantes a la Hemeroteca Nacional los cuales son parte del campus de la universidad; desarrollar el componente de salud de alta complejidad en el CAN en los predios del hospital de propiedad de la universidad;  y crear la fundación para la operación autónoma e independiente del parque. 

2.  El PCT debe definir la fase 2 (predio de las antiguas residencias universitarias y predio vecino de la nación donde esta RTVC y más entidades).

3.   Luego se deben sentar en la mesa el gobierno nacional, distrito, UNAL y la operación del PCT, para conversar los contenidos y ocupaciones que tendrán esos predios en el proyecto del parque,  pues unos son de la Universidad y otros de la Nación, pero también definir qué va a acontecer con Invima, Instituto Nacional de Salud, el Instituto Colombiano de Metrología, Ingeominas, que pueden ser reubicados dentro del complejo del PCT en los terrenos de la nación.

4.   Elaborada la agenda prospectiva del PCT en sus distintas fases, debe integrarse al PRC, y establecer como éste lo asume y como ambos proyectos forman una unidad conceptual y funcional.

5.  Dado que el PRC y el PCT son iniciativas de largo plazo, hay ideas y proyectos que no están en la visión presente de algunos actores, por eso, y ubicados en los predios del CAN, ahí se podrían asentar el Ministerio de CTei e Innovación, y la Secretaría Distrital de CTei.

6.   A las comunidades de los barrios de la Esperanza y El Greco, hay que ofrecerles inclusión y buen negocio. Muchos de los proyectos de renovación urbana fracasan porque a las comunidades se las maltrata o se les quiere sacar ventaja. Muy sencillo, si un apartamento del nuevo proyecto va a tener un precio, digamos 100, la compra de cada predio actual debe tener ese precio, de lo contrario, están perdiendo los actuales propietarios pero ganando otros.

7.  Cabe preguntarse si el proyecto de renovación del CAN, tal como está pensado NO es viable ¿cuál es la alternativa?. Si es como un proyecto inmobiliario de corte tradicional, seguramente la normatividad lo impida aunque se puede cambiar, pero si se crea un proyecto como el sugerido en estas líneas, una ciudad de nuevo tipo dentro de la gran ciudad, sería viable porque concitaría voluntades.

8. En síntesis, tanto el PCT como el PRC son proyectos complementarios cuya convergencia hay que lograr. Son más proyectos de largo plazo antes que para el retorno inmediato, característica arraigada en la cosmovisión de planificadores, inversionistas, urbanizadores, y políticos. Por eso, Bogotá y Colombia creen pero no se desarrollan. Si se piensa como una ciudad de la ciencia de la tecnología y de emprendimientos e inversiones innovadoras, se estará creando un ícono de ciudad del futuro como referente nacional e internacional de la capital y del país en el mundo. De lo contrario, no será más que un simple negocio inmobiliario, así sea diseñado por un genio de la arquitectura y del urbanismo, pero la ciudad seguirá siendo la misma vaina.


BOGOTÁ DEL FUTURO: RENOVACIÓN URBANA Y LA CREACIÓN DE HÁBITATS DE INVESTIGACIÓN Y DE INNOVACIÓN

Ciudad Salud Región
Parque de CyT Universidad Nacional en Bogotá
innobo y su parque tecnológico urbano 1


¡ ESTOS PROYECTOS NO ESTÁN EN LA REVISIÓN DEL POT PERO SI EN EL PLAN DE DESARROLLO DE BOGOTÁ HUMANA!  

ALUDEN A CIUDADES DENSIFICADAS, SOSTENIBLES, CREATIVAS E INNOVADORAS

Jaime Acosta Puertas

texto completo
www.scribd.com/jaime_acosta_63

Presentación en seminario internacional de Ciudades Productivas en Quito, septiembre 2012. Y en Anprotec XXII: Foz de Iguazú.



Junio 2012

CIUDAD SALUD REGIÓN EN EL PLAN DE DESARROLLO DE BOGOTÁ HUMANA PERO NO EN EL POT. ¿QUIÉN ENTIENDE?

Me imagino los debates de los años cincuenta, cuando empezó el desarrollo de las zonas industriales de Puente Aranda y Fontibón, y la construcción del aeropuerto de El Dorado y la calle 26. Había un proyecto nacional de desarrollo que impulsaba la industrialización y en consecuencia necesitaba convertir en polos de desarrollo las grandes ciudades de Colombia. Es la razón por la cual las zonas industriales de Bogotá quedaron bien localizadas, bien planificadas y con buen urbanismo.
Vino la apertura con la flaca idea de que el libre comercio nos sacaría del atraso. Un medio convertido en un fin. Por eso las zonas industriales iniciaron su declive: quebraron empresas, otras se fueron, y algunas se relocalizaron en los municipios vecinos a la capital.
Pero en Bogotá se fue la vieja economía, llegó la nueva, y ésta anda regada por todos lados, sin identidad, mezclada con vendedores informales, ahogada por la contaminación del mal combustible y por retrasos en la movilidad, invadida por obscuras camionetas 4 x 4, atropellada por busetas, agobiada por zigzagueantes y temerarios motociclistas, e impactada por una maraña de taxis que copan vías enteras.
Por qué esta agobiante imagen. Por que Colombia hizo hace 20 años la apertura sin proyecto de desarrollo, en consecuencia, la nueva economía y sociedad del conocimiento no ha sido abordada como en muchos países y ciudades del mundo emergente y del mundo desarrollado: transformando la producción, desarrollando tecnología, diversificando las exportaciones, mejorando la calidad de las importaciones, mejorando el medio ambiente y creando ciudades de la innovación.
Además Bogotá no ha logrado como Medellín establecer una alianza público – privada – universidad para crear un ecosistema de innovación y de producción, ni tampoco tiene una EPM, ni ha tenido un alcalde como Fajardo y la continuidad de un Alonso Salazar, razones por las cuales HP y Kimberly se fueron a la Ruta N.
Cuando una sociedad no se siente cómoda, surgen ciudadanas y ciudadanos que comienzan a explorar caminos. Eso acontece en Bogotá. Un esfuerzo de individualidades, unos con una idea y otros con otra, pero todos trabajando por una ciudad innovadora e incluyente. No es todavía un gran proyecto de transformación porque los actores clave no han logrado sintonizar las ideas para la construcción de una economía del conocimiento, de la creatividad, de la innovación, del emprendimiento, y sus beneficios para la sociedad.
En la construcción de la nueva senda es determinante la orientación y el liderazgo público. Si no existe no es posible el nuevo desarrollo. Por eso hay expectativa por lo que pueda hacer el alcalde para diseñar políticas y grandes proyectos de la nueva economía, en alianza con empresas y universidades.

En el plan de desarrollo hay varias ventanas para que esto ocurra, tanto desde acciones del componente de desarrollo económico, como de renovación urbana, porque en el territorio del centro ampliado quedan Ciudad Salud Región, Innobo, el PCT de la Universidad Nacional, y toda la operación del anillo de innovación que en la revisión del POT se deberá redimensionar, como un espacio para la ciencia y la tecnología.  De esta manera se integrarían la economía popular con la economía de la innovación para hacer una Bogotá más humana, pero también más inteligente, menos segregada, más colectiva, más atractiva y más productiva.
Ciudad Salud Región: uno de los nuevos sueños de Bogotá 
En la calle primera entre la carrera décima y la avenida Caracas, se creó hace más de medio siglo un gran proyecto conformado por una aglomeración de hospitales, entre ellos, el San Juan de Dios, también conocido como la Hortúa. Sin embargo, creció la ciudad, surgieron nuevos hospitales y clínicas en toda la urbe, se deterioró el territorio y el entorno de la Hortúa, se cierra el San Juan de Dios y el Materno Infantil - por una suma de errores de la Bogotá, de la nación y de Cundinamarca -, pero se consolidan los cinco hospitales restantes: Misericordia, Santa Clara, Cancerológico, Dermatológico y Samaritana.




El rescate de la zona es posible a partir de un proyecto de transformación radical, porque transformaciones parciales y suaves maquillan problemas y años más adelante resurgen con nuevas y más profundas grietas.
Por eso ha surgido Ciudad Salud Región, como un proyecto de nueva ciudad dentro de la gran ciudad, para fortalecer los servicios de salud, la investigación, la innovación, desarrollar industrias de tecnología, la formación de recursos humanos de alto nivel, y la renovación urbana de un vasto territorio. Un proyecto integral, cuyos ejes centrales son dos.
El primero, conformar una aglomeración (cluster dice el contrato de la ERU) para integrar y brindar servicios de excelencia en salud, generar conocimiento, innovación y nuevas empresas de tecnología.
El segundo eje es el de renovación urbana, la cual incluye la recuperación del predio de la Hortúa, defensa del patrimonio arquitectónico, y la construcción de nueva vivienda. Los corredores de Transmilenio de la carrera décima y de la Caracas, así como el tranvía del metro ligero, permiten el acceso a Ciudad Salud.
La renovación tiene costos pero la recuperación de la inversión, con base en un proyecto de gran calidad estética y de nuevo tipo, con múltiples alianzas público – privada, y gestionado por un ente autónomo, retornará con creces el esfuerzo inicial.
El siguiente mapa es una aproximación funcional de mi autoría, como asesor que fui del proyecto hasta enero de 2012, en consecuencia, no compromete ni la visión de la administración de Bogotá ni del Consorcio que está terminando el estudio de factibilidad. Qué indica el plano. Se subirá próximamente porque en el formato  actual no hay como hacerlo.
Primero, se muestra la ubicación de los hospitales existentes (H) y de dos nuevos (H en azul) porque se trata de un proyecto a 2038 y más allá. Incluso, proyectar cuatro hospitales no sería una exageración.
Segundo, en líneas de color blanco está delimitado el corazón y el futuro de Ciudad Salud Región, porque en torno a los hospitales con sus centros de excelencia, se desarrollarán centros de investigación, el centro de nuevos desarrollos CENDE para nuevos emprendimientos de mipymes limpias de tecnología en salud; y en los predios del San Juan de Dios (color anaranjado) con sus edificios de patrimonio, se proyectan nuevos usos para la educación, la cultura, las artes, la recreación y la cultura científica en salud. Este conjunto de elementos conforman el parque urbano del saber y de la salud con sus componentes de cultura y recreación; y a su vez, complementario e integrado al anterior, un parque científico y tecnológico (PCT) urbano que integra hospitales, centros de excelencia, centros de investigación y emprendimiento. Todo esto estructura un gran y nuevo concepto de desarrollo y de ciudad.
Las condiciones presentes del territorio y la posibilidad de transformarlas, implica pensar de manera amplia y con nuevas perspectivas. Ciudad Salud Región es una unidad compleja que permitirá la transformación de la zona y de la ciudad. Solo en Barcelona están en marcha tres parques tecnológicos urbanos en salud. La foto ilustra uno de ellos.


En Porto Alegre hay una aglomeración integrada por 8 hospitales, una facultad pública de la ciudad, la escuela de medicina y centros de investigación de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul, espacios para la cultura y las artes, el museo de medicina, en medio de un proyecto de recuperación urbana.

