sábado, 9 de febrero de 2019


BOGOTÁ, LOS DISTRITOS PARA LA 

CIENCIA LA TECNOLOGÍA LA 

INNOVACIÓN, Y LA CITY 5.0

Dedicado a mi nieto Juan José que estudiará arquitectura y urbanismo

Este artículo también fue publicado en una versión resumida en www.confidencialcolombia.com



Foto: Gabriele Siegrist
Hace 30 años ésta capital empezó a diseñar iniciativas de ciudad para la ciencia, la tecnología y las industrias de alta tecnología, según el momento histórico y el paradigma tecnológico en curso. A finales de los años 1980 la economía del futuro eran las industrias 3.0, ahora son las industrias 4.0, y en el 2040 serán las 5.0. En los 80s se conocían como tecnópolis, hoy tienen sinnúmero de  identidades: ciudades, distritos y regiones de la innovación, de la inteligencia, de la tecnología, Silicon Valleys, Ruta N, Smart Cities, y todo lo que se le ocurra al ser humano con los conceptos de conocimiento, ciencia, tecnología, innovación, creatividad y emprendimiento.

Así como el metro es para Bogotá ciencia ficción, igual ha ocurrido con los ambientes de las sociedades del futuro, por eso conviene recordar dos de esas aterrizadas utopías (Innobo y Ciudad Salud Región) que se han pensado en esta segunda década del siglo XXI, antes de pasar a la iniciativa en curso del Distrito de Ciencia, Tecnología e Innovación (DCTI), porque siempre hay un antes para que haya un después,[1] y plantear al final del artículo la primera imagen de Bogotá como una City 5.0 al 2050 - 2070. 


Antes de avanzar, es importante decir, que este es un abordaje desde la economía de la innovación y del estado emprendedor,  desde los territorios, porque sin estado emprendedor es imposible lograr fases superiores de desarrollo. Si esto queda solo en manos de los privados, se convierten en negocios inmobiliarios y en menores avances tecnológicos, de emprendimiento e innovación. Por eso también está pensado como un aporte al debate electoral para elegir alcalde Bogotá y gobernador de Cundinamarca en 2019.   



EL PASADO EN FUTURO: LA VIGENCIA DE DOS MEGA PROYECTOS

Innobo: distrito de la innovación

Se diseñó como un distrito del turismo de negocios y de la innovación en la zona de Corferias, integrado a la Universidad Nacional y a la localidad de Puente Aranda, en el contexto ampliado de la Operación Estratégica del Anillo de la Innovación, y en el corredor de la calle 26 que va desde el aeropuerto Eldorado hasta el centro de la ciudad.
 


Este distrito considera a lo largo del borde sur de la carrilera del tren (linea amarilla), en las abandonadas instalaciones de las petroleras, el proyecto de un parque científico y tecnológico, que se denominó Innobo-tech, para asentar industrias y servicios de alta tecnología sostenibles y así generar una dinámica de turismo de negocios internacionales ligado a Corferias, y de negociación y desarrollo de industrias y tecnologías avanzadas.


De los estudios de Innobo resultó la decisión de construir en este territorio, el Agora, el nuevo centro de convenciones de Corferias, y el recién inaugurado Hotel Hilton..

A partir de ahí y con una dimensión más amplia, Innobo en su concepción integral, incluye infraestructuras para vivienda, arte y cultura, educación y recreación, por donde irá la primer línea del metro, el Tren de Cercanías y las troncales de Transmilenio de la calle 26 y de las Américas y su conexión con la troncal de la NQS (carrera 30), que Peñalosa promete entregar antes de terminar el 2019. Todo esto en un marco de sostenibilidad ambiental en torno al agua, porque ahí está ubicada la empresa de acueducto y alcantarillado (EAAB) de Bogotá. 

Al final, una nueva ciudad, lugar de encuentro de la Bogotá del norte y la Bogotá del sur. Innobo tiene la potencialidad de una marca casi que infinita, y seguirá vigente, por su localización, entorno, focos estratégicos y potencialidades de mucho tipo.

