miércoles, 25 de noviembre de 2015

ECONOMÍA DE LA INNOVACIÓN Y TRANSFORMACIÓN PRODUCTIVA EN ECONOMÍAS EMERGENTES. Ensayo


Una versión ampliada fue seleccionada  para ALTEC 2015, celebrado en la ciudad de Porto Alegre en octubre 22 y 23. 

Próximo ensayo: Regiones de Innovación en economías emergentes incipientes, fue seleccionado para IAMOT 2015, efectuado en Pretoria Sudáfrica.

Resumen

Los sistemas nacionales y regionales de innovación necesitan de un marco de política de desarrollo productivo para la transformación productiva, en ese contexto, según la pertinencia y profundidad de la política, resulta la consistencia de los sistemas de innovación. A su vez, la solidez de estos depende de la calidad de la política de ciencia, tecnología e innovación. La relación entre desarrollo productivo y CyTI resulta en procesos más profundos de innovación en la producción y en la sociedad, de cuya interrelación surgen los sistemas de innovación, que impactan la productividad, el incremento de las exportaciones de alto valor agregado, y reduce el desequilibrio de la canasta tecnológica.

Introducción

La construcción de sistemas nacionales de innovación no son instrumentos neutros que se conciben y aplican para producir resultados iguales a supuestas condiciones iguales como lo plantean los modelos de equilibrio.

Los sistemas de innovación como componentes de la economía de la innovación, difícilmente emergen si el Estado y sus actores no ingresan a un nuevo paradigma de pensamiento y desarrollo. Cuando un modelo de crecimiento no cree en la innovación como factor endógeno, se configura como un sistema sub óptimo, por lo tanto, con una estructura productiva y de conocimiento y de innovación sub óptima.  

En América Latina,  los países creen más en la aplicación de instrumentos de innovación relacionados con la competitividad para mejorar lo que existe, y lo que existe relacionado sobre todo con recursos primarios, manufacturas de baja complejidad y servicios de escasa sofisticación, y no con el cambio estructural, la productividad en torno a la transformación productiva, es decir, nuevos sectores que ayuden tanto a mejorar los existentes como a abrir nuevas rutas de desarrollo.

Perpetuar ventajas con sectores basados en recursos naturales, es válido cuando se desarrollan y producen bienes y servicios para los distintos eslabones de los sectores primarios más relevantes, y si esos desarrollos tienen efectos difundidos que permita conformar sistemas de innovación y de producción, a escalas macro (nación), meso (región) y micro (organización). De esa manera, la innovación será abierta al interior de las organizaciones, abierta entre empresas y centros externos de investigación, abierta entre empresas innovadoras del Estado con empresas privadas y las universidades, y abierta entre actores nacionales y actores extranjeros. Ahora bien, la innovación abierta necesita condiciones para que sea factor de crecimiento y desarrollo. En consecuencia, aquellas economías que le restan importancia al cambio estructural, le cierran las puertas a la innovación sofisticada, al avance de la ciencia, de la tecnología y a la educación, al emprendimiento de alto impacto, a las ciudades y a las regiones de innovación, por lo tanto, al conocimiento, a la creatividad, a la innovación, al emprendimiento, y a la productividad. 

Método

En esas condiciones, en América Latina aun se cree que la innovación a escalas macro, meso y micro, es un factor de carácter más exógeno (adaptativo) que endógeno (creativo) porque se piensa que la innovación es un asunto propio de las firmas (innovación cerrada) que un asunto entre ellas con actores externos (innovación abierta), pero también porque se cree que las fuentes de innovación solo son importadas con el aporte marginal de capacidades propias. La economía de la innovación no tiene sentido intentar aplicarla si no es para desatar el potencial endógeno de creatividad, conocimiento e innovación de la respectiva cultura para la transformación del sistema productivo, la sociedad y el Estado. Son rezagos en la apropiación de nuevos paradigmas de las teorías de la complejidad y de la economía de la innovación. Entonces, el artículo se centra en América Latina, con mayores alusiones al caso de Colombia, con el siguiente derrotero metodológico:

El modelo de desarrollo de un país determina las características y alcances de los sistemas de innovación.

Los sistemas de innovación no son independientes de las políticas de desarrollo productivo.