Complejo de hospitales en Porto Alegre.
Fotografía: Jaime Acosta
Tercero, están proyectadas zonas donde se construirá vivienda, aunque puede surgir un debate del siguiente tipo. Por un lado, en algunos de los planteamientos avanzados del proyecto, la vivienda está asociada a una urbanización para personas vinculadas al sector de la salud, a los hospitales, al complejo del parque del saber y la salud, y al de ciencia y tecnología. Y por otro lado, algunos pueden pensar en un proyecto de vivienda de interés social VIP. Si esta vivienda no se construye vinculada a la concepción del corazón del proyecto, afecta a éste, y por tanto la revitalización general de la zona. Por eso lo que subyace en los estudios es un planteamiento armónico donde los distintos componentes conforman una unidad, porque se trata de pensar y de crear una nueva ciudad dentro de la gran ciudad.
En la zona también existen comunidades arraigadas hace varias décadas, que han formado pequeños sistemas productivos, los cuales, con base en un proceso de reconversión, se las debe vincular al desarrollo de Ciudad Salud Región, y así integrar economía popular con economía del conocimiento para un desarrollo incluyente y avanzado. Hay otros habitantes que la alcaldía deberá proporcionarles soluciones distintas y humanas.
Recomendaciones al alcalde
Cuando Clara López conoció los avances del proyecto, nombró un comité de alto nivel conformado por los secretarios de hábitat, desarrollo económico, salud, planeación, y por la ERU como responsable del proyecto. Sugiero armar nuevamente esa figura, una vez el proyecto está en el plan de desarrollo, y una vez se han superado las inquietudes respecto a una iniciativa que surgió en una administración con la cual no conversa mucho la actual, y de unos estudios que aun no están concluidos. En este contexto, el instituto Distrital de investigaciones de la salud y de la vida debe quedar en Ciudad Salud Región.
Es aconsejable que la ciudad y la nación se aliaran para sacar adelante la iniciativa, porque unos hospitales son de la nación y otros de la región. Varias cosas se pueden hacer en los siguientes 3 a 4 años, pero el mayor desarrollo se verá en los siguientes diez.
Hacer un gran concurso internacional de arquitectura y urbanismo, para los primeros desarrollos, tal como lo hizo Corferias para su centro de convenciones en Innobo, y como muchas ciudades en el mundo cuando han hecho procesos radicales de transformación.
En un próximo análisis hablaré de Innobo y del parque de ciencia y tecnología de la Universidad Nacional, su relación con la transformación del CAN y con Ciudad Salud. Si estas nuevas ciudades se integran con la movilidad, y se profundiza el proyecto social, la ciudad dará un nuevo salto, luego de la inflexión de los últimos años. Pero son proyectos de la ciudad y de la nación, que requieren un acuerdo entre el presidente y el alcalde.


Bogotá y los espacios del futuro


Hace una década, la alcaldía de Bogotá, la gobernación de Cundinamarca, los empresarios y las universidades, en el marco de un naciente consejo regional de competitividad, decidieron que la economía de la capital se especializaría en servicios y la región circundante en agroindustria. 

Quedó por fuera el sector industrial bajo el argumento de rezagos en infraestructura para conectarse con los puertos del mar, y porque la rápida apertura de Gaviria originó el cierre de industrias y la ubicación de otras en diferentes países. Esta idea sigue vigente en la visión de competitividad de la región capital. Sin embargo, se desconoce que el 93% de las exportaciones de Bogotá son de bienes industriales, el 78% de las exportaciones de Bogotá y Cundinamarca son también industriales, y el 53% de la factura internacional de las industrias de la metrópoli la conforman productos de alto valor agregado.

Así, parece sensato que una nueva estrategia de transformación productiva y de innovación de Bogotá y de la Región Capital, debe ser una selección inteligente y prospectiva de bienes y servicios de alto valor agregado: salud y vida de alta complejidad, software, industrias creativas y culturales, nuevos bienes industriales avanzados de mediano y pequeño porte para transportar en avión, y productos de la biodiversidad, entre ellos, los alimentos. Es decir, una apuesta que refleje la potencialidad productiva del territorio, satisfaga necesidades de la región y de la nación, y logre mercados globales.

Procesos de este tipo ocurren desde hace seis décadas en el planeta. Quedaron atrás los polos de desarrollo industrial, las zonas y los parques industriales, y llegaron los parques científicos y tecnológicos, centros de investigación, sistemas territoriales de producción y de innovación, nuevos sectores y nuevas ciudades. El paradigma cambió y los actores cambiaron su modelo mental. Este cambio recién empieza a ocurrir en Bogotá.

Unos pocos funcionarios públicos con visión, unos pocos dirigentes empresariales con idea nueva, y un grupo conformado por investigadores, urbanistas y técnicos, con perspectiva diferente, estamos concibiendo proyectos que responden al imaginario de una ciudad del futuro.

En el Anillo de la Innovación (zona industrial de Puente Aranda, Fontibón y Corferias), se está gestando Innobo, un proyecto de renovación urbana constituido por un distrito de negocios, ciencia, cultura, producción de alta tecnología, nueva vivienda y nuevo espacio público. El nuevo centro de convenciones de Corferias es el primero desarrollo. En Innobo cabe el parque TIC que propone Gina Parody y que tienen en mente el Ministro de las TIC y la directora de Invest in Bogotá.



La Universidad Nacional adelanta estudios para crear un Parque Científico y Tecnológico con el fin de desarrollar nuevos productos innovadores, a partir de las capacidades de investigación de la Nacional y demás universidades de investigación de la ciudad. Este parque se articula a la propuesta de renovación urbana del CAN. La siguiente imagen virtual corresponde al urbanismo de la fase I del proyecto, componente dirigido por el urbanista Fernando Viviescas.




La integración de Innobo, parque de la universidad, renovación del CAN, y la aerópolis de Eldorado, conforman la ciudad del futuro.

Un tercer proyecto cuyos estudios están en marcha, tan fascinante y necesario como los anteriores, es Ciudad Salud Región, iniciativa de la Secretaría de Salud y de la Empresa de Renovación Urbana, para convertir el conglomerado de hospitales del centro de Bogotá, en una ciudad de la salud y del saber con un cluster y un parque de servicios, investigación y recreación de alta complejidad con sentido social.

Para estos macro proyectos urbanos falta profundidad y alcance en los programas del gobierno nacional, poco se han detenido los candidatos a la alcaldía, nada han preguntado los medios en debates y entrevistas, porque todo está circunscrito a la seguridad, la malla vial, el transporte público y la corrupción, como si la ciudad no tuviera derecho a pensar y soñar un futuro mejor y distinto al presente, en el cual, la cultura, el arte, la inteligencia, la creatividad, la innovación, la educación, y la producción de nuevo tipo y de los nuevos empleos, constituyan el centro de las oportunidades con equidad.



Innobo
en el ANILLO DE LA INNOVACIÓN DE BOGOTÁ

Proyecto de renovación urbana y de transformación productiva en la sociedad del conocimiento en la perspectiva 2025 y 2038

Por tratarse de un documento extenso se ha dividido en tres entradas. Esta es la primera y terminada ésta lo invito a leer las entradas II y III. 


Jaime Acosta Puertas
2015



innobo fue un proyecto interinstitucional entre Alcaldía de Bogotá, Corferias, Cámara de Comercio de Bogotá y la Universidad Nacional – Facultad de arquitectura, cuya prefactibilidad se hizo en el año 2009.

Una versión de este texto hizo parte de esa construcción y ha sido revisado por iniciativa del autor  en 2013 y en febrero de 2015. Los mapas conceptuales han sido totalmente modificados, se incorporaron otros y se han hecho complementariedades conceptuales para poner las ideas en contexto reciente.

Este texto lo motivó la muy buena decisión de la Alcaldía de Bogotá de darle un nuevo y definitivo impulso a la Operación Estratégica del Anillo de la Innovación. Para ello, en 2013 y 2014 adelantó estudios complementarios a la prefactibilidad de Innobo, y realizados por ONU-HÁBITAT COLOMBIA y el Cider de la Universidad de los Andes.

Lo que ahora desea la administración para desarrollar la Operación Estratégica se visualizó en 2009, en el contexto de un proyecto de ciudad, desde su marco global dado por el urbanismo[1], como en lo productivo por el distrito de ciencia y tecnología sintetizado en la propuesta de un parque tecnológico urbano (innobo – tec) y sus hábitats de innovación (Acosta Jaime. Proyecto Innobo, 2009)

Lo dicho en ese entonces tiene plena vigencia en 2015. Por lo tanto, consideré hacer este esfuerzo para revisar algunos elementos y hacer algún aporte para que el distrito de la innovación innobo sea realidad dentro del Anillo de la Innovación. De esta manera, el componente productivo y tecnológico del AI ya estaba pensado hace seis años y esto facilitará su diseño definitivo.


INNOBO EN EL ANILLO DE LA INNOVACIÓN DE BOGOTÁ. Parte I


INNOBO PRODUCTIVO

Este documento corresponde a aportes conceptuales para precisar contenidos relacionados con el desarrollo productivo, la innovación y el emprendimiento, como elementos complementarios de un distrito de ferias, negocios y convenciones en el Anillo de Innovación (AI en adelante), y dar elementos que justifiquen económicamente el proyecto Innobo.

El texto va sugiriendo, va mostrando, va asomando de manera paulatina los contenidos de Innobo. En la medida que se avanza en su lectura, van apareciendo con más detalle sus contenidos. De esta manera se espera que sea más comprensivo y pedagógico al lector.

Adicionalmente, Innobo y el significado que puede tener el término, es mucho más que un gran distrito de ferias, convenciones y turismo de negocios. Debe entenderse, pensarse y crearse ante todo como un territorio de la innovación a partir de la ciencia la tecnología y la educación, y acorde a las multivariadas características urbanísticas del territorio desde el cual se está proyectando.

Este documento es una adaptación de un trabajo del autor publicado por Colciencias en mayo de 2009: Ciudades de América Latina en la Sociedad del Conocimiento, y de recientes experiencias a finales de 2009 en Brasil. Así mismo, de su experiencia en el tema de Bogotá como miembro que fue del Consejo Directivo de Competitividad de Bogotá – Cundinamarca en los primeros años de su creación en la segunda administración de Antanas Mockus; de su trabajo en 2005 para el Departamento Administrativo de Planeación Distrital (hoy Secretaría de Planeación Distrital) y el Banco Mundial, para proyectar la capital como un territorio del conocimiento; y de nuevos desarrollos en el tema de hábitats de innovación del año 2011 a la fecha (Parque de CyT de la Universidad Nacional, el Cluster de Ciudad Salud Región y el naciente proyecto de la Región de Innovación en la primera corona industrial de Bogotá), y que se reflejan en los artículos “El Anillo de la Innovación de Bogotá” y “Los hábitats de innovación”, también en este blog del scrib y en el blog del autor.

innobo se construye con base en el pasado

Si asumimos al menos tres consideraciones: una, Innobo como un proyecto ubicado en la Operación Estratégica del AI; dos, que el territorio donde se proyecta Innobo tiene la afortunada vecindad geográfica con el que fue el sector industrial más importante de la ciudad y de Colombia (ahora es la región de la sabana centro), el recinto de ferias y negocios Corferias, la Universidad Nacional de Colombia y el Centro Administrativo Nacional (CAN en adelante); y tres, los actores que conformaron el convenio interinstitucional (Alcaldía de Bogotá - EAAB, Cámara de Comercio de Bogotá y Universidad Nacional), representan la triada de la triple hélice: universidad - empresa – estado (U-E-E en adelante); a su vez, estos tres actores son importantes en generar condiciones para que pueda emerger un proceso de desarrollo endógeno de la sociedad y de la economía del conocimiento, para conformar así un esquema de las cuatro hélices.

Por eso es conveniente mencionar que esta iniciativa tiene antecedentes, es decir, que la ciudad viene explorando desde hace más de una década cómo concebir un proyecto que la instale en el camino de la sociedad del conocimiento. No es este el espacio para discutir las razones por las cuales esos intentos previos no fructificaron en toda su dimensión, pero si es conveniente resaltar que concibieron el Anillo de Innovación en el cual se inscribe Innobo.