Cuando Innobo se desarrolle, la renovación urbana con calidad de vida, en el corredor de la 26 desde la avenida 68, CAN, Universidad Nacional, Centro Internacional y universidades, será un hecho contundente, conectando e integrando grandes proyectos de desarrollo urbano, por ejemplo, Innobo y el Centro Internacional deben integrarse porque son complementarios (en Innobo las industrias de alta tecnología y de las 4.0 y en pocos años las 5.0, y en el Centro Internacional agencias del estado como el DNP, Ministerio de Comercio Industria y Turismo, oficinas de grandes empresas, arte y cultura, y vivienda sostenible). Los que trabajan en el Centro Internacional no pueden ser ciudadanos del norte o del sur, por eso, al integrar las dinámicas de conocimiento, economía, cultura y urbanismo, contribuirá a recuperar las devastadas carreras séptima, décima y Caracas, de la calle 26 hacia el sur. En otras palabras, se trata de tener como núcleos principales el Centro Internacional e Innobo, que incluye la Universidad Nacional y el CAN, y de ahí radiar un mega proyecto de desarrollo urbano para todo el siglo XXI en el centro de Bogotá, considerando como “centro” de ese urbano, el Centro Internacional.


Plan zonal Centro Internacional
Es decir, se trata de tener una dimensión superior de los proyectos de desarrollo urbano, porque los proyectos más acotados lo que generan son islas de progreso dentro de desiertos de ruinas urbanas. Comparen la carrera décima de Bogotá con la Avenida Paulista, y saque conclusiones. Construidas entre los años 1950 y 1960, hoy la via de Bogotá, es decadencia y la vía de Sao Paulo, desarrollo. Y la Avenida Caracas de la calle 26 hasta la calle 1, es un territorio en ruinas, hotel de la indigencia, microtráfico, prostitución, delincuencia y economía informal.
Torre Organización Neme en el Centro Internacional.



Innobo será lugar de vida y para atraer y desarrollar industrias inteligentes, como: aeronáutica y aeroespacial, salud, nuevos materiales, energías alternativas, electrónica, industrias 4.0, sistema de movilidad, nuevos materiales, más todos los negocios internacionales en torno a las distintas ferias sectoriales que ocurren todos los años en Corferias. En últimas, la integración entre hardware y software para suscitar una dinámica de negocios inteligentes, como ocurre en los países de la vanguardia, no en Colombia, donde el software va por un lado y el hardware por otro, por culpa de la desindustrialización debido a una desastrosa negociación con los TLC, y por privilegiar la maquila. Así, ciertas industrias inteligentes estarían en Bogotá y otras en las Sabanas Centro y Occidente (Departamento de Cundinamarca), y podrán formar un sistema muy complejo, dinámico y avanzado de productividad, conocimiento e innovación.

De esta manera, Bogotá se ha dedicado a los servicios e hizo a un lado la industria, un error de fundamentación teórica, de política y de cerrar los ojos a la realidad (que Innobo busca remediar), puesto que la Sabana de Bogotá está llena de industrias sobrevivientes, algunas de ellas las más avanzadas de Colombia y del entorno internacional más cercano, por eso el proyecto de la Sabana Centro, Región de la Innovación RINN, otra utopía en hibernación, se centra en atraer y en desarrollar industrias inteligentes, que otros llaman manufacturas  avanzadas. Esta iniciativa puede extenderse a la sabana occidente y de esa manera todo el arco industrial de la sabana sería una región de innovación.






Colombia hundió con la apertura el desarrollo industrial de largo plazo, y no hay país avanzado y emergente inteligente que haya renunciado a ella. Otra cosa es su perdida de peso relativo en el PIB ante los servicios, pero sigue y seguirá siendo el centro del desarrollo de las economías. Piense lector en unas antiutopías ¿qué sucedería si las industrias de hardware se paran por algún hecho tecnológico apocalíptico? El mundo frena en seco, se va de narices, se abre la tierra, y se pierde más de un siglo de desarrollo. ¿Y cuál sería la economía de hoy si las industrias de superconductores (electrónica) hubieran congelado hace 10 años sus procesos de investigación, desarrollo innovación I+D+i? Hoy no habría industrias 4.0 ni mañana un mundo 5.0[2]. Corferias sin Innobo es solo un recinto cerrado de negocios internacionales, Corferias con Innobo, es un complejo de negocios y de desarrollo global.

Así las cosas, Innobo no compite con el DCTI, objetivo principal de este artículo, sino que responde a la lógica de integrar industrias sostenibles de alta tecnología con sus respectivos eslabones de servicios. Sería la ciudad de las nuevas industrias y de los nuevos negocios. En el proceso de Especialización Estratégica Inteligente de Bogotá – Cundinamarca, lo que se llama industria, prácticamente solo está en el Biopolo. 