No puede haber sistema nacional de innovación si no hay sistema nacional de transformación productiva. Aquellos son una propiedad emergente del modelo de desarrollo de largo plazo y difícilmente pueden consolidarse como si fuera un proceso de innovación cerrada.

La consistencia y articulación de las políticas de desarrollo productivo y de CT+i del nivel nacional determina a su vez la emergencia de modelos de desarrollo endógeno (territorios) dotados de sus correspondientes sistemas regionales de innovación.

1. Los sistemas productivos y de innovación son globales

Hay un sistema productivo mundial del cual hace parte un sistema de innovación mundial, los sistemas nacionales de innovación y los sistemas regionales de innovación. En Colombia y en otros países de América Latina hay empresas nacionales o extranjeras globales que están conectadas a los 3 sistemas, otras a 2, y unas – las más pequeñas – a 1 sistema. La gráfica  indica los tres sistemas y cómo están integrados en torno a cinco actores principales: el Estado, las universidades, las empresas, los territorios y los centros de investigación. Y en el centro del sistema de innovación, el sistema productivo mundial, nacional, regional o subregional. 


2. Lo que exporta un país refleja el modelo de crecimiento y determina los sistemas de innovación.

Las políticas de desarrollo productivo y de innovación de un país se reflejan en el tamaño de su oferta para el mercado internacional y en las importaciones para el sistema productivo y el mercado interno.

Las exportaciones de los países latinoamericanos son inferiores a economías relativamente comparables (Corea, Taiwan, Singapur, España) y por supuesto muy distantes de las economías más avanzadas. Son importadores netos de bienes sofisticados y exportadores netos de commodities, consecuencia de políticas de desarrollo productivo intermitentes y de sistemas de innovación insuficientes.   

En la medida que el nuevo desarrollo científico y tecnológico emergió, también emergieron nuevos sectores productivos, conocidos como bienes ALTEC (Manufacturas Avanzadas las llaman los europeos, y se refieren a sectores como: TICs, aeronáutico, farmacéutico, instrumental científico y de precisión, robótica,…) Su dinamismo empezó en los años 1980, su aceleración se dio en los años 1990, y su consolidación en lo que va corrido del siglo XXI. Sin embargo, la región también se constata con rezagos, incluido México a pesar de su producción de maquila de bienes sofisticados para el mercado de Estados Unidos. Nuevamente Colombia se comporta como la economía más rezagada, pues su canasta exportadora se parece a la que tenía el mundo en los años 1970 – 1980.

Ahora bien, en aquellos sectores Media Altec donde están los bienes de capital, plásticos, químicos, material de transporte terrestre y marítimo, entre otros, y que aun constituyen la mayor porción del comercio internacional del mundo, no hay modificaciones significativas en el desempeño regional, y siempre Colombia acostado en el plano horizontal del eje de coordenadas.  Sin embargo, los Media Altec y los Altec tienen dos condiciones adicionales: una, que entre ellos hay una fuerte interrelación productiva y en innovación; y dos, producen tecnologías y bienes intermedios para los sectores de menor contenido tecnológico. Entonces, desarrollar sectores sofisticados es una condición de todo cambio estructural y por tanto de las políticas de desarrollo productivo y de los sistemas nacionales y regionales de innovación. Colombia, por ejemplo, desbarató su incipiente industria de bienes de capital y gran parte de la producción de bienes intermedios, y de paso industrias de bienes de consumo final.

Si hay una escasa producción de bienes sofisticados, es posible una baja inserción en bienes de menor complejidad tecnológica, por la relación de dependencia con los sectores de mayor sofisticación, un caso, Colombia. Pero, en la medida que hay producción en sectores sofisticados, también hay una creciente inserción en bienes menos complejos, como sucede con México y Brasil, apalancados en sus grandes mercados internos. Sin embargo, en estos sectores, en la medida que las economías sofistican su producción  e incrementan su PIB, van desplazando o cerrando sectores en los cuales no pueden ser competitivos. Muchos países asiáticos pasaron de sectores primarios a sectores intensivos en tecnología: Japón, Corea, China, Taiwan, Malasia,..., son ejemplo de ello.  