Los antecedentes más generales de Innobo se sintetizan en tres propuestas previas.

·        Proyecto Tecnópolis. 1998. Enfoque urbano. Alianza consultores de Francia y Colombia. DAPD hoy Secretaría Distrital de Planeación.
·     Proyecto Ciudad Tecnópolis. 1999. Enfoque tecnológico. Consultor: Luís Javier Jaramillo. DAPD. De estos dos ejercicios resultaron dos operaciones: anillo de la innovación y corredor internacional, y de ahí surgieron posteriores trabajos puntuales sobre el Anillo de Innovación.
·    Bogotá Territorio del Conocimiento. 2005 y subido en la página del BM en 2006. Enfoque: transformación productiva, emprendimiento y polos de innovación: se propuso un polo de innovación entre UNAL – Industrias de Puente Aranda -  Alcaldía, y se recomendó adelantar una consultoría que caracteriza y propusiera como sería ese polo.[2] (Jaime Acosta. DAPD – BANCO MUNDIAL, 2005).

Así se llega al Proyecto Innobo en 2009, para pensar un distrito de ferias y negocios, pero también de emprendimiento e innovación de industrias y servicios ALTEC y de industrias creativas.

 Qué justifica innobo

   Bogotá necesita sofisticar su concepción del futuro y mirar a 2025 (Proyecto Especialización Estratégica) y al 2038 luego de la visión 2014 del Consejo Regional de Competitividad. La sofisticación se sustenta en el conocimiento, en la creatividad y en la innovación para desarrollar actividades productivas de la sociedad del conocimiento, con base en capacidades endógenas complementadas por fuentes exógenas de conocimiento e innovación. Innobo es una iniciativa central de una senda de desarrollo sofisticada, y el Anillo de Innovación y sus zonas de influencia, el territorio de transformación urbana y productiva más promisorio de la capital y de Colombia a los años 2025 y 2038.

     Bogotá necesitan dar un salto en su desarrollo productivo con base en educación, ciencia, tecnología, emprendimiento, renovación urbana y el desarrollo de la región capital, como complemento al surgimiento de territorios semejantes a Innobo.

           El futuro desarrollo productivo de Bogotá debe orientarse fundamentalmente a impulsar nuevas actividades de alto valor agregado a partir de su dotación industrial y de servicios, y con visión prospectiva identificar e impulsar estratégicamente nuevas áreas de alta tecnología (ALTEC en adelante) para desarrollar una nueva generación de empresas innovadoras para convertirse en el más importante distrito o ciudad de alta tecnología de Colombia en el centro de las Américas.

        Innobo es por tanto una nueva fase de importante desarrollos adelantados en los últimos años, tales como: Invest In Bogotá, Connect Bogotá, la Alianza Universidad – Empresa – Estado (AUEE en adelante), y abrirle nuevos horizontes a la política de CTeI de Bogotá, y al Consejo Regional de Competitividad y de innovación.

    Innobo fortalecerá las apuestas productivas estratégicas del Consejo Regional de Competitividad. Sin embargo, debe centrarse en desarrollar áreas de alta tecnología, incluyendo innovaciones para sectores tradicionales. Innobo es una instancia para pensar en ALTEC y solo en ALTEC para desarrollar un sistema productivo y de empresas inteligentes y creativas del siglo XXI.

           Para que Innobo emerja con suficiencia, Bogotá necesita desarrollar su institucionalidad de ciencia, tecnología, innovación y emprendimiento, y una política productiva que impulse actividades de una estrategia de especialización inteligente. Tal como veremos en este documento, los nuevos instrumentos permiten imaginar nuevas instituciones, nuevas organizaciones, nuevos centros de desarrollo de múltiple tipo, nuevas oportunidades de inversión, y nuevas oportunidades de empleo y de formación.


CONCEPTOS Y PRIMERAS IMAGENES QUE JUSTIFICAN INNOBO

Desde la teoría

Ha entrado en crisis la concepción de la competitividad como un fenómeno de naturaleza exclusivamente macroeconómica y sectorial, determinada por ventajas comparativas de acuerdo a la dotación de factores naturales, para dar cabida a teorías complementarias donde las ventajas son creadas a partir de la interacción entre lo global y lo local y entre la producción y el conocimiento en la construcción de empresas basadas en ventajas cognitivas. En este tránsito a las cognitivas, la tecnología, el desarrollo de espacios y procesos de aprendizaje y el incremento de la capacidad innovadora territorial, juegan papel clave.[3]

Así, las ventajas a partir del conocimiento se  han vuelto más importantes para la creación de ventajas competitivas a través de la acción de las empresas en el diseño y desarrollo de nuevos productos y procesos, donde su competitividad se soporta en el ámbito territorial y en la innovación, y donde el territorio debe fomentar culturas de innovación y de innovación abierta.

Las empresas aumentan su capacidad innovadora por su habilidad para transformar conocimientos genéricos en específicos a partir de competencias acumuladas y del proceso general de acumulación de capital, mediante aprendizajes formales e informales de tipo codificado (conocimiento protegido, patentado, conocimiento que cuesta) y tácito (el que tienen las personas, el que circula libremente, que se difunde en el trabajo y en diálogos formales e informales de aprendizaje, y el que más permite que se difunda una cultura de la innovación para convertir a los habitantes del territorio en una cultura innovadora.

En este contexto, el proceso innovador cambia de la acción individual (frecuentemente incremental o pequeñas mejoras, tal como ocurre en Colombia y en su capital), hacia procesos más sofisticados que deriven más adelante en innovaciones de ruptura, y así dinamizar un fenómeno colectivo donde la capacidad para colaborar e interactuar con apoyo de una estructura institucional adecuada, promueva el desarrollo de actividades innovadoras radicales, que es el salto de largo plazo que deben planificar Colombia y su región capital.

El tránsito de un periodo ahora en declive, que ha durado al menos dos décadas y sustentado en innovaciones incrementales, a una era de innovaciones sofisticadas que gradualmente se expandirá en la producción y en los centros de investigación de las universidades, requiere de la creación de nuevos ambientes en los cuales germinen nuevas innovaciones, nuevas empresas innovadoras, nuevos gestores, nuevas organizaciones, nuevos liderazgos, nuevo tejido social, nuevos espacios urbanos, nuevos eventos, nuevos negocios, nueva cultura, nuevos imaginarios, nuevas visiones. Innobo está pensado con estos propósitos.

La constelación de los factores recién enunciados es difícil que emerja si no existe presencia activa del Estado para crear una estructura social compuesta por la población, actividad productiva estratégica y desarrollos científico – tecnológicos, para conformar una sociedad ética, inteligente, innovadora y creativa. Por eso, todos los hábitats de innovación de una economía de la innovación son ecosistemas que se relacionan con otros ecosistemas que comparten conceptos, enfoques y visiones, y cuya interdependencia no se puede desconocer y fragmentar porque si no el territorio innovador no nace. 

La concepción de Innobo obedece a una sociedad red y a una economía de la innovación en red. Sus componentes principales son interdependientes. Todos se afectan entre sí de manera positiva: Corferias, Centro de Convenciones, Centro de negocios, la transformación urbana del territorio, los nuevos desarrollos productivos, el turismo de negocios, la Universidad Nacional, las instituciones de CTeI en el CAN (Invima, Instituto Nacional de Salud, Instituto Colombiano de Metrología, Ingeominas), pero también la sostenibilidad ambiental, la movilidad y la cultura, son una unidad compleja, indivisible y vital. De ahí nace su potencial económico y su viabilidad económica, política y social; y surge la visión de Ciudad Innobo con sus distrito de ferias convenciones y turismo, así como de innovación, emprendimiento y cultura.   

Innobo se piensa como un modelo de desarrollo endógeno[4] y de la triple hélice (interacción universidad – empresa – estado: U-E-E en adelante) con la sociedad. Por tanto, Innobo es la construcción de un nuevo ambiente de cooperación entre universidad, empresa y estado, par y con la sociedad.
  
La universidad es el principal generador de sociedades fundadas en el conocimiento; la industria permanece como actor clave y centro de la producción; y el gobierno fuente de relaciones contractuales que garanticen interacciones estables y el intercambio pero también su capacidad para hacer inversiones estratégicas. La vertiente original de la triple hélice enfatiza en la universidad como fuente de emprendimiento, de tecnología y de investigaciones fundamentales, y se diferencia de teorías que priorizan el papel del gobierno y de las empresas en la innovación y en el emprendimiento. Es así como también se convierten en instituciones emprendedoras las universidades de investigación, lo cual ocurre por medio de la transferencia de tecnología, la incubación de nuevas empresas y la conducción de esfuerzos de renovación regional,[5] como sería el caso de Innobo. Sin embargo, el contexto desde el cual emergió la TH en los Estados Unidos, no es el mismo de Colombia, de ahí que también amerite una relectura desde la realidad específica de Bogotá y Colombia, y por eso la triple hélice es componente de un modelo de desarrollo endógeno en el cual el estado y las empresas tienen un papel determinante y las universidades un rol de soporte y de conocimiento a difundir en la sociedad y la economía. 

Por eso el componente teórico principal de Innobo se sustenta en el desarrollo endógeno, en el cual se inscribe la TH o una derivación hacia esquemas de cuatro hélices. Las razones son dos: una, que Innobo es más que una relación U-E-E; y dos, nuestra sociedad necesita todavía de mucho estado regulador, orientador e inversor; porque nuestro sistema industrial aun está distante de comprender la innovación a partir de actividades propias de I+D y de su relación con las universidades; y porque estas deben avanzar mucho más en la calidad de su formación y en sus capacidades en investigación para que puedan hacer tránsito a transformarse en centro de investigación y de emprendimiento avanzados a partir de sus capacidades en la formación, y así liberar condiciones para que fluya la innovación mediante mecanismos expeditos de propiedad intelectual. La gráfica resume la concepción del marco teórico.


 De lo local a lo global

En el mundo de hoy las transformaciones globales afectan el concepto de territorio que derivan en nuevas interpretaciones de la noción del desarrollo. Durante mucho tiempo, desarrollo y territorio tuvieron un “diálogo” exclusivamente “nacional”. Pero, la globalización reconfigura los aspectos productivos, tecnológicos, políticos y socio culturales en una dimensión que transforma los mapas vigentes, provocando cambios territoriales generalizados, donde globalización y territorialización, integración económica e inclusión geopolítica de los territorios, son procesos complementarios.

Cuando un territorio nuevo (tipo Innobo) se proyecta en la sociedad del conocimiento,  las jerarquías territoriales se desdibujan en la medida que las empresas del territorio tienden a expandirse, y porque la competencia arrecia para generar ventajas o para recibir embates que golpean los territorios y sus respectivos sistemas de innovación y de producción.

Cuando germinan territorios de innovación, como Innobo, pueden nacer desligados de los centros iniciales o primarios (tipo Anillo de la Innovación)[6], dado que están orientados a una nueva especialización. Estos cambios suceden en territorios de alta tecnología (como será Innobo), dadas las relaciones extrarregionales en parte de los eslabones de las nuevas especializaciones.[7]

Por lo expuesto, proyectos como Innobo, tienen que tener una visión y una perspectiva territorial que va desde lo local a lo global pasando por su región de influencia y por el ámbito nacional.
  

