lunes, 10 de septiembre de 2018


DESAFÍOS DE LA POLÍTICA NARANJA EN COLOMBIA: PRODUCTIVIDAD Y EMPRENDIMIENTO (3)

Esta columna también esta publicada en la sección de opinión de www.confidencialcolombia.com


foto: Gabriele Siegrist
Clasificaciones de dudosa metodología dicen que Colombia es un país emprendedor e innovador. Mentiras, es un país de nuevos negocios, en su mayoría franquicias, y no de empresas innovadoras y disruptivas de alto impacto. Se especula también con las APPs de la economía digital, verdad a medias, pues si bien hay empresas bastante exitosas, la mayoría fracasan, lo cual es importante tener en cuenta ahora que Duque nos ha metido en el viaje de las naranjas digitales.

Como en todo, hay excepciones. Como territorio, Medellín; como emprendimientos disruptivos, también Medellín y Bogotá (seguramente habrán en Cali y Bucaramanga, de pronto en Barranquilla, y alguna emergiendo en Manizales y también en Pereira). Sin embargo, cuando se trata de ver que tantas spin offs y start ups disruptivas tiene la capital y la región de la Sabana Centro, no es fácil encontrarlas, lo cual es una falla del mercado y del estado local por problemas de política y de coordinación.

¿Por qué este movimiento de spin offs y de start ups no es más dinámico y cierto su camino?. Porque el desarrollo productivo, la ciencia, la tecnología y la innovación (CTeI), y el emprendimiento, tienen problemas de foco estratégico, de recursos y de concepción sistémica, como en el caso de la política productiva, o porque no existen como políticas, en el caso de la CTeI y el emprendimiento. ¿Y por qué es deficiente la primera y porque no se tienen las otras dos? Buena pregunta a los de la apertura unilateral que negociaron los TLC y en la OMC. Además, porque según algunos que aluden a extrañas reglas de juego, el mercado asigna y decide todo bajo la libre iniciativa de los privados. Así, el estado termina siendo servil, desviando su camino y dedicado a cosas que muchas hace mal por razones de clientelismo, corrupción, ineficiencia y precariedad conceptual en relación al desarrollo, las instituciones y la productividad, en consecuencia, el estado es marginal para impulsar innovaciones y emprendimientos disruptivos en sectores claves, que en ningún país sensato los hacen solo los privados, en ninguno, no obstante, en Colombia se inventaron semejante barbaridad conceptual.

Ahora paso a las spin off y start ups que generan rendimientos crecientes y por tanto spillovers, porque con ellas tendrá Colombia una economía más diversificada, sofisticada y de alta productividad que transforme la sociedad, la saque de la dependencia del extractivismo, de las rentas feudalistas, y de la agroindustria del narcotráfico.

Spin off y start ups disruptivas

He conocido algunas. Realmente son maravillosas. Y existen más, aunque no decenas, porque la innovación y las start ups disruptivas no se producen como pan, ni aquí ni en ningún lugar del mundo.  Por deficiencias en las políticas del estado, estas, a diferencia de lo que ocurre en los países avanzados y en los emergentes más veloces, el estado financia y asume el riesgo inicial para que fueran realidad. Las grandes empresas del mundo que surgieron en el ultimo medio siglo fueron primero una start up, luego una pyme, y llegó el estado para financiar la investigación básica y dar incentivos correctos (económicos y no económicos), para que pudieran ser grandes organizaciones disruptivas. Siempre el estado llega mediante compras públicas, contratos públicos, investigación básica, presión internacional para ampliarle los mercados aprovechando la globalización, y otros estímulos más que van cambiando tal como va cambiando la economía y la tecnología.


Primer edificio centro de investigaciones de ingeniería de la UMNG campus Cajicá
En esos países existen sistemas productivos y de innovación complejos que en la práctica relacionan política industrial, con CTeI, emprendimiento y desarrollo regional, y no como Colombia, con sistemas de papel que en muchos casos solo sirven para la especulación y el autoengaño.  La excepción, Medellín, también Risaralda a otra escala, Bogotá Cundinamarca que no logran consolidar un sistema de competitividad, innovación y emprendimiento a pesar del ejercicio de especialización inteligente. No obstante, en el caso de Medellín, existe el riesgo que la situación de EPM afecte ciertos programas, entonces, tendrá el Sindicato Antioqueño que meterse la mano al bolsillo, no tanto para comprarlas y hacerlas funcionales a sus intereses, sino que en muchos casos, simplemente hacer que fluyan libremente, con participación en el valor de las nuevas empresas. Algunas de estas start ups son de la economía naranja, otras no, por lo tanto, el estado y los grandes conglomerados deben sacarlas adelante

Ruta N Medellín
Innpulsa ha hecho esfuerzos por apoyar empresas innovadoras de alto impacto, sin embargo, ante los fracasos de unas convocatorias, se repliega y crea otra iniciativa en vez de corregir y profundizar. Colciencias también ha aportado recursos, pero como ocurre con esta institución, son apoyos discontinuos, lentos, inseguros, inciertos.  Entonces, la ley de spin off servirá si la dotan de instrumentos para desatar capacidades que impulsen innovaciones y emprendimientos disruptivos. Para ello se necesita una estrategia que empulse en un primer año máximo 10 iniciativas de este tipo, en el siguiente un número similar, para disponer al final del gobierno de Duque de unas 20 a 30 startups disruptivas, que se convertirán en pymes y en unos años serán grandes empresas, como son hoy Corona, Argos, Nutresa, Alpina, Alquería, Tecnoglas, entre otras. Así se ha desarrollado el capitalismo del bien común en el mundo.