Un mayor desarrollo industrial también se refleja en un mayor desarrollo de los sectores de servicios de alta complejidad, como: salud, servicios TIC relacionados con comunicaciones avanzadas, servicios especializados de consultoría, asesoría o de ciencia y tecnología a las empresas, educación y cultura, entre otros. De esta manera, el comportamiento y el desarrollo de los servicios está asociado al desarrollo de sectores industriales, y por eso Colombia y América Latina, con escasas excepciones sectoriales y regionales, son economías rezagadas. El efecto, dificultades para reducir pobreza, generar empleo calificado, y abatir inequidad.

Un desempeño exportador poco dinámico es difícil que aporte al desarrollo de la economía, si no exporta bienes de los sectores más dinámicos del comercio mundial. Las exportaciones industriales de Colombia están en sectores de menor crecimiento. Así, su economía se basa en actividades con rendimientos decrecientes, lo cual afecta la tasa de crecimiento de la economía, la competitividad y la productividad general de la economía, impacta negativamente la calidad de la educación, la calidad y cantidad de investigación, el emprendimiento sofisticado, y la generación de empleo calificado y formal. 

De esta manera, su tejido productivo se centra en aquellas actividades que logran sobrevivir con base en el mercado interno, dependen de las importaciones y de la adquisición de franquicias de bienes y servicios en su mayoría de bajo valor agregado, por lo tanto, el comercio se convierte en actividad estratégica y la mayoría de la población vive del intercambio de bienes importados, legal o ilegalmente. Así, las brechas sociales se amplían, la inequidad no cede, el medio ambiente se destruye, arroja un ingreso per cápita menor y un crecimiento menor de la economía. En otras palabras, es una economía y un sistema del conocimiento con sesgo a las actividades franquiciadoras y no de la propiedad intelectual: es el subdesarrollo en la sociedad del conocimiento.

El desempeño exportador está determinado por las capacidades productivas, por la importancia que se le otorga a una estrategia exportadora de largo plazo como parte de una estrategia nacional de desarrollo productivo, y de ciencia, tecnología e innovación. Entonces, si el comportamiento exportador es pobre en bienes y servicios sofisticados, significa que su sistema nacional de innovación es insuficiente y rezagado.

La gráfica es una representación de arriba hacia abajo de como a más sofisticada es la producción más sofisticada y mayor es la inversión en investigación e innovación, y más proliferan las plataformas productivas innovadoras: las ciudades y las regiones de innovación. Así, a menor inversión en CyTI, los sistemas de investigación y de innovación son menores y sus relaciones internacionales en investigación e innovación son escasas, su mejoramiento es lento, no alcanza a ser gradual, y lo más grave, la investigación no aporta a la tasa de crecimiento de la economía y a la productividad total de los factores, salvo en las actividades donde concentra sus pocas capacidades en investigación: p.e. café, azúcar,...o en nichos industriales producto de la capacidad de unos pocos conglomerados para insertarse en la vanguardia de los mercados mundiales.   

En la práctica, poco sirve tener un “perfecto” sistema de competitividad y de innovación si no se tiene políticas de transformación productiva y de investigación e innovación. Una visión más amplia de este desempeño de las exportaciones se puede consultar en este mismo blog: ¿Es Colombia una economía del Futuro?

3. Tres trayectorias de cambio estructural.

Corea. Ha sido un proceso sostenido de largo plazo, con periodos sucesivos de 10 años en los cuales transformó de manera gradual pero sostenida su estructura productiva y desarrolló la educación y la CyTI. Esto le permitió avanzar de uno a otro ciclo de especialización para desarrollar, integrar y sofisticar la producción. Es decir, crecimiento con cambio estructural + CyTI = desarrollo. Así, las políticas de cambio estructural se soportan en las políticas de educación y de ciencia y tecnología para fortalecer la interrelación entre producción, conocimiento, ciencia y tecnología, que generan innovaciones disruptivas. Como principal factor de apalancamiento del cambio estructural, está su alta inversión en CyTI/PIB. En los últimos años registra tasas superiores al 3.5% del producto, superior al promedio de los países más avanzados, porque es la única manera de cerrar la brecha con ellos. El racionamiento es de sentido común: "si mi economía es más pequeña tengo que aumentar mi inversión en investigación para alcanzar y después superar a los más avanzados".