Desde la integración regional

Innobo, a través del tren de Cercanías, Transmilenio de la calle 13, avenida
de las Américas y calle 26, estará conectado con el núcleo del corredor tecnológico agroindustrial de Mosquera: UNAL, SENA, ICA, y otros actores. Así mismo, con la región de la sabana centro que está empezando una senda para conformarse como una región de innovación. Por lo tanto, dadas las características y contenidos que tendrá Innobo, deberá tener nodos de integración con otros territorios de innovación de la región capital, como lo sugiere la figura.


Dimensiones de un territorio del conocimiento o de la innovación: las dimensiones de Innobo.[8]

Poner en marcha una senda de desarrollo para un territorio como la idea que entraña este proyecto interinstitucional, requiere de un proceso de planeación de largo plazo, estructurado a partir de unas dimensiones, que aplicadas a Innobo,  se consignan en la siguiente figura.
  


Veamos los contenidos de cada una, factores claves, y algunos proyectos posibles para Innobo.

Dimensión política y cultural

Se requiere el papel más autónomo del gobierno distrital y de otros organismos del territorio para generar condiciones de libertad y así erigir su propia visión y trayectoria de transformación que permita la ocurrencia de Innobo, en el cual la inclusión y la equidad son principios transversales de las acciones y determinantes en un proceso de desarrollo endógeno.

La cultura como sustento de un estilo propio de desarrollo porque ninguna trayectoria de desarrollo es igual a otra. Por ello el factor cultural tiene relación directa con la capacidad científica, tecnológica y de innovación, que disemina espíritu creativo y originalidad a la producción local. Acciones relacionadas con las artes y la cultural en Innobo, son igualmente pilares de una trayectoria propia de desarrollo. Algunos factores:

·         Se necesita visión y planeación de largo plazo.
·         Consenso entre actores de la triple hélice y la sociedad. Ninguno puede estar ausente.
·         Compromiso de largo plazo para consolidar el rumbo.
·         Desarrollo basado en el conocimiento, en la innovación y en la creatividad por tanto en la educación y en la investigación.
·         Intensa actividad artística y cultural e impulso a las industrias creativas y culturales.
·         Disponer de recursos. Procesos con escasa financiación son de difícil ocurrencia.

Dimensión ciencia,  tecnología e innovación

Desarrollo y transferencia de tecnología orientada a la gestión y a la generación y creación de conocimiento, innovación y emprendimiento en procura de impulsar un nuevo desarrollo productivo y tecnológico. Política de Ciencia y Tecnología de Bogotá,  Núcleo Innobo universidad – empresa – estado de la región capital, son iniciativas de esta dimensión. Algunos factores:

·         Impulsar la innovación, el conocimiento, la creatividad y nuevas empresas innovadoras sobre todo de alto impacto multidimensional.
·         Creciente inversión pública y privada del territorio en CTeI, por tanto en I+D+I en las empresas para desarrollar nuevos servicios y productos, y crear empresas de I+D.
·         Los centros de desarrollo tecnológico y de investigación son clave en el surgimiento de proyectos innovadores (spin offs) y de empresas innovadoras (start ups y spin outs).
·         Los centros de investigación y el sector productivo deben estar en Red, para acercar oferta y demanda y crear un flujo sostenido de conocimiento e innovación.

Dimensión económica

Generar empleo de calidad transformando el sistema productivo a partir de nuevas actividades productivas y áreas tecnológicas estratégicas para el nacimiento de nuevas empresas innovadoras y creativas. Nuevas actividades productivas promisorias permiten generar valor agregado, retener ahorro y atraer Inversión Extranjera Directa (IED en adelante) que adelante actividades de I+D en el territorio. Innobo-tec, Innobo Altec. Innobo Creativo, son proyectos tipo de esta dimensión. Algunos Factores:

·         Especialización de la economía en nuevas industrias, nuevos servicios y en sectores tradicionales reestructurados que generen valor agregado.
·         Concentrarse en pocas actividades/sectores productivos estratégicos y sus correspondientes áreas de investigación.
·         Prospectiva industrial y tecnológica para identificar oportunidades, riesgos y desafíos productivos y tecnológicos.
·         Conformar el territorio como una aglomeración productiva innovadora, competitiva y sostenible.
·         Facilitar la creación de mipymes y grandes empresas innovadoras de alta tecnología para que surja una nueva generación de empresas.

Dimensión sociológica, educativa y pedagógica

La adopción de nuevas posturas relativas a la organización, la formación y el trabajo, producto del ingreso a una nueva sociedad y a una nueva economía, requiere de la formación de un factor humano de alta calificación, creativo, innovador, emprendedor y participativo, para que construya cohesión social en el “nuevo” territorio.

·         La universidad del siglo XXI hace investigación e innovación con las empresas, crea empresas de nueva generación desde sus capacidades en investigación. Las empresas del conocimiento surgen donde se genera conocimiento. Núcleos de extensión de las Universidades en Innobo.

·         Adelantar procesos pedagógicos para que los ciudadanos sean actores proactivos puesto que la construcción de Innobo debe ser una acción de transformación con inclusión utilizando modernas herramientas de comunicación y como instrumento pedagógico pero de interacción con la sociedad inmediata, la región, Colombia y el mundo. Innobo Digital

·   Establecer interfases entre universidades - sector productivo - sector público - ciudadanía, mediante expertos muy calificados, con visión y conocimientos amplios y con reconocimiento en el territorio, para establecer interrelaciones pedagógicas sostenidas porque todo cambio enfrenta barreras mentales que se deben asumir y superar. Cátedra Innobo

Dimensión espacial sustentable y movilidad

Transformación del espacio urbano, puesto que el proyecto Innobo alterará positivamente la dinámica urbana del territorio. Innobo Urbano sustentable,  Ciudad Innobo. En este contexto, si bien los sistemas modernos de movilidad no generan una ciudad del conocimiento, sí son un elemento necesario para la aparición de nuevas formas de organización espacial que imponen las nuevas dinámicas urbanas, del conocimiento, de la innovación, de la producción y de la conexión entre territorios. (Barceló, 2003). Estaciones Innobo de Transmilenio en la calle 26 y la que se construirá en la avenida de las Américas entre la carrera 50 y la NQS, y también el metro y el tren de cercanías pasarán por el AI.
De esta manera, las acciones de política en lo productivo, en emprendimiento y en conocimiento e innovación de Innobo, están asociadas con la movilidad.

·         Plataformas TIC rápidamente difundidas en la ciudadanía. Innobo Digital.
·         Disponer de un sistema de movilidad moderno: los corredores de movilidad deben pasar por el territorio innovador. Estaciones Innobo del SITP
·         Espacio público de calidad y ambientalmente sano. Innobo Urbano
·         Uso de energías renovables. Innobo Altec

Dimensión internacional

Los procesos de flexibilización productiva (descentralización de la producción) como consecuencia de las nuevas tecnologías de la información y de las comunicaciones, y de la creciente transnacionalización de la producción mundial, han determinado la descentralización de la producción global de bienes y servicios. La descentralización se localiza en territorios concretos que ofrezcan condiciones como las que ofrecerá Innobo, con el fin de atraer inversiones y retener ahorro propio. Es decir, no son suficientes las condiciones generales ofrecidas por políticas nacionales y supranacionales, sino que éstas necesariamente requieren complementarse con políticas, estrategias e instrumentos de estricto contenido local.

En consecuencia, la descentralización de la actividad económica planetaria lleva implícita la autonomía territorial. Además, la descentralización de la producción global es componente clave de fuerzas políticas y sociales de las ciudades y regiones en procura de formas de desarrollo más autónomas. Así, la mayor autonomía de las regiones a través de la profundización de su desarrollo endógeno y del salto a un estado federado o con autonomías, es un discurso político y una realidad de los nuevos tiempos para superar barreras mentales y geográficas determinadas en gran medida por la deslocalización de la actividad económica mundial, pero también cultural y en más campos del quehacer de la ciudadanía planetaria. Innobo Internacional en Invest in Bogotá.

Factores productivos de un territorio del conocimiento o de la innovación

El proceso de desarrollo se entiende como resultado de un esfuerzo organizativo e innovador del conjunto de la sociedad y no sólo del desempeño de los mercados, donde la estrategia local busca promover el desarrollo empresarial, el estimulo a la innovación, la generación de externalidades derivadas de la asociación, colaboración y proximidad así como de la utilización más eficaz de todo el potencial de desarrollo disponible o incorporable al territorio.[9]

i)             Capital: dispuesto a invertir en alta tecnología. Innobo Altec.

ii)          Trabajo: concentración de científicos, ingenieros y diseñadores muy cualificados de las universidades de investigación locales. Universidad Nacional y otras de investigación y diseño de Bogotá y del exterior.

iii)     “Materia prima”: nuevos conocimientos por la incursión a nuevas áreas científico - tecnológicas. Innobo Futuro (prospectiva industrial y tecnológica). Nuevas oportunidades para desarrollar industrias creativas. Innobo Creativo.

iv)        Redes sociales: de diferente tipo, necesarias para consolidar un territorio de nuevo tipo, asegurando el proceso pedagógico y la comunicación permanente de ideas. Ciudad Innobo

Dibujando Ciudad Innobo

Una sociedad basada en el conocimiento opera de acuerdo con un conjunto de diferentes dinámicas, mucho más que en la sociedad industrial, concentrada en la fabricación de bienes tangibles. Las economías basadas en conocimiento son más ligadas a fuentes de nuevos conocimientos, están sujetas a continuas transformaciones, y a la vez arraigadas en arreglos estables.[10]

Innobo productivo se enmarca en la concepción de los territorios del conocimiento de la innovación y de la creatividad, cuya definición veremos en el siguiente capítulo. Por eso, tener una aproximación a ellos es parte de la justificación conceptual de Innobo.

Una ciudad del conocimiento se puede concebir desde distintas perspectivas, según necesidades y potencialidades acorde con las transformaciones endógenas de su modelo de desarrollo, por tanto, de los cambios que determinen sus actores para construir el futuro.

Algunas ciudades han evolucionado en torno a acciones públicas y privadas para ser más productivas y competitivas, impulsando la cultura, la educación, la ciencia, la tecnología, la innovación y el emprendimiento; modernizando la movilidad y el espacio público para mejorar la productividad, el medio ambiente y las condiciones de vida de la ciudadanía; fortaleciendo sus instituciones para iniciar y consolidar la senda; más atractivas a la inversión, más emprendedoras e innovadoras y culturalmente más inquietas, creativas y colaborativas.

En la primera gráfica se sintetiza una visión deseable de una ciudad del conocimiento sustentada en una serie de conceptos de ciudades dentro de un gran concepto de nueva ciudad. Por supuesto, cada ciudad adopta como visión principal la que considera guiará su desarrollo. Por ejemplo, Buenos Aires Ciudad de la CreatividadRío de Janeiro Ciudad de la Creatividad y de la Tecnología; Curitiba Ciudad Sustentable.[11]
  
                                             Ciudades de una ciudad del conocimiento

La segunda gráfica es una imagen hipotética de Ciudad Innobo pensada desde la especificidad del territorio y de sus componentes principales.

                                                                      Ciudad Innobo

Innobo productivo y tecnológico


Un territorio de innovación de industrias y servicios Altec y de industrias creativas ubicado en el Anillo de la Innovación con un gran distrito de ferias, negocios y convenciones que impulsará el turismo de negocios, de impacto en toda la región capital con proyección nacional e internacional.

Un territorio - sistema de innovaciones: innovación urbana, innovación empresarial, innovación tecnológica, innovación ambiental, innovación social e innovación cultural.