Un programa para estas spin off y start ups requieren de 120 a 150 mil millones en 4 años, lo que se roban dos congresistas de los mega carteles de la corrupción. El retorno de esa inversión a la sociedad, a la economía y al estado, es inmenso, porque son emprendimientos con altas tasas de crecimiento, algunas exponenciales.     

Spin off y Start ups innovadoras

CIDT de la Universidad Tecnológica de PEREIRA

Existen también, y en número mayor a las anteriores, aunque tampoco por decenas de decenas, iniciativas muy buenas y promisorias, algunas, se me antojan, algo tímidas, porque están muy ancladas al mercado regional, a veces ni al nacional y menos al internacional. Si  establecen en su imaginario un escenario de mediano y largo plazo, para vender más lejos, su despegue será mejor, más cierto y menos arriesgado. He conocido magníficas start ups de este tipo en todas las regiones visitadas. Con gente muy inteligente, decidida, bien formada, innovadora, y como todo emprendedor innovador, sacrificado su bienestar inicial para cosechar después. De esas iniciativas no hay más de 40 a 50 en Colombia. Y un programa a 4 años, podría ser de 70 a 80 startups, para que sumadas a las disruptivas, haya en el 2022 unas 100 startups del Futuro. Este otro programa no alcanza los 100.000 millones en 4 años. Es decir, lo que se roba cualquier Ñoño.   





Las agrotech ¿un programa del ministerio de agricultura o del MCIT?

Un sector agrícola acostumbrado a explotar el Edén, sin hacer mayor cosa que los subsidios del estado, comprar tecnologías e insumos de otros lados, y escapando a una mayor tributación, por tanto, es un sector con gran déficit tecnológico con efectos en la productividad y por tanto en el bienestar, es otro espacio para crear empresas agrícolas de I+D+i y start ups agrotech. Sin embargo,  las empresas que quieran emigrar  deben hacer una revolución en su mentalidad. La manera cómo piensan los negocios, es rudimentaria y feudalista. Van del voz a voz, y no a los fundamentales del conocimiento. Se habla del potencial de Colombia como una de las despensas del mundo, y esto es un cuento, mientras el sector no sufra una transformación disruptiva. Por supuesto, hay empresas que son la excepción, pero las excepciones nunca son la norma, son excepciones.

Así las cosas, entre 50 y 100 start ups agrotech debe ser otro programa comprensivo de los ajustes estructurales que se requiere para cambiar la manera cómo funciona este sector primario, porque está en la cultura, en las mentalidades, viven de la contemplación, del confort, sin darse cuenta que son actividades con rendimientos decrecientes sostenidos que conduce a la precariedad, a la quiebra, y a que llegue el narcotráfico a comprar fincas y testaferros.

No hay mejor lavadero de activos que fincas perezosas con baja productividad. Un programa de agrotechs, es posible y deseable, porque hay excelentes empresas agrícolas que se agroindustrializaron. Además, hay empresarios agricultores que pueden y quieren dar el salto del feudalismo a la tecnología, al emprendimiento, a la innovación, y emigrar a  industrias y servicios sin abandonar el campo.

El problema está en las mentalidades y en el narcotráfico que crece exponencialmente mientras no se legalice el consumo, y también en la corrupción, en la envidia, en el odio por el odio, en abogados corruptos amparados en leyes permisivas que les permite a inescrupulosos robarse tierras que nunca trabajaron, en el individualismo, en la maldad de algunos, en la traición de los amigos, en la corrupción sin límites, hasta razones de género si el que asoma la cabeza es una mujer. El problema del conflicto por la tierra no está resuelto. Hay muchas almas malas merodeando el sector.  

El camino   

Spin off y start ups disruptivas e innovadoras de alto impacto no serán dinámicas y morirán muchas, si la incubación está en manos de nadie, porque la aceleración sin incubación potente es un cuento de algunos para ver como compran barato el esfuerzo de otros. Sin incubación tampoco hay parques tecnológicos ni potentes fondos de ángeles inversionistas y de capital de riesgo. Por eso, programas como el de la casa de las start ups de la Organización Corona, están en el camino correcto.

El fondo de 400.000 millones para empujar el desarrollo de empresas de la economía naranja, también debe atender el tipo de start ups arriba referidas; Colciencias, consolidar las spin off disruptivas con el sector privado; el ministerio de agricultura meterse en un programa transparentre de agrotechs; y el de minas y energías en asocio con Ecopetrol y las empresas de energía, en un programad de start ups de energías alternativas. Todavía le falta mucha tela por cortar y por coser a la estrategia de emprendimiento en torno a la productividad y la CTeI.  

Organización Corona
Entonces, no sé si el presidente Duque, el ministro Restrepo y el viceministro Pineda, el director Hernández, el consejero de la economía naranja, el super consejero Carlos Enrique Moreno, quieran pensar el crecimiento desde la economía de la innovación, para que el conocimiento, la creatividad, la innovación, el emprendimiento disruptivo y el innovador de alto impacto, eleven la productividad de la economía para la transformación del sistema económico. Si la productividad está al frente de las ideas y de las políticas, la innovación y el emprendimiento estará en la cabeza de la sociedad, de más investigadores, de más emprendedores, de más inversionistas, y al servicio del bien común. En últimas, Colombia debe revolucionar sus políticas, porque estas son malas, rezagadas, y precarias. 

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