Brasil. En el intermedio de modelos de cambio estructural se puede citar al gigante latinoamericano, un país que ha tenido política industrial y por múltiples razones con intermitencias en su ciclo de desarrollo de largo plazo, a pesar de lo cual ha logrado desarrollar sectores productivos sofisticados (aeronáutico, avanza también en salud y en energías alternativas) o fortalecer otros (petróleo y alimentos), con un alto nivel de integración, acompañados de una política de ciencia, tecnología e innovación, cuyos recursos superan el 1.2% del PIB, aunque algunos Estados tienen tasas más altas (Sao Paulo 1.5%), pero debe llegar al promedio nacional del 1.5% para que la CyTI aporte al crecimiento de la economía. España es otro país que también cabe en esta categoría.

Colombia. Un caso de economía sin políticas de cambio estructural y con una base científico tecnológica poco consolidada dada la baja inversión en investigación del Estado, de las empresas y de las universidades, y la ausencia de una política de desarrollo productivo de largo alcance. Entonces, como lo muestra el desempeño de las exportaciones, parecería que el comercio mundial fuera solo de commodities. Es la razón por la cual sostiene un crecimiento moderado persistente con baja productividad y competitividad internacional.

La situación de Colombia refleja los efectos de los TLC con economías más avanzadas. Escasas exportaciones con contenido tecnológico, muchas importaciones de alto porte científico tecnológico, por lo tanto imposibilidad o dificultad real de hacer cambio estructural positivo desde la producción, las exportaciones y el desarrollo regional. Cambio estructural con base en importaciones, no es posible porque no es cambio estructural, es destrucción perversa no destrucción creativa, en el mejor de los casos, estancamiento estructural. Por lo tanto, la conformación de un sistema nacional de innovación robusto puede ser pertinente en el papel, pero, cuando baje a nivel de acciones concretas de una política para la transformación del sistema productivo, no serán de gran impacto porque las orientaciones macro de las políticas y del modelo de crecimiento no van en la misma dirección.


4. Encontrando el camino: la economía de la innovación

El pensamiento schumpeteriano (el de la innovación a partir de su idea de destrucción creativa, que significa abrir y modificar sustancialmente un producto ya creado para producir uno radicalmente nuevo), empezó a emerger a principios del siglo XX, alcanzó su madurez a mediados del siglo (cuarenta años después), y se convirtió en tendencia principal tres décadas más adelante. Desde entonces, el pensamiento ha producido muchas variaciones e interpretaciones robustas, en una especie de oleadas sucesivas en las últimas tres décadas.

La matriz teórica que fundamenta la construcción de una política para el cambio estructural,  se resume así: la economía de la innovación como fundamento del modelo y de su estrategia de transformación productiva (componente macro); el desarrollo endógeno como base teórica para que los territorios se configuren como regiones de innovación (componente meso); y el potencial de transformación y de innovación del sistema productivo a partir de las empresas y su interacción con los centros de investigación y el Estado, para desarrollar e impulsar la cultura de la innovación en la sociedad, entre empresas y actores externos diversos, y para el surgimiento de plataformas productivas donde fluya la interacción Empresas – Universidades – Estado – Sociedad. Así, el conocimiento, la creatividad, el emprendimiento y la innovación emergerán y se diseminarán gradual y continuamente en la sociedad y en los agentes económicos y del conocimiento, desde los postulados de las vertientes de la complejidad del evolucionismo neoschumpeteriano que recoge la economía de la innovación. Y desde ahí donde emerge la innovación abierta.


Esta concepción del desarrollo en la sociedad del conocimiento ha modificado en la teoría los factores que ahora son prioritarios en el progreso de una sociedad, el conocimiento, como lo sugiere el mapa conceptual.



Así las cosas, la teoría de la innovación dice que la manera de crecer rápidamente no es ahorrando sino destinando recursos a actividades creativas en sentido amplio. De esa manera, la creatividad genera nuevas ideas que se transforman en innovaciones. A su vez, las innovaciones afectan la productividad y favorecen el crecimiento de largo plazo.

En el cuadro se consigna una interpretación de las teorías que subyacen a los modelos de cambio estructural y de innovación, y ligadas a los enfoques recientes de la economía de la innovación que postulan, Antonelli, Mazzucato, Metcalfe, Doni, Cimolli, en otros.