Un territorio que tendrá un parque tecnológico urbano PTU donde trabajarán en sinergia empresas innovadoras de alto valor agregado (nacionales y extranjeras), centros de investigación de la UNAL y de otras universidades de investigación, centros de emprendimiento para el surgimiento de nuevas empresas ALTEC y nuevas industrias creativas, centro de negocios, y un turismo de negocios multiplicado por las nuevas dinámicas del proyecto Innobo: Corferias + Empresas de Servicios de la Ciudadela Luis Carlos Sarmiento Angulo + parque tecnológico urbano + distrito de las artes, la cultura y de CyT.

Un territorio que tendrá un gran distrito de las artes, la cultura, la ciencia y la tecnología compartiendo los predios abiertos del parque tecnológico urbano, integrado principalmente a la nueva vivienda de Innobo y a Ciudad Salitre.

Un territorio que jalonará la modernización y reestructuración productiva y urbana de la zona industrial del Anillo de la Innovación, conectado a la Aerópolis de Eldorado y al centro de la ciudad por la calle 26 y AV Américas. Y hacia el norte y hacia el sur por las grandes troncales de Transmilenio: NQS. AV 68, AV Boyacá y el metro.

Por estas consideraciones, Innobo debe pensarse como una nueva ciudad dentro de la gran ciudad conformada por distintos distritos y su desarrollo productivo pensado como un complejo del conocimiento y de la innovación. 


Espere en pocos meses la visión BOGOTÁ 2050





[1] con la conducción del arquitecto urbanista Fernando Viviescas.
[2] Acosta J. Polo de servicios avanzados de Usaquén y polo del Anillo de la Innovación. Bogotá Territorio del Conocimiento.  DAPD-BM. Bogotá. 2005

Con el fin de contribuir al empeño de la Administración Distrital de descentralizar la gestión pública con las Alcaldías Locales, ……….. es válido iniciar un proceso de conformación de polos con identidad productiva.  Así, se propone contratar dos consultorías tendientes a concertar la planificación de dos polos de gran suceso a largo plazo, puesto que las condiciones están dadas ….. para consolidarse: el polo de servicios avanzados de Usaquén (salud, diseño,..); y para modernizar el polo industrial de Puente Aranda, que hace parte del territorio del Anillo de la Innovación, el cual será el espacio de mayor potencialidad en nuevas industrias limpias y de alta tecnología en el Centro de las Américas.    

[3] Infyde. Impacto socio económico de los parques científicos y tecnológicos.  Madrid. 2007
[4] Desarrollo endógeno es la capacidad de transformar el sistema socioeconómico; la habilidad para reaccionar a los desafíos externos; la promoción de aprendizaje social; y la habilidad para introducir formas específicas de regulación social que favorezcan el desarrollo de las características anteriores (Garafoli, 1995 tomado de Boisier, S. 2000). En términos simples, es la capacidad de una sociedad de modelar su propio futuro, desde adentro (Boissier, S. 2000), para tener su espacio y la mejor oportunidad en la globalización. El desarrollo endógeno también se puede definir como la visión propia del futuro para una inserción internacional con identidad, autónoma, interdependiente y proactiva.(Acosta, J. 2006)
[5] Etzkowitz H. Hélice Triplice: universidad – industria – gobierno. EdiPUC. Porto Alegre. 2009
[6][6] En el estudio de prefactibildad el Anillo de la Innovación era un referente que poco decía porque el proyecto inicial estaba circunscrito a un distrito de ferias, exposiciones y convenciones en torno a Corferias. Pero fue la acción de Ferndno Viviescas, su director, que Innobo miró también de manera preliminar el desarrollo productivo ligado a la CTeI y la educación a cargo de este autor.
[7] Infyde. Op. cit
[8] Esta sección es una adaptación de Sierra Caballero, Francisco, 2006. Políticas de comunicación y educación: critica y desarrollo de la sociedad del conocimiento. Barcelona: Gedisa Editorial, y de Acosta J. op. Cit.
[9] Alburquerque Francisco. “Desarrollo económico local y cooperación descentralizada para el desarrollo”….Bilbao, Hegoa, 2002.
[10] Etzkowitz Henry. Op .cit
[11] Acosta J. op. cit


 
CIUDAD INNOBO E INNOBO-TEC EN EL ANILLO DE LA INNOVACIÓN DE BOGOTÁ. Parte II


CIUDAD INNOBO

Conceptos generales y conceptos de Innobo

La sociedad y la economía del conocimiento, de la información y de la innovación  está sustituyendo a la sociedad y a la economía industrial, transición que está sucediendo de manera relativamente inadvertida, entre otras razones, porque todos los tamaños del globo ahora son mayores (las ciudades, las zonas productivas, las economías de escala, las empresas, las infraestructuras de todo tipo, y porque las redes se van creando y van integrando como una dinámica que fluye cada vez de manera más espontánea y exponencial). Implica cerrar brechas sociales para que se consolide, porque la comunicación - para propiciar procesos pedagógicos -, y la cultura (capacidad de diferenciarse, crear, innovar y emprender), forman parte del nuevo desarrollo productivo global. Sin embargo, advirtiendo que el salto a la sociedad del conocimiento no será satisfactorio si no existe un proceso de construcción de una cultura innovadora en el tejido social. La idea de Innobo apunta a cumplir con estas condiciones. Así, su viabilidad económica y su rentabilidad futura serán mayores cuando se implemente y consolide el Innobo productivo del conocimiento y de la innovación.

A escala global, aunque con desiguales grados de apropiación según el nivel de desarrollo, la nueva sociedad, su nueva economía y sus nuevos territorios, a penas están tomando cuerpo en nuestras conciencias.  No obstante, el proceso de comprensión es cada vez más rápido, y los grupos sociales inmersos en el nuevo paradigma se incrementan de manera sostenida y el crecimiento del movimiento tiende a ser exponencial cuando proyectos como Innobo se concretan.

Así, para que Innobo sea un espacio de convivencia y desarrollo de nuevo tipo, debe construirse a través de normas y valores colectivos, es decir, de capacidades y potencialidades endógenas que le den identidades al proyecto: conocimiento (educación – investigación – información); creatividad (educación – arte - diseño); innovación (cultura de la innovación – innovación abierta - gestión del conocimiento y de la investigación – nuevas empresas del conocimiento y de innovación); sostenibles (calidad de vida – espacio público - medio ambiente sano – energías renovables – sistemas modernos no contaminantes de movilidad – e instalaciones potentes para el arte y la cultura); y participación ciudadana y política[1]

Entonces ¿qué es una ciudad del conocimiento? Es un medio creador e innovador conformado por un gran sistema de estructuras sociales, institucionales, organizativas, económicas y territoriales que genera condiciones para la generación continua de sinergias (Castells y Hall, 1994). Esa sinergia se produce entre actores públicos - privados – universidades - sociedad, para desarrollar nuevas industrias y nuevos servicios de alto valor agregado a partir de la calidad de la educación, de la CTeI, de la capacidad de transformación del sistema productivo, de la capacidad innovadora, creativa y emprendedora de sus ciudadanos, y de las instituciones del territorio.

Lo que define la especificidad de un territorio de innovación es su capacidad para generar sinergia, esto es, el valor añadido que no resulta del efecto acumulativo de los elementos presentes en el territorio (todas las industrias y servicios del anillo de la innovación y zonas aledañas conforman una gran aglomeración productiva sin mayor integración), sino de su interacción, puesto que Innobo, por definición, se sustenta en la interacción.

Para que la interacción suceda deben existir en el territorio los actores precisos para hacer sinergias. Confluyen actores innovadores antiguos y nuevos que conforman una estructura que es necesario reconocer para diseñar la estrategia de comunicación y pedagógica, a partir de la cual se facilita el trabajo para atraer empresas, capitales y mano de obra, y para que la ciudadanía entienda que es innobo.

Una ciudad del conocimiento dispone de un sistema productivo consolidado o en desarrollo de alto valor agregado en el cual surgen nuevas empresas innovadoras (semilleros de ideas innovadoras, incubadoras, parques tecnológicos); tiene polos innovación articulados con centros de investigación a través de alianzas U-E-E; sistema de movilidad moderno; sectores residenciales modernos; sectores urbanos en declive en proceso de reconversión; espacio público ambientalmente sano; actividad cultural; y una agresiva promoción internacional que atraiga inversionistas y turistas.

Las ciudades del conocimiento como ámbitos de innovación y de alta tecnología pueden ser de tres clases:

i)           Complejos de media alta y alta tecnología que hacen parte de un territorio innovador consolidado, caso del Gran Boston, Corredor de San Francisco – Palo Alto y Berkeley, el Silicon Alley de Nueva York, Londres – Tokio, Berlín, Paris, Milán, Seúl, entre otros.
ii)      Complejos productivos en consolidación como Barcelona, Bilbao, Curitiba, Porto Alegre, Sao Paulo, Rio de Janeiro, Recife, Florianópolis, Campinas, múltiples ciudades de Asia y Oceanía.…; o en perspectiva, como Bogotá;
iii)         Programas de ciudades del conocimiento como instrumento emergente de desarrollo de un territorio (Innobo en el Anillo de la Innovación).

Estas ciudades se conforman como centros planificados para promover y difundir el nuevo paradigma tecnológico, redefiniendo los procesos de desarrollo regional y local. La función de una iniciativa como Innobo, como ciudad de la innovación, es generar los instrumentos, materiales, productivos y símbolos de la sociedad y de la economía del conocimiento. 

Qué es una ciudad de la innovación

Es un medio conformado por actores sociales (ciudadanía), institucionales (públicos y privados), tecnológicos (universidades y centros de investigación) y económicos (empresas – gremios altec) en el cual se generan sinergias entre ellos para desarrollar nuevas industrias y nuevos servicios de alto valor agregado, soportadas en la conformación de redes formales o informales de diferente tipo para conformar un territorio del futuro.

Qué es entonces ciudad Innobo

Un nuevo TERRITORIO URBANO SOSTENIBLE de ferias, convenciones,  emprendimiento, innovación y cultura, con transformación urbana, para la inserción internacional de la capacidad productiva y competitiva de alto valor agregado de Bogotá, de la región capital y de Colombia.

Ciudad Innobo será la primera ciudad del siglo XXI dentro de la gran ciudad de Bogotá Región.

Innobo tendrá un importante componente productivo cuyo principal instrumento será el parque tecnológico urbano innobo - tec. Veamos los contenidos de Innobo desde la perspectiva productiva.

Contenidos generales de Ciudad Innobo

Innobo es una nueva propuesta de transformación urbana sostenible, en el cual sucederán distintos desarrollos y actividades (ver figura) de gran impacto para el territorio del Anillo de la Innovación y sus zonas vecinas, pero también para Bogotá en su conjunto: habrá un distrito de ferias y negocios fortalecido por nuevas inversiones (centro de convenciones y centro de negocios); habrá un proceso de transformación urbana que incluye nueva vivienda, nuevo espacio público, la mejor movilidad de Bogotá, y uso de energías alternativas; habrá un complejo de nuevas ofertas a la ciudadanía sobre cultura, ciencia y tecnología (museos del agua, construcción, industria….), un centro de las artes y de la cultura; una biblioteca virtual especializada en temas de futuro relacionados con la concepción de Innobo: ciudades, negocios, ciencia y tecnología.

