CONOCIMIENTO, CREATIVIDAD E INNOVACIÓN EN LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE CIUDADES SOSTENIBLES
Las ciudades sostenibles del conocimiento, de la innovación y de la creatividad son una realidad. Son los hábitats de la sociedad del siglo XXI tal como en la sociedad industrial del siglo XX surgieron las ciudades industriales.
Las grandes urbes seguirán siendo el epicentro
de las inversiones mientras el modelo global de mercado y de consumo, tal como
ahora es, siga siendo la tendencia global, porque si bien algunas grandes urbes
han frenado el crecimiento de su población, seguirán siendo grandes y por tanto
lugar preferido de las empresas por razones de economías de escala para los
negocios y atractivas para la inversión por las gigantescas obras de
infraestructura y de renovación urbana que se deberán hacer para modificar el
modelo expansivo de urbanización, a toda evidencia, saturado y agotado.
Las pequeñas y medianas ciudades
sostenibles, las ciudades del futuro, serán alternativa de vida a las inmensas
metrópolis. Su desarrollo dependerá de recursos y de factores endógenos antes
que exógenos, puesto que las inversiones seguirán fluyendo a las grandes
aglomeraciones, antes que una ola de negocios globales mire a ellas cuando el
crecimiento y el tamaño de su mercado las atraiga. En casos de proximidad
geográfica, las medianas y pequeñas ciudades se consolidarán o formarán
ciudades región que en algunos casos y en algunos aspectos se asemejarán a las
llamadas ciudades globales. El área metropolitana de Bucaramanga, la
aglomeración de ciudades del Eje Cafetero, la integración complementaria de
Barranquilla y Cartagena, son algunos ejemplos.
Pero también el futuro de
las grandes metrópolis está en desarrollar “Las ciudades de la Gran Ciudad ”. Dado el tamaño cada vez más
grande de metrópolis como Bogotá y también Medellín, se requiere avanzar a un
profundo proceso de descentralización al interior de la gran ciudad para
desarrollar ciudades autónomas, impulsar la densificación, el desarrollo sostenible
y la especialización de la economía.
Modelos centralistas como los que gobiernan las
grandes metrópolis son cada vez menos funcionales al tamaño de los problemas,
de las soluciones, y de los nuevos
desarrollos en algunos temas.
Pero también las metrópolis mayores deberán
contribuir y por tanto deben incorporar como parte de su modelo de desarrollo,
la creación de un sistema de ciudades menores de su primera corona.
El desorden urbano, productivo y ambiental que
se observa en la urbanización de la Sabana de Bogotá no es una respuesta correcta.
Es un negocio del mercado antes que un proceso ordenado, racional y futurista
de expansión y desarrollo urbano sostenible, productivo e inteligente. Este
territorio sería un gran laboratorio para un proyecto de construcción de una
corona industrial del futuro pensada como una región de innovación (RINN),
porque a pesar del desmadrado crecimiento que se observa, aun sería posible
reordenarlo, aceptando que algunos municipios han hecho un proceso equivocado,
pero otros no.
Elaboración: Jaime Acosta Puertas. 2013 |
En cualquier circunstancia, serán las ciudades sostenibles del conocimiento, de
la innovación, de la creatividad, de la
cultura, de la imaginación, y muchas más denominaciones que la sociedad
actual genera día a día, las que caracterizarán a las ciudades, a las ciudades – región, y a los sistemas de
ciudades de aquí al 2040 – 2050. Después ya veremos qué va dejando el cambio
climático, los cambios que vendrán al modelo económico global de consumo, y una
gigantes población de terrícolas, porque no creo que la ciencia y la
tecnología, y una mejor cultura ciudadana,
pueda solapar, mitigar y frenar el creciente daño ecológico global.
El mapa conceptual ilustra los componentes de un
desarrollo endógeno para un sistema de ciudades. Por supuesto que detrás de
estos componentes principales están la infraestructura, la equidad, la
movilidad, la conectividad, las instituciones, las TIC. Pero un abordaje de las ciudades del futuro
en un país como Colombia o de otros de América latina, hay que hacerlo desde
otras categorías principales a las tradicionales.