Ciudad Salud Región: un cluster de salud y vida

Otro gran proyecto para desarrollar un cluster de salud en el espacio que la ciudad alguna vez conoció como La Hortúa (calle 1 entre carreras 10 y Avenida Caracas), donde está ubicado el emblemático hospital San Juan de Dios, y otros más:  Samaritana, Materno Infantil, Instituto Cancerológico, Misericordia y Santa Clara. Se pensó un cluster que integrara servicios de los hospitales, compartieran otros, se crearan centros de investigación integrados con pymes de alta tecnología, y un centro de emprendimiento y de innovación para spin off y start ups de salud. Se recuperarían las instalaciones ubicadas en el entorno del San Juan de Dios, para el arte, la cultura y la recreación alrededor del concepto de salud y vida; se haría también un proceso de renovación urbana del barrio San Bernardo, para nueva vivienda de los que trabajan en Ciudad Salud. De esa manera, se recuperaría parte del eje de la carrera 10 para el proyecto de los ministerios. Incidiría en la renovación de todo el entorno del Hospital San José, de San Victorino, y todo a escasas tres cuadras del Palacio de Nariño. 

¿Qué se ha logrado hasta ahora? La ciudad recuperó el espacio del San Juan de Dios cuyos predios estaban en manos de la Beneficencia de Cundinamarca, se ha creado el centro integrado de compras para todos los hospitales, y se construirá una ciudadela de viviendas en el barrio San Bernardo. Es posible y necesario retomar este proyecto de renovación urbana y de patrimonio histórico, para la investigación, la educación, los servicios, el emprendimiento, la recreación y la vida. Los del sur tendrían servicios de la misma calidad que los del norte. Si este megaproyecto se hace realidad, desde el sur también habría una dinámica de renovación urbana y de reconstrucción económica y social.


Entonces, si un nuevo proceso de renovación y desarrollo urbano, transformación productiva y conocimiento viene por la calle 26 hacia los cerros orientales, con el desarrollo de Ciudad Salud y la consolidación del Centro Internacional, se mete presión para reconstruir toda la zona entre carreras 7 y la Avenida Caracas, y luego hasta la carrera 30, y de esa manera se crea una nueva ciudad en el centro de la gran urbe. La renovación urbana de una zona tan basta solo es posible si se da en el marco de un gran proyecto y proceso de renovación económica. En este sentido, uno de los retos conceptuales y de visión inéditos, es trabajar también este territorio desde la economía informal. Es decir, es un proceso de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba.  

EL PRESENTE MIRA AL FUTURO 

El Distrito de Ciencia Tecnología Innovación (DCTI)

Este es un proyecto de nuevas tecnologías que articula y dinamiza el ecosistema de innovación para el fortalecimiento de la economía naranja y las industrias 4.0 de Bogotá, y el cual se viene estructurando desde hace cuatro años.

Su origen se deriva de la iniciativa de crear en el campus de la Universidad Nacional el parque científico y tecnológico para Bogotá y la Región. Por razones distintas, este parque no ha sido posible, sin embargo, sirvió, a partir de la persistencia de jóvenes profesores e investigadores vinculados a los departamentos de electrónica y de sistemas, que el proyecto se sostuviera, y fue la semilla para que la Cámara de Comercio de Bogotá, Colciencias, el Cluster TIC, la Universidad Nacional, Connect Bogotá, Invest in Bogotá, la ANDI, y la Alcaldía de Bogotá, apoyaran desde el 2015 esta iniciativa, que es el principal proyecto de ciencia, tecnología e innovación (CTI) priorizados en el proceso de Especialización Estratégica Inteligente (EEI) de Bogotá – Cundinamarca.

Este DCTI quedará ubicado en el corredor que conectará el Parque El Virrey y el Parque Simón Bolívar, y que se identifica como la Alameda Entreparques, con una extensión de 3.5 kilómetros, el cual será un nuevo polo de desarrollo económico y social en un punto estratégico de la ciudad. Se evaluaron 17 alternativas de localización, y al final se optó por esta. Será lugar de encuentro de la demanda empresarial y la oferta del talento humano, para desarrollar y articular nuevas iniciativas de alta tecnología (spin off, start ups, pymes y grandes empresas) en TIC e I4.0, y así contribuir a potenciar la productividad de Bogotá desde la economía digital.

Bogotá representa el 78% de las medianas y grandes compañías en Colombia de la industria de software; en los últimos 6 años esta industria ha crecido 13.4% que representa 1.2% del PIB de Colombia; en Bogotá se concentra el 33% de los grupos de investigación reconocidos por Colciencias; el 65% de patentes y el 56% de los modelos de utilidad en TIC. En este distrito se impulsarán tecnologías para la Economía Naranja y la Industria 4.0, así:

Economía Naranja: Videojuegos, plataformas digitales, creación de software, creación de apps, animación digital, contenidos interactivos.

Industrias 4.0: Inteligencia artificial, realidad virtual y aumentada, robótica, blockchain, Internet de las cosas, big data y analítica.

El Parque de CTI, primer proyecto del DCTI

Se empezó a estructurar en 2015, el estudio de factibilidad terminó en 2018, y su construcción y primer edificio debe estar listo en 2021, donde habrá una oferta de servicios, como: espacios de networking; showroom TIC; laboratorios de prototipado; Living Labs; coworking; incubación y aceleración de empresas; laboratorios de ideación; un Lab Big Data Center; un programa de Extensionismo Tecnológico y otro de Servicios compartidos para disposición de desechos tecnológicos, banda ancha y energías limpias, y posiblemente estará ubicado entre las calles 72 y 80, con carreras 24 a 30 o NQS.


Lo bueno

El consenso entre entidades de la triple hélice del territorio: universidad – empresa – estado; la especialización, más que en TIC, en industrias 4.0 porque los spillover son aun mayores pues las 4.0 es la integración de tecnologías cuya aplicación lleva a etapas superiores de transformación productiva, porque no solo aluden a desarrollos de software, sino también a industrias y servicios avanzados de otros sectores, entre ellos, y sobre  todo, la electrónica.

La especialización del DCTI está en el corazón de la política productiva y de emprendimiento del Plan Nacional de Desarrollo 2018 – 2022, y es uno de los cinco parques tecnológicos que impulsará el actual gobierno nacional desde el Ministerio de CTI. Entonces, la coyuntura, es una oportunidad única y excepcional para esta iniciativa.  

En lo urbanístico se plantea como un proyecto urgente que frene el proceso espantoso de urbanización espontánea y el declive de algunas de sus zonas. En este sentido, su localización tiene varias lecturas si se mira cómo se llega al espacio de este distrito. Desde el Parque el Virrey es una cosa, porque es entrar por la carrera 24, y otra cosa es si se llega por la NQS, bien desde la calle 94, o por la avenida 19 o la carrera 9, o por la calle 80 desde el occidente.   

Como Alameda Entreparques llegará al parque Simón Bolívar, en los límites del proyecto de Renovación del CAN (otra utopía en renders), a la Universidad Nacional, y al espacio Innobo, conformando un territorio mayor que conectaría con el Centro Internacional y se devolvería por la carrera séptima hasta la calle 100. Hace unos pocos años cuando Innobo, el parque de CyT de la UNAL, y la Renovación del CAN estaban encima de los escritorios, pensé este territorio como una ciudad de la ciencia, la tecnología y el gobierno, que incluía una incubadora de empresas del sistema de defensa.

Propuesta ganadora del concurso para la renovación del CAN
Bogotá no ha sido hasta ahora pensada como una ciudad de la economía, de la sociedad y del estado del futuro. La utopía de Bogotá está por escribirse, y este DCTI puede ser la primera piedra de una nueva economía.

Los retos

Como DCTI, no solo puede ser TIC. Estas son el comienzo. Las 4.0 elevarán su estándar, porque bastante CTI se necesita para desarrollar estas industrias y su aplicación en otras, y en servicios avanzados. El éxito del proyecto en materia de conocimiento, emprendimiento y urbanismo, depende de que los primeros proyectos sean los más robustos y potentes en contenido para que atraiga gente de alta calificación a trabajar y vivir en su territorio, antes que otros proyectos que son complemento o decoración de los anteriores. Colombia es dada a comenzar por lo fácil, y es algo lenta y miedosa para entender y llegar a lo nuevo, complejo y sofisticado. Es una conducta propia de sociedades que no son vanguardia.

Entonces, a mi juicio, los proyectos iniciales más importantes a impulsar, son: Laboratorios de Prototipado; Living Labs; Incubación y aceleración de empresas; Laboratorios de Ideación; el Lab Big Data Center, y uno o dos del decorado, entre: co-working, showroom, extensionismo tecnológico, servicios compartidos.

Así mismo, pensar en centros 4.0 para desarrollos que impulsen las industrias de hardware (sobre todo la electrónica) y los servicios avanzados. De esa manera el proyecto se desdobla y conecta con las industrias y servicios del futuro.

Debe también atraer centros de investigación de las universidades, cuando están construyendo potentes infraestructuras en sus campus. Este proyecto se gestó bajo la idea de las TIC antes de las 4.0, y ha sabido conectarse a estas porque la Estrategia  de Especialización Inteligente lo permite.

Para todo esto, según Marcela Corredor, de la Cámara de Comercio de Bogotá: Las universidades y en general los centros de conocimiento, de ciencia, tecnología e innovación, son el corazón del DCTI.  Allá se trasladarán centros de investigación, centros de desarrollo tecnológico, grupos de investigación, laboratorios especializados etc… tanto de las universidades o independientes, públicos y privados, para prestar sus servicios de conocimiento, y desarrollo de proyectos de investigación conjuntos con otros agentes del ecosistema de ciencia tecnología e innovación.

De otra parte, las universidades tienen la responsabilidad de ofrecer al DCTI talento humano especializado en cuanto a cantidad, calidad y  pertinencia para que las empresas que se instalen cuenten con recurso humano para sus procesos de I+D+i. Junto con la Universidad Nacional y Colciencias como aliados de este proyecto tenemos una mesa técnica con otros actores regionales para orientarlo de manera que no sea una iniciativa inmobiliaria sino un proyecto que tiene elementos de renovación urbana, de negocio inmobiliario por supuesto, pero ante todo de encuentro de los agentes del ecosistema para la circulación del conocimiento, la tecnología y la innovación”.

Es un proyecto viable, aterrizado, con enormes pero posibles desafíos urbanísticos por su localización, de proyección y enorme responsabilidad porque se echó al hombro todo el concepto de Ciencia Tecnología Innovación (CTI), lo cual son palabras mayores porque deberá ser muy atractivo para que sea acogida la convocatoria a universidades y empresas a ubicar en su espacio algunos centros de investigación. La ciudad necesita proyectos de esta naturaleza, en el cual se la invertido tiempo, plata, capacidades y concertación, y por ello no puede ser otro kit de renders que invitan a soñar para luego decepcionar.

Debe tener un modelo de gobernanza, incluyente, inteligente, independiente, visionario, sostenido, financiado y comprometido. Algo así como la Corporación Distrito 4.0 para no cargar con todo el peso de la CTI, porque la especialización del proyecto, a pesar de las 4.0, no da para tanto, y porque además la formación y la investigación en TIC, tiene que dar un salto monumental, sumar la electrónica y otras áreas tecnológicas. 

Adicionalmente, por falta de una buena gobernanza han fracasado muchos proyectos de estas características, aquí y en el mundo. Por ahora, el proceso de gobernanza del DCTI viene bien desde sus inicios en el año 2015.  

Su diseño y arquitectura deben ser correspondientes a la idea de un territorio para una economía y unos ciudadanos de una nueva sociedad, por eso, desde su gobernanza se ha considerado un concurso internacional para diseñar los primeros edificios del parque científico y tecnológico, y ojalá de todo el distrito, porque podría ayudar desarrollar a plenitud la menguada calle 72 y la incierta calle 80 desde la NQS hacia el oriente. Una isla de seis a nueve manzanas, puede ser el comienzo de algo mayor o el fin del proyecto. Empezar por poco es buen criterio, pero no puede quedarse así, por eso debe aprovechar al máximo la oportunidad de que en los próximos cuatro años se hablará en Colombia de industrias naranja y de industrias 4.0, razón por la cual, este DCTI también debe tener al gobierno nacional como socio estratégico. 

Finalmente, no me canso de insistir, que la industria debe volver al centro del debate prospectivo de las políticas y objetivos de largo alcance de Colombia y de Bogotá Región. Pensar que solo impulsando servicios, sin impulsar las industrias, será posible un crecimiento alto y sostenido, es una mentira. Por las características de Colombia, solo darle atención al software sin brindarle igual o más importancia al hardware, es una equivocación monumental. Software sin hardware es como una persona con medio cerebro o medio cuerpo.

LA CIUDAD SIGUIENTE: LA CITY 5.0 2050

Si Bogotá desarrolla el DCTI (software e industrias 4.0), Innobo (hardware - industrias inteligentes), Ciudad Salud (soft + hard), hace la renovación del CAN, y si la Universidad Nacional desarrolla su parque científico y tecnológico, conectando con el Centro Internacional y el aeropuerto, las bases para una visión de ciudad más futurista, podría ser realidad: la City 5.0.   


La revolución 5.0 será aún más integradora de tecnologías que la revolución 4.0 y mucho más disruptiva porque la sociedad superficial del consumo le dará paso a la sociedad sustentable del aprendizaje, del conocimiento, de la productividad, de la cultura por la vida y la conservación de la especie.

Así, cuando se hagan la primera y la segunda línea del metro (en la City 5.0 2050 debe ser subterráneo), se adelante el transmilenio de la séptima y de la avenida 68 y todas sus conexiones, más Tren de Cercanías, se podrá ampliar la visión de la City 2050 y más allá (carrera séptima, calle 100 – avenida 68 – calle 26 – centro – calle 1), para el conocimiento, la producción avanzada, las artes, la cultura, la salud, el diseño en todas sus expresiones para un proceso de reinvención urbana de una ciudad democrática, creativa, pensante y sostenible, donde también estarán las agencias del estado y de las organizaciones privadas, conectada con un sistema de movilidad sostenible.

El eje de la carrera séptima, incluyendo la destruida carrera 13, no se ha pensado en torno a su vocación principal, la educación superior. Ese corredor no tiene una planeación urbana de ningún tipo. Deben ser vías para bicicletas y carros particulares eléctricos, con recreación y comercio para jóvenes. La 13 debería convertirse en boulevard sostenible.     
 



DESAFÍOS DE BOGOTÁ AL 2050

1. Cómo derrotar estructuralmente la informalidad. Esta destruye tejido social, urbano, productivo. Todo, pero esto no se resuelve formalizándolos a la brava, se resuelve gradualmente desarrollando la estructura productiva, la ciencia y la tecnología, y el emprendimiento.

2. Pensar desde ya en diseño de la segunda etapa de Especialización Estratégica Inteligente. La actual debe ir hasta el 2025 y no más. Y de ahí al 2050, las industrias inteligentes o manufacturas avanzadas, son el futuro de Bogotá Región. Innobo, Ciudad Salud, y la Sabana de Bogotá como una región de innovación (RINN), están pensadas para ello.

3.  Tantas o más potencialidades que las TIC, las industrias y servicios del Biopolo tienen un enorme potencial para integrar campo, ciudad, salud, software y hardware. Las infraestructuras de salud, educación e investigación, que tiene Bogotá, son inmensas, y la base para industrias inteligentes a partir de la electrónica y el sector farmacéutico, para servicios de salud de alta complejidad. En Bogotá hay más infraestructuras para salud, que ninguno otro sector, distinto al comercio. Ciudad Salud no es el único distrito de salud, con alto potencial. Hay otros menores pero igualmente importantes, pero están dispersos, sin embargo, el urbanismo, un nuevo sistema de movilidad, y las nuevas tecnologías, permitiría integrarlos, dentro de una apuesta de industrias para salud y no solo de servicios: Universidad Nacional-CAN, San Ignacio, Country, Fundación Santafé, El Bosque, el Rosario, entre otros nodos, fortaleciendo los campos de investigación para que resulten spin off y start ups.   

4.  Crear la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación de Bogotá. Cundinamarca ya la tiene, y con el Ministerio de CTI,  se tendría una institucionalidad par. Bogotá no tiene una institucionalidad en CTI, ni tampoco una Fundación para financiar la CTI, como lo tienen todos los estados de Brasil con las FAPES.

5.  Elevar la inversión de Bogotá y de Cundinamarca en I+D+I, al 3% del PIB en el 2050, llegando al 1% en el 2030 y al 2% en el 2040. Hablo de I+D+i no de ACTI,

6.  Elevar la calidad de la educación y de la investigación, para elevar