Estos hechos no son suficientes para proyectar y proponer un nuevo periodo de transformación productiva de Bogotá a partir de Innobo. El pasado y el presente se convierte en futuro con nuevos desarrollos de los cuales carece la gran ciudad y que se asumen indispensables para su ingreso definitivo a una nueva fase de progreso tecnoeconómico, social, político y cultural: el desarrollo de nuevas empresas sostenibles de alto valor agregado, de nuevas industrias creativas, de incorporar alto contenido tecnológico a sectores tradicionales promisorios, y de generar oportunidades promisorias en sectores de menores ingresos. Toda esta idea de acciones combinadas se concretan a través de dos grandes conceptos: el desarrollo de un parque tecnológico urbano; y concebir la actividad productiva de Innobo como un gran complejo productivo del conocimiento y de la innovación. Todas estas transformaciones permitirán el diseño de una estrategia de turismo de negocios  y de turismo inteligente y sustentable.

Entonces, el cuerpo del desarrollo económico de Innobo está constituido en primer lugar por Corferias y sus nuevos proyectos para el futuro inmediato; en segundo lugar, por una revitalización urbana basada en la innovación de la producción en Anillo de la Innovación ampliado; en tercer lugar, por el impulso de una nueva plataforma productiva de alto valor agregado y de nuevas industrias creativas; y en cuarto lugar, por un complejo cultural, de las artes y de difusión de la CTeI en la ciudadanía. Todos estos son hechos que se afectan positivamente entre sí a través de sinergias virtuosas.

Innobo es un territorio privilegiado en cual se pueden concretar varias transiciones del pasando al futuro. Veamos algunas:

i) Es un territorio donde convivirá el paradigma tecnológico de la sociedad industrial (zona industrial donde se inscribe el Anillo de la innovación), al paradigma de la sociedad del conocimiento (territorio Innobo de nuevas tecnologías), sin marcar diferencias significativas. Las dos se entienden, se retroalimentan y se desarrollan en armonía.

ii) Se renovará el urbanismo del siglo pasado con el urbanismo del nuevo siglo. Este no se podría desarrollar sin la existencia de aquel.  

Innobo productivo

Haciendo un ejercicio de síntesis desde lo productivo, tenemos tres grandes proyectos: el primero, el centro de convenciones (siglo XXI) para fortalecer la feria internacional de exposiciones (siglo XX); el segundo, el parque tecnológico urbano Innobo-tec (siglo XXI) y Universidad Nacional (siglo XX y su proyección en el siglo XXI); y el tercero, las empresas asociadas de Innobo (vienen del siglo XX para impulsar desarrollos en el nuevo siglo), que serán actores clave del parque tecnológico y del complejo de la cultura, artes y CTeI. Las empresas asociados de Innobo serán algunas de las grandes ubicadas en el AI y otras del resto de la ciudad.

Estos tres proyectos hacen parte y a su vez complementan la transformación urbana del territorio que será un hito de transformación urbana para la Bogotá de comienzos del siglo XXI. 



Marca Innobo

En la siguiente figura se muestra una aproximación a los contenidos más concretos de Innobo desde la perspectiva productiva. Principalmente se resaltan los relacionados con el distrito de ferias, convenciones y turismo de negocios; parque tecnológico urbano; y empresas asociadas del Anillo de la Innovación que conforman con el impulso del Estado la triple hélice de Innobo.

Lo más importante de la información de la figura es resaltar la potencialidad de innobo como marca. Ese es un hecho destacado que se debe resaltar y reconocer para quien(es) crearon la “marca” innobo.

La posibilidad de la marca innobo podría dirigirse en dos direcciones: una, para los bienes y servicios que surjan de la innovación y del emprendimiento instalado en innobo; y dos, de la identidad de los distintos instrumentos que conformarán innobo, lo cual facilitará la promoción de la “marca Innobo” desde las instituciones que crearán y promoverán el nuevo territorio y desde Invest in Bogotá.

También la figura nos sugiere las necesidades y oportunidades de generar nuevos empleos en la operación de cada instrumento, y del conjunto del proyecto, razón por la cual se requerirá crear una instancia de gestión y de coordinación de largo plazo: la Fundación Innobo.

En el marco de los alcances y compromisos de este texto, nos centraremos en elaborar la concepción del parque tecnológico innobo-tec y sus contenidos, dado que es un potente instrumento que justifica política, social, cultural y económicamente Innobo, por sus impactos positivos en la transformación productiva y urbana; además como ámbito donde se materializa la colaboración entre las universidades de investigación con la producción y el apoyo del Estado; y como plataforma de desarrollo endógeno. El PTU es el que establecerá los puentes entre la actividad productiva del pasado (la que existe en el AI) y las actividades del futuro (las que se instalarán y nacerán en innobo-tec con soporte en las capacidades de investigación de la UNAL y de otras universidades de investigación de Bogotá, y todo esto implicará cambios y nuevos desarrollos institucionales en la ciudad.
   



INNOBO-TEC EL PARQUE TECNOLÓGICO URBANO DE BOGOTÁ

Desde el surgimiento espontáneo del Silicon Valley de California, a partir de la capacidad emprendedora de la Universidad de Stanford y como respuesta a la crisis de la gran depresión de los años 1930, se inició un proceso mediante el cual distintas regiones y universidades de los países avanzados de la cultura anglosajona, prontamente emulados por otros países desarrollados de todo el mundo, y en las últimas tres décadas también por economías emergentes en todo el globo, los parques tecnológicos (PT en adelante) se han convertido en uno de los hábitats de innovación e instrumento de desarrollo y de transformación territorial, de nuevas tecnologías y de nuevas empresas innovadoras.

Los PT nacen con el nacimiento de las nuevas tecnologías y de las empresas de nuevo tipo: nacen cuando nace la sociedad del conocimiento. Pero nacen fundamentalmente del avance de las universidades en su concepción y relación con la sociedad, en particular con el desarrollo productivo, cuando empieza a participar como actor central en las transformaciones de la economía al convertirse en agente activo e impulsor de industrias de alta tecnología desde sus centros de investigación, en establecer relaciones con las empresas para hacer conjuntamente proyectos de I+D, en estimular la publicación de artículos, la protección de la propiedad intelectual de los resultados de investigación para convertir esos hallazgos en nuevas empresas, en nuevos productos y en nuevos procesos.

Los modelos, la especialización, la ubicación, los tamaños y los actores de un PT, se diferencian como diferentes son las características de la economía y la sociedad donde emergen.  Por supuesto que son muchos más los casos exitosos que los fracasados. Incluso, son muchos más los casos bien sucedidos que los procesos de lenta ejecución o estancados.

Los PT surgen porque la economía respectiva ha decidido dar un salto en su senda de desarrollo; y surgen también para solucionar la inercia en que han caído regiones en declive. Colombia ha hecho intentos pero sus resultados han sido pobres. No es la única economía donde esto ha ocurrido. Le sucedió a Brasil en los años 1980 y 1990, cuando no estaba preparada para desarrollar parques tecnológicos, sin embargo, el movimiento derivó en más de trescientas incubadoras de empresas, y la estrategia de los parques se replanteó y está en fase emergente en más de treinta ciudades, con proyectos consolidados, otros en fortalecimiento y otros a nivel de formulación.

Las razones por las cuales Colombia aun no ha sido afortunada, desbordan el alcance de este documento, pero están analizadas en el libro de Colciencias, Las ciudades de América Latina en la Sociedad del Conocimiento (Acosta J, 2009). Digamos solo que no estaban dadas las condiciones ni en los territorios ni en el estado ni en los actores ni en las políticas de crecimiento, de competitividad, de educación y de CyT para crear PT.

No obstante, eso fue en los años 1990. Las condiciones han mejorado. Pero, la ciudad y el país están en el dilema de si continúan siendo y haciendo más de lo mismo, o inician de manera decidida una nueva senda de desarrollo. Innobo es un desafío dentro de ese dilema. Es una oportunidad de entrada al futuro para la ciudad y para los actores que la impulsan. Innobo es una oportunidad para mirarse en el espejo, ABATIR BARRERAS MENTALES, y abrir nuevas ventanas para mirar muy lejos.

Los desarrollos que a continuación siguen están pensados con ambición y visión. Pero su escala está pensada para hacer posible Innobo-tec de manera gradual pero sostenida. Lo que importa no es el tamaño de los instrumentos ni la cantidad de los mismos, sino su pertinencia, viabilidad y que estén cerca unos de otros trabajando en red, generando permanentemente nuevas sinergias.

Innobo-tec no se propone como un proyecto de la Universidad Nacional, tampoco como un proyecto del sector privado, ni del sector público, sino como un proyecto de varios actores donde el Estado a más de regular deberá hacer inversiones en ciertas infraestructuras de investigación y en industrias estratégicas a la ciudad y a la nación, porque el sector privado no hará inicialmente inversiones y de pronto jamás, por razones que muy bien explica en sus distintos trabajos Mariana Mazzucato. Pero lo que sí es cierto es que este debe ser un parque tecnológico urbano de múltiples usos: espacio para el nacimiento de nuevas empresas de alta tecnología, asiento de medianas y grandes empresas de alta tecnología y de nuevas industrias creativas, de nuevos servicios para las industrias existentes en el AI, de nuevos centros de investigación, de nuevos desarrollos para la cultura, las artes y para la difusión de la CTeI en la ciudadanía.

Qué es un parque tecnológico

Es un ámbito donde se promueve la cultura de la innovación, del emprendimiento y de la competitividad de las empresas e instituciones de investigación generadoras de conocimiento instaladas en el parque y para las entidades asociadas. Para tal fin el PT estimula y gerencia el flujo de conocimiento y de tecnología entre universidades, instituciones de investigación, empresas y mercado; estimula la creación y el crecimiento de empresas innovadoras mediante mecanismos de incubación y de generación centrífuga de emprendimientos (spin – off, start-ups y spin outs); ofrece otros servicios de valor agregado;  y espacios e instalaciones de calidad. (Spolidoro. Valetec. 2006)

Los PT son un instrumento de los sistemas nacionales y territoriales de desarrollo productivo y de CTeI (I+D+i), y de las políticas de desarrollo productivo e innovación y de CTeI de la nación y de los territorios.

Dadas las características de los PT, estos facilitan la atracción de talentos, la generación de sinergias y fertilizaciones cruzadas de distinto tipo, y sobre todo la generación de un cambio cultural a favor de una cultura innovadora y emprendedora.

Qué es el parque tecnológico urbano Innobo-tec

Un ámbito que promoverá la cultura de la innovación, del emprendimiento y de la competitividad de las empresas e instituciones generadoras de conocimiento instaladas en el parque y fuera de el, y para las entidades asociadas. Para tal fin Innobo-tec estimulará y gerenciará el flujo de conocimiento y de tecnología entre universidades e instituciones de investigación, empresas y mercado de Bogotá; estimulará la creación y el crecimiento de empresas innovadoras de alta tecnología mediante nuevos emprendimientos innovadores (spin – off, start-ups y spin outs), y desarrollo y atracción de pymes y grandes empresas altec (nacionales y extranjeras); ofrecerá otros servicios de valor agregado para facilitar la realización de negocios; y espacios e instalaciones de calidad, abierto a la ciudadanía y por eso también será un centro de las artes y la cultura. El pleno desarrollo de Innobo atraerá hombres y mujeres de negocios de ciencia y tecnología y de la cultura, que harán posible el InnoboTur.

En la siguiente figura se muestran contenidos específicos de Innobo-tec.

i)   Innobo Productivo del Conocimiento y la Innovación, que corresponde a toda la constelación de instrumentos para nuevos desarrollos productivos de alta tecnología y de industrias creativas producto de un proceso de especialización inteligente. Estará el Centro Innobo de Emprendimiento e Innovación (CEII) donde nacerán nuevas empresas ALTEC, el Condominio de pymes Altec y las grandes empresas Altec que se instalarán en el parque; el núcleo de extensión universitaria U-E-E; estará también el programa Innobo a Casa mediante el cual se llevará innovación a las empresas del AI ampliado; y el programa de emprendimiento para gente de menores ingresos a través de Innobo Social. Así mismo tendrá asiento el Centro Innobo de Industrias Creativas (CIIC), y por supuesto la sede de la Fundación Innobo, operadora de Ciudad Innobo y del PTU. Estos son los principales componentes productivos de Innobo-tec.

ii)    Innobo de las artes, la cultura y difusión de la CTeI.  Este es un programa cuya operación será dentro de la Fundación Innobo, operada de manera independiente al PTU, aunque con diálogos estrechos por ocupar el mismo territorio de Innobo-tec y por la armonía urbanística y arquitectónica del parque y de todo el proyecto de Ciudad Innobo.




Dos imágenes virtuales de innobo y su parque tecnológico.

En la primera se destaca la línea por donde ira el tren de cercanías, y algunos desarrollos donde ahora están ubicados los tanques de almacenamiento de Ecopetrol y de otras petroleras. En la segunda,  imagen desarrollos más relacionados con el parque tecnológico, y otros emprendimientos que son los afirman de un parque abierto, y una ciudad innobo multiusos y multiestratos.


Imagen urbanística de Innobo - Tec. Elaborada por el equipo director de Innobo con base en Acosta Jaime. 2009


Imagen urbanística de Innobo - Tec. Elaborada por el equipo director de Innobo con base en Acosta Jaime. 2009


GRACIAS, HA LEÍDO LA PARTE II de lo trabajado al año 2009.  Al comienzo  de esta entrada  está mi visión de Innobo en el año 2015.

Marzo de 2012

Transmilenio, mala herencia futuro incierto

¿Se imaginan Bogotá sin los buses rojos? Sería un gigantesco y horrible pueblo en manos de temibles e indómitas empresas de buses y busetas. Por eso transmilenio hay que defenderlo, aceptando que sus problemas no se van a solucionar en el corto plazo. El alcalde debe ordenar y articular las ideas para hablarle a la ciudadanía, y ésta prepararse para sufrir tres o cuatro años de mayor incomodidad.

La ciudad creció, la demanda también, pero el sistema se estancó, no se amplió y no se replanteó. Ahora sabemos que es un gran negocio para los operadores pero malo para la arcas públicas y sostenidamente desmejorado para la ciudadanía. Es el típico caso de la cultura de los negocios en Colombia: unos ganan los otros pierden.
Por ser una experiencia piloto, la negociación con los operadores no se debió establecer con inamovibles de largo plazo. Si el proyecto resultaba rentable a los pocos años, se debió establecer ajustes a los beneficios en la operación del sistema, porque tal como quedó establecida la negociación, la mayor carga la asume el distrito con los menores beneficios económicos, mientras los operadores obtienen los mayores beneficios con los menores riesgos. En esta situación está la génesis del problema, que ha derivado en la supremacía del interés particular sobre el interés general.


Se había calculado que las troncales en operación llegarían a movilizar 1´200.000 usuarios día. Con ayuda de modelos informáticos, que tienen los operadores y Transmilenio, se debió prever la compra de más buses para satisfacer el transporte de un número de personas que crece día a día. Si el contrato con los operadores no exigía esta compra, entonces, fue otra falla en los acuerdos de las fases I y II. Porque es elemental, que al aumentar la demanda se debe aumentar la oferta por parte de quienes ofrecen el servicio: los operadores, bajo la lupa de una eficiente supervisión pública.
Parece que así no quedaron las cosas, por eso hay 600.000 usuarios más por los cuales no velaron ni operadores ni las administraciones anteriores, sobre todo las dos del Polo. Al final, un contubernio público – privado en detrimento de una ciudadanía que les paga a unos y a otros. Un caso de mala regulación del estado y de fallas de información y de coordinación del mercado.
Otra mala herencia es la deficiente ingeniería que ha impedido que el grueso de la flota esté compuesta por buses biarticulados. Pero acontece que si las troncales reciben una libra más de peso, más pronto se deteriora la débil capa de concreto. Falta de visión, de responsabilidad y de ética público – privada, porque los biarticulados ya existían en ciudades donde previamente habían implementado el sistema.
Una mala herencia adicional es el uso del peor combustible, otra cara de la cultura del gana pierde. Ganaron los operadores con el beneplácito público. Transmilenio usa el más malo de los combustibles, porque es el más barato. El contrato parece que no prevé que si el servicio es rentable y hay exigencias ambientales, debe emigrar a una tecnología de menor impacto. Y este problema se articula con otro vacío: tampoco se ha generado una capacidad de investigación y desarrollo (I&D) en materia de movilidad y de ingeniería de transporte. Pero resulta que el mal combustible también se ha encarecido, entonces afecta el precio final del pasaje, omitiendo que esto es parcialmente cierto, porque la mayor cantidad de pasajeros compensa en cierta medida el mayor precio del combustible. Se calculó que cada bus llevaría en promedio 120 pasajeros pero ahora lleva 160 o 180 ¿los pasajeros adicionales por bus no mitiga el mayor precio del combustible?
Pero la mala herencia tiene más y más rostros. Un servicio público concentrado en pocas manos. La ciudad se moviliza, la ciudad trabaja, la ciudad viaja, para beneficio de pocos. Cuando el servicio colapsa para la ciudadanía pero no para los operadores, se acaba el equilibrio en los beneficios. Por eso, aquello de que la modificación de un contrato atenta contra la estabilidad jurídica, es una entelequia. Porque la estabilidad jurídica, mediante la cual el inversionista tiene garantías para la prestación de un servicio público, debe contemplar que el negocio tiene que ser bueno para él pero también para la administración pública que debe tener más recursos para más desarrollos del sistema, y sobre todo, un buen servicio para la ciudadanía, la que paga por el servicio. La estabilidad jurídica aplica si los beneficios se distribuyen entre empresas, estado y sociedad. Los contratos de transmilenio ahora solo benefician a los empresarios, porque el distrito pierde millones, y la ciudadanía tiene un mal servicio.
El transmilenio se acabó de dañar con un problema tan grave como los anteriores. El rezago de 5 años en la fase III, que serán más, porque el metroligero o tranvía de la carrera séptima se demorará tres años. Por lo tanto, la nueva administración debe decirle a la ciudad cómo va a solucionar el problema heredado de la carrera séptima cuando entren en operación las troncales de la calle 26 y de la carrera 10, y miles de pasajeros lleguen a la gran estación del Museo Nacional. Y debe explicarle cómo este problema heredado será aun mayor con las obras del tranvía, y cómo piensa mitigarlo con colaboración de la ciudadanía.
Esta si es una bomba de tiempo, cuyo costo político solo le cabe a las administraciones de Lucho Garzón y de los Moreno, pero cuya solución la debe dar la actual administración, incluida la respuesta de por qué la troncal de la 26 no llega hasta el aeropuerto. Al respecto, ¿por qué se dejó transmilenio a un kilometro y medio del aeropuerto? ¿Por qué no se construyó hasta donde comienzan las obras del aeropuerto? ¿entuerto? ¿ineficiencia? En menos de un año estarán listas las terminales nacionales e internacionales pero no el transporte público. Un bollo más que la nueva administración también debe asumir.
Pero la culpa de esta mala herencia también le cabe a todos aquellos que se autodenominaron “defensores de la carrera séptima”. ¿Por qué se generó una fuerza de opinión de algunos ciudadanos que se abrogaron la vocería de toda la ciudadanía?
El modelo inicial de transmilenio por la séptima costaba aproximadamente 880.000 millones, que incluía la compra de varias decenas de predios. ¿Quiénes se beneficiaban con este modelo? los dueños de los predios, las firmas de ingeniería, las cementeras y otros proveedores de la cadena de producción. Por el contrario, la respuesta improvisada de la administración Moreno, fue un transmilenio light diez veces más barato, el cual es un engendro, porque es un proyecto mal diseñado, pero fue la salida desesperada para responderle a los defensores de la séptima y ahorrar recursos para el metro.
Con la versión light ganaban poco los que ganaban con la versión plus, pero el mal diseño de la nueva propuesta, le dio validez a los argumentos de los defensores de aquella. Sin embargo, hay una tronera adicional: ya está contratado el modelo light. ¿puede ese diseño adaptarse al diseño del metro ligero o tranvía?...... Alguien de la tercera edad, de buen juicio y en uso de buen retiro, diría ante este patético panorama: “partida de locos,…. y ahora qué va a hacer el alcalde”.
Pero el asunto de la séptima no se circunscribe a la movilidad. Es un desafío mayor al cual se debe sumar el gobierno nacional en una agenda concertada con la alcaldía, con actores clave y la ciudadanía, porque es la principal vía de Bogotá y de Colombia. La séptima es la arteria de las principales agencias de la nación y de la ciudad; es el corredor de las universidades, de las entidades del sector de servicios avanzados (bancos, hospitales, sede de las oficinas de grandes empresas) y de las delegaciones diplomáticas; es el corredor de las industrias culturales, y al final no es el corredor de nadie. Es una vía que perdió identidad y personalidad. Terminó siendo el corredor de las busetas, de la contaminación, de los vendedores ambulantes, de casinos, de bares de poca monta, y decorada por edificios maquillados por el polvo negro de la contaminación. La efímera alcaldesa Clara López dejó una buena idea: convertirla en una vía sostenible.
Si Petro no enmienda la mala herencia y no despeja las incertidumbres, los progresistas se van de la política con pena y sin gloria, porque no quedará en el imaginario de la gente la mala gestión de los últimos alcaldes sino lo que Petro no hizo. Incluso, no alcanzaría a lavar la imagen la construcción de la troncal por la Boyacá conectada con la troncal que llegará hasta Soacha. Un rezago del cual nadie habla, pues no afecta los estratos 4, 5 y 6. En una sociedad inequitativa, en consecuencia, una ciudad segregada, el sur de los estratos 1, 2 y 3, poco cuenta. Sería bueno que los medios se dieran un paseíto para que nos cuenten en que va esa troncal.
Abril 2012

Metro liviano. Debate político o técnico

Como dice la canción, me importa un carajo si el tranvía o el metro liviano es una idea que el alcalde no propuso en su campaña y que solo se le ocurrió cuando escuchó a Carlos Fernando Galán y fue a París. Me importa que la primera línea sea viable y haga parte de las soluciones urgentes al transporte público en los próximos tres años.

La primera línea del metro ligero debe empezar en la calle 193 y llegar hasta el Museo Nacional para seguir luego hasta el 20 de Julio. LLevar los pasajeros hasta la calle 85 - como lo dijo alguna vez Fernando Rey -, para que ahí cojan busetas que los lleven hasta el Museo Nacional o los aproximen a las rutas de otras troncales del transmilenio hacia el sur y el occidente, es una infamia. Pero es también infame que ciudadan@s que viene del sur y deben ir al norte por la carrera séptima, tenga que bajarse en el Museo Nacional, tomar busetas hasta la calle 85, y ahí volverse a bajar para tomar el metro liviano para proseguir más al norte.

Pero también hay una discusión con el gobierno nacional que parece se está volviendo política antes que técnica. El famoso cupo de endeudamiento por 800 mil millones para el metro pesado, solo se puede usar una vez se tengan los estudios de ingeniería de detalle en el primer trimestre del 2014, es decir en 2 años. Luego viene el proceso de licitación, y con suerte, se comenzaría la construcción a finales de 2015 o comienzos de 2016, en consecuencia la primera línea estaría lista por allá en el 2020 o 2022 ¿Mientras tanto qué?

El Ministro de Transporte dice que hay un Conpes que definió lo anterior, y si esos recursos no se aplican al metro pesado se van para otros proyectos en otras regiones, pero no para Bogotá ¿Por qué esa plata se puede redestinar para otras regiones pero no para la misma capital?

La alcaldía responde diciendo que ese cupo de endeudamiento, que aun no está aprobado por el Consejo de la Ciudad, se empezaría a usar en 2014 y se pregunta ¿mientras tanto qué? Por ello argumenta que los 800 mil millones se deben usar para distintas necesidades del sistema de transporte, con prioridad el metro liviano.

Así resulta otra discusión. El ministro Cardona dice que los estudios del metro liviano o tranvía, estarían listos en 2 años. El alcalde Petro dice que en 3 meses. La ciudadanía se merece una respuesta clara. Parece que el ministro piensa en un tipo de estudios y el alcalde en otros, en consecuencia, para la nación, el metro liviano se iniciaría en 2016, y para el alcalde en un año largo ¿quién tiene la razón?

De esta manera, el metro liviano y el metro pesado, según las cuentas del ministro, se empezarían a construir en 2016. Para el alcalde no, pero el metro liviano debe iniciar operaciones antes de empezar las obras del metro mayor, porque si llegan a converger los cronogramas de los dos metros ¿se imaginan la discusión y la hecatombe de movilidad? Uno de los dos metros quedaría aplazado, y la ciudadanía una vez más engañada y aplazados sus derechos por una ciudad mejor.

Además, es necesario que las dos partes digan si el metro liviano se hace con recursos de la nación y de Bogotá o solo con recursos de la ciudad.

Como el metro pesado lo verán quien sabe qué generación futura, sobre todo si lo hacen firmas de ingeniería colombianas, por lo cual todas las combinaciones del sistema integrado de transporte me siguen pareciendo puro cuento y no la aproximación a una realidad cercana.

En consecuencia, mi interés como ciudadano y como experto en ciudades innovadoras, se centra en el metro liviano de la séptima y su conexión con las más inmediatas troncales del transmilenio: calle 26 y carrera 10; esperar las otras dos troncales prometidas por el alcalde: Avenida Boyacá y Carrera 68; las dos líneas del cable; y que se organice a través del SITP la maraña de busetas que van por la 11, 13, 15, 19, y por toda la ciudad. Demasiada agenda para seguir en debates que se vuelven menores ante la urgencia de soluciones y de acciones luego de 8 años de mala gestión pública.


Petro Progresista y la reinvención de Bogotá

La noche le llegó a Bogotá cuando Lucho Garzón decidió no entregar construida la fase III de transmilenio, como lo dijo en su campaña y quedó consignado en su plan de desarrollo. El daño se perfeccionó cuando su construcción la entregó a los Nule y la séptima quedó por fuera. Luego con los Moreno la ciudad se acabó de sumir en la obscuridad.

El presidente Santos heredó un país institucionalmente desmantelado y por tanto con sectores estratégicos desbaratados. Qué hizo. Tomar medidas inmediatas en áreas críticas e iniciar un proceso de reformas que está empezando a implementar para poner en orden el desorden heredado.

El alcalde recibió una ciudad institucionalmente desmantelada y por tanto con sectores estratégicos desbaratados. Petro debe hacer lo que hizo Santos. Frenar el caos inmediato y ordenar gradualmente el desorden heredado.

En las declaraciones el presidente es medido el alcalde polémico. Diferentes estilos. El primero crea consenso el segundo disenso. Los dos tienen riesgos: el primero, cualquiera posición crítica puede considerarse enemiga de la unidad nacional, una postura premoderna y contraria al liberalismo moderno y democrático que pregona el presidente; y el segundo, puede estimular aun más los enemigos que tiene el alcalde.

El arte es crear capacidad y equilibrio entre consenso y disenso porque la gran ciudad necesita reinventarse. Bogotá está creciendo pero no se está desarrollando porque la senda se desvió y no es posible retomarla donde la dejaron hace años.

La noche le llegó a Bogotá cuando Lucho Garzón decidió no entregar construida la fase III de transmilenio (TM), como lo dijo en su campaña y quedó consignado en su plan de desarrollo. El daño se perfeccionó cuando su construcción la entregó a los Nule y la séptima quedó por fuera. Luego con los Moreno la ciudad se acabó de sumir en la obscuridad.

Los problemas críticos de la fase III, son dos: uno, que el TM de la 26 no llega al aeropuerto; y dos ¿qué se va hacer con la gente que llegará hasta la estación del Museo Nacional por la troncal de la décima y por las troncales del occidente para seguir por la séptima? El tranvía es una gran idea, pero ¿cuándo estará listo? ¿Mientras tanto qué?

Es correcto hacer las troncales de la Boyacá y de la 68 como ha decidido el alcalde. Es también correcto hacer la ALO con criterio ambiental, tranvía, nueva vivienda, parques, colegios y una universidad de calidad, porque las universidades de Bogotá están en el eje de la séptima y de la Caracas. Con excepción de la Uniminuto no hay otra universidad buena en el occidente de la ciudad.

Si en los últimos ocho años a Bogotá no la hubieran falseado, hoy tendríamos fase III y fase IV, estaríamos planificando fase V, con tranvía, uniendo troncales y planificando un metro menos improvisado. La ciudad sería otra, sin embargo, el tráfico seguiría insoportable porque la compra compulsiva de carros no tiene límite. Una ciudadanía inconsciente seguiría clamando por eliminar el pico y placa y los políticos diciendo que sí, para no perder votos. Pero la discusión de la movilidad sería otra.

No estoy de acuerdo con el alcalde cuando dice que el TM de la 26 no era necesario. Por supuesto que era más prioritario el de la Boyacá, pero ya en obra, no tiene sentido quejarse porque el transporte moderno llega hasta los aeropuertos que están dentro de las ciudades, y porque en la 26 hay nuevos proyectos que necesitan la troncal: Innobo (por su frente va la línea férrea por donde pasará el tren tran de Bogotá -Cundinamarca), el parque científico y tecnológico de la Universidad Nacional que se integra con la reestructuración del CAN, la renovación de los bordes norte y sur de la 26 desde la carrera 30 hacia los cerros que empata con la renovación urbana del plan centro que llega hasta Ciudad Salud Región. La ciudad cerebro de Petro es todavía un boceto. Los proyectos mencionados son su corazón.

Parece que el alcalde aun no está totalmente informado de estas iniciativas. Por eso, lo correcto es sentar en la mesa, a expertos internacionales, funcionarios de la alcaldía, y quienes hemos dedicado años a imaginar la ciudad del futuro. Bogotá hay que reinventarla. Quienes creen que se necesita hacer lo se hizo hace años, es creer que el futuro se escribió en el pasado. La ciudad requiere de lo que se hizo bien, pero también de nuevas miradas porque hay nuevas realidades. La densificación de Bogotá debe empezar en el gigantesco y deteriorado sector que va de la calle 26 a la calle primera y de la carrera 50 a los cerros. Pero antes que nada la justicia debe actuar para que el engaño a la ciudadanía y el asalto a las finanzas públicas, no quede impune.



El noreste de Brasil


Esta columna nace de la invitación a un seminario internacional en Fortaleza, estado de Ceará, para conversar con africanos, europeos y latinoamericanos sobre ciudades y ambientes de investigación e innovación

Fortaleza. Foto de Jaime Acosta
La región es la segunda generadora de empleo en el gigante suramericano, crece por encima del promedio nacional, y en diez años los alumnos en educación superior pasaron de trescientos mil a cerca de un millón.

Hace veinte años Ceará era muy pobre. Decisiones de sus dirigentes lo han llevado por una senda de crecimiento, que por supuesto demorará otros veinte y tantos años para lograr los niveles de prosperidad que tienen los estados del sur y del sureste. Sin embargo, la senda ya es evidente, aunque también son evidentes los contrastes de un país con elevada inequidad.

La ciudad de los empresarios, de los investigadores, de los tecnócratas y de los turistas, impacta con el encuentro súbito con la ciudad de bajas, austeras y pobres viviendas, donde abundan las tiendas y el comercio menor, al igual que en nuestras ciudades, pero, sin el empleo informal que invade los andenes de las urbes colombianas.

Sin embargo, Ceará tiene unas playas de ensueño, setenta y tres conté en el mapa que servía de individual en la cafetería del hotel, a lo largo de más de 400 kilómetros. Sumada una comida exquisita, música maravillosa, bellas artesanías, campaña sistemática por el medio ambiente, sostenido desarrollo científico y tecnológico en torno a la biodiversidad, y espíritu emprendedor, uno de los hallazgos culturales de Brasil de las últimas dos décadas, le asegura un camino expedito a la sociedad del futuro, y más pronto que a Barranquilla y Cartagena.

Luego visité Recife, capital de Pernanbuco. Ciudad que será una gran urbe en pocos años. Más rica y más grande que Fortaleza, con desarrollo urbano sin pausa, metro, y una ciudad que proyecta cultura: artes plásticas (esculturas monumentales), comida, literatura, música, y donde el genial Oscar Niemayer también ha dejado su marca, con el Parque Doña Lindú.

Es también una ciudad con ríos e islas que se recorren en las Catamará, confortables embarcaciones para turistas, vecina a Olinda, una pequeña ciudad patrimonio de la humanidad, donde hay que subir al alto de Sé para regocijarse de un paisaje espectacular, pasar por la iglesia de Sé, y comer tapioca, un delicioso bocado pernanbucano. Joana Cavalcanti, seguí tu consejo.

Fui a Recife para conocer el Porto Digital, un proyecto gestado en los años 1990 entre la universidad, las empresas y el sector público, que inició operaciones en el año 2000. Se concibió como un proyecto de tecnología, desarrollo productivo, oportunidades para gentes de menores ingresos, recuperación urbana y defensa del patrimonio de la isla donde se fundó Recife en algún avanzado año del siglo quince.

Está ubicado en una isla donde conviven instituciones públicas y empresas de tecnologías informáticas y creativas. El polo tiene doscientas empresas, empezaron con cuatro, facturó en 2010 un billón de reales (1.6 reales por dólar gringo), genera más de 6.500 empleos directos, y participa con el 4.5% del PIB de la ciudad. En los 35 proyectos que componen su operación, hay programas sociales para incorporar gente de escasos ingresos, integrar a su gestión otro barrio deprimido, y apoyar cadenas productivas en las regiones atrasadas del Estado de Pernambuco.





Renovación urbana de Recife. Fotografía bajada de internet

El Porto Digital integra el pasado con el futuro a través de la transformación de la economía de la cultura y defensa del patrimonio. Es un ejemplo para Bogotá que lleva veinte años con la idea del anillo de la innovación, la discusión que tuvo Recife hace veinte. Por eso, en solo dos décadas, nos ha tomado una de ventaja, que será mayor respecto a ésta y otras ciudades latinoamericanas y del mundo, si la próxima administración de Bogotá y el Presidente Santos, no se ponen las pilas con los tres polos de tecnología y de renovación urbana: Ciudad Salud Región, Innobo y el parque científico de la empobrecida Universidad Nacional, que no se ha dado cuenta que la solución a su crisis económica está en ese proyecto como lo expresé cuando fui hasta hace cinco meses su asesor.
Parque Doña Lindú. Recife. Fotografía bajada de internet

Urbanismo desde el Parque Doña Lindú.
Fotografía: Jaime Acosta

Parque Doña Lindú. Auditorio. Obra de Oscar Niemeyer 



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