Elaboración: Jaime Acosta Puertas. 2013 |
Qué le falta a Colombia
El país avanza pero otros avanzan más
rápidamente. Para evitar nuevas brechas, se requiere algunas acciones de Estado
y de concepto.
Falta una política de desarrollo productivo y de
innovación, interligada con las de educación, Ciencia Tecnología e Innovación,
infraestructura, movilidad, medio
ambiente, y de arte y cultura, que redunde en desarrollar un sistema de
ciudades y regiones de la innovación y del conocimiento sostenibles.
Esto se deberá hacer en el contexto de una política
de desarrollo regional que ahora Colombia no tiene. Lo que tiene son unos
fondos, una mala LOOT cuya reglamentación está frenada, unos POT cuya
concepción es un desastre porque simplemente es una redistribución de los usos
del suelo en su estado presente y no a partir de una visión de ciudad deseable,
y porque la descentralización está agotada. La descentralización que tantas esperanzas despertó, ya no es el primer piso de una
política de desarrollo regional como en un principio se pensó que iría a ser,
simplemente porque no evolucionó a generar condiciones de desarrollo endógeno
para la autonomía regional.
Así como la política de competitividad y de
innovación tiene problemas de concepto, estructura y arquitectura y por tanto
de coordinación - que no alcanzan a remediar algunos buenos programas -,
también el desarrollo regional tiene problemas de concepto, estructura y
arquitectura y por tanto de coordinación. Para que un sistema de ciudades sea
posible construir, debe recomendarse el diseño de una política nacional de
desarrollo regional, que tenga como idea central el desarrollo endógeno de los
territorios.
Entonces, y desde lo conceptual, un sistema de
ciudades se requiere pensarlo a partir de elaboraciones para la implementación
de acciones de Estado con visión y gestión sistémica, porque las políticas
sectoriales pertenecen al pasado. Ese ha sido uno de los talones de Aquiles de
la gestión y de la planeación de Colombia a nivel nacional y regional. La suma
sectorial no conforma un sistema.
Pero, por qué ha fallado Colombia en la
conformación de sistema de desarrollo de distinto tipo: por pensar a corto y no
a largo plazo (los sistemas para conformarse toman tiempo de trabajo
sistemático sostenido); porque priman los enfoques particulares a los
nacionales (perverso y falso pragmatismo individualista); porque tenemos una
profunda dependencia epistemológica donde la inteligencia de los Colombian@s se
diluye y desperdicia en apresuradas elaboraciones conceptuales sin preguntas
previas y sin haber creado capacidades endógenas de aprendizaje, por eso, si
bien las políticas en un principio parecen buenas, al poco tiempo desnudan
problemas de concepto, estructura y de operación.
Estas y otras fallas sistémicas se fundamentan
en que no tenemos un orden político como lo sugieren North y otros en Orden,
desorden y cambio económico, 2002; por lo tanto carecemos de
instituciones inclusivas, como las que de manera complementaria a North definen
Acemoglú y Robinson en su obra: Por qué fracasan los países, 2012;
y una magnífica interpretación de lo que debe hacer Colombia, son las
reflexiones de José Antonio Ocampo: Un modelo económico, social, y ambiental
incluyente, 2012, que se puede consultar en este blog en la entrada Política y
Desarrollo.
Además, el sistema de ciudades va a requerir de
autonomía territorial para avanzar más rápido. Esto significa iniciar un
proceso de descentralización de instrumentos de desarrollo del Estado y la
creación de instrumentos propios de los territorios para que sea posible un
desarrollo endógeno basado en las nuevas fuerzas del desarrollo de la nueva
sociedad global.
Visión, modelos y ciudades del
futuro 2040 y más allá
Se está consolidando aceleradamente una nueva aunque
incierta sociedad, por lo tanto una nueva economía y unos nuevos territorios.