5. Innovación abierta

Con sectores productivos tecnológicamente dinámicos y con capacidades para innovación, se pueden desarrollar nuevas empresas innovadoras, las organizaciones productivas del futuro, vía políticas, estrategias y programas de emprendimiento de alto impacto. Estas empresas poco surgirán en ambientes neutros, es decir, en naciones y en territorios que no tienen visión estratégica y capacidad innovadora en sus políticas y acciones público privadas, y de la academia.

Los sectores productivos y las áreas de investigación de las universidades y de los centros de desarrollo tecnológico, se integran para sumar capacidades y producir conjuntamente nuevos bienes y servicios innovadores (spin off), pero también nuevas empresas innovadoras (start ups) desde emprendedores independientes o como nuevos emprendimientos corporativos, privados y públicos (spin off). Ahí sucede la interacción entre empresas y centros de investigación, con regulación e inversión del Estado.

Sin embargo, las culturas innovadoras son producto de las políticas de desarrollo productivo y de ciencia y tecnología, y la relación de éstas con las empresas. Colombia, al depender de fuentes extranjeras de conocimiento, y con políticas que no han orientado e impulsado actividades más sofisticadas, la innovación se ha entendido más como una fuente de innovación originada en las organizaciones (innovación cerrada) y a su vez originada en fuentes externas (importación de tecnología que explica el abultado, creciente e insostenible déficit comercial en productos industriales: 237 mil millones de dólares en los últimos 15 años). El grueso del aparato industrial tiene rezagos en materia de innovación: copia modelos, mejora procesos, compra tecnología, hace innovación incremental (mejoras sencillas de productos y procesos para el corto plazo), pero no es intensiva en investigación e innovación (innovación sofisticada), así exista un grupo importante de empresas que han dado este salto y que están asentadas en las principales ciudades de Colombia.

Este ambiente mediante el cual la innovación es al interior de las firmas, y la innovación tecnológica se hace casi que exclusivamente con tecnología importada, propicia condiciones limitadas para la innovación sofisticada, que es el camino a seguir si se quiere ingresar a sectores de mayor complejidad.

Resumiendo, los sistemas de innovación, nacionales, regionales y empresariales, y su interrelación, depende de las características del modelo de desarrollo, de las políticas para el cambio sostenido del sistema productivo, de la senda de desarrollo de los territorios, y del salto cualitativo y cuantitativo de la ciencia, la tecnología y la educación.

Para ello, el Estado, en sus distintos niveles, debe proyectar desarrollo y generar condiciones, porque la innovación es producto de un Estado activo, emprendedor, futurista e inversionista en sectores e instrumentos donde el sector privado difícilmente o tal vez nunca lo va a hacer (Mazzucato M., 2014).

Todo es posible si se considera la creación de conocimiento y la creatividad como valores propios de la sociedad para hacer de la innovación una cultura dentro de su cultura,y  con la educación encargada de formar personas para esas nuevas culturas. Si la innovación abierta es producto de relaciones de colaboración y aprendizaje entre empresas, investigadores y consultores externos,  la investigación de calidad, creativa, innovadora y científica, es responsabilidad del sistema de educación para que nazca y se disemine una cultura de la creatividad y de la innovación.

Conclusiones

1.     El cambio estructural es un proceso sostenido de desarrollo de largo plazo.
2.    El cambio estructural no se hace por una sola vez. Se hace por periodos sucesivos e ininterrumpidos de acuerdo a objetivos de desarrollo de largo alcance de las políticas.
3.  El cambio estructural debe estar acompañado de una potente política de ciencia, tecnología e innovación.
4.    El cambio estructural y la ciencia y la tecnología determinan en gran medida la calidad de la educación, y no es ésta la que determina a aquellas.
5.   Los procesos de cambio estructural son profundos (caso de Corea), o son parciales (caso de Brasil), o donde no hay cambio estructural (caso de Colombia).
6.    Los sistemas nacionales y regionales de innovación son consecuencia de un modelo y de políticas de Estado de largo plazo. Los sistemas nacionales, regionales y empresariales, por si solos no bastan si no los respaldan políticas de cambio estructural y de CyT, de la nación y de las regiones.
7.  Cuando hay políticas de desarrollo productivo y de CyT, los sistemas regionales de innovación orientan y respaldan el desempeño exportador.



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