Así, es conveniente construir procesos tendientes a disponer de una Visión de Futuro para la sociedad del futuro
y diseñar Planes Estratégicos para
edificar ese futuro. Antes que instrumentos de planeación estratégica y
prospectiva se necesitan pensadores, visionarios y una inmensa voluntad
política para desarrollar la nación, para lo cual lo más importante es el marco
conceptual de partida porque es el que guía los procesos de cambio. Es lo que
debe ser el producto final del proyecto sistema de ciudades en curso: el marco
conceptual y estratégico de las ciudades colombianas del futuro, donde el presente
debe ser la referencia pero su proyección lineal no será el futuro.
Ciudades y economía del
conocimiento
Se requiere implementar en las ciudades una
política compuesta por cuatro elementos principales: desarrollo productivo y
emprendimiento; arte, cultura y diseño; conocimiento, investigación e innovación; e
infraestructura de transporte, movilidad y comunicaciones, contemplando
estrategias como:
Desarrollar actividades productivas de alta y
media – alta tecnología, e Industrias culturales y creativas. Nueva idea del
diseño en el sentido amplio de proyectar una nueva sociedad y nuevas ciudades pero
también una nueva estética. Y tener una idea propia de la innovación social
porque hay factores endógenos que no están en la cosmovisión de otros.
Hábitats de la innovación el
nuevo reto
En el contexto de la idea de impulsar ciudades de los nuevos tiempos dentro de
la gran ciudad, uno de los retos que
conjuga desarrollo urbano (efectos en los POT) y desarrollo tecnológico y productivo,
alude a desarrollar nuevas ciudades dentro de las urbes, como aconteció cuando
se planificaron ciudades y zonas industriales en los años de la sociedad
industrial. Esto se debe hacer reestructurando espacios urbanos en declive, en
otros casos complementando desarrollos recientes, y en otros construyendo
nuevos ámbitos urbanos. Veamos algunos ejemplos de lo recién dicho.
En Bogotá, dos mega proyectos: La
ciudad de la Ciencia, articulación de Innobo, parque de ciencia y
tecnología de la Universidad Nacional y la renovación del CAN. Y Ciudad
Salud Región en el aglomeración de hospitales públicos y privados de la
la zona del San Juan de Dios.
En Medellín, el Distrito de la innovación y de las artes en la zona que incluye los campus de las
Universidades de Antioquia y Nacional, Parque Explora, Bío Parque del Jardín
Botánico, Parque - E, la SIU
de la UDEA , el
Complejo de Ruta N, el Museo de Antioquia, el Museo de Arte Moderno, el Centro
Administrativo de la Alpujarra y la Plaza Mayor de EPM y otras infraestructuras.
Barranquilla, tiene el desafío de
implementar el polo de la
Innovación del Caribe. Además, desarrollar la visión
para conformar el triángulo tecnológico e
industrial del Caribe y de servicios avanzados con la
Ciudad Del Saber de Panamá y el Distrito Tecnológico petroquímico, naval y de turismo de Cartagena.
Bucaramanga y su área
metropolitana. El polo científico y tecnológico de
Piedecuesta en torno al Instituto Colombiano del Petróleo, el parque tecnológico
de Guatiguará, y las sedes universitarias que han emigrado de Bucaramanga. Y la
ciudadela
de salud de Floridablanca en torno al complejo de la Fundación Cardio
Vascular de Colombia.
Pereira, no debe abandonar la idea
de concebir el campus de la Universidad Tecnológica de Pereira
como un parque tecnológico urbano, como uno de los núcleos
integradores de iniciativas avanzadas de la Ecorregión del Eje
Cafetero, con Armenia y sobre todo con Manizales
ciudad de mediano tamaño que muestra los mayores avances en áreas de la
sociedad del conocimiento y de la creatividad.
Estos y otros proyectos no son en sí las
ciudades de la innovación. Estos solo son elementos clave que hacen parte de la
constitución de las ciudades y de sistemas urbanos de las décadas inmediatas,
que son un concepto más complejo como lo ilustra el mapa conceptual.
Me parece muy importante la iniciativa del
Gobierno Nacional, con apoyo del Banco Mundial, y la coordinación de Carolina
Barco, de estudiar, proponer y construir un sistema de ciudades para Colombia.
Elaboración: Jaime Acosta Puertas. 2009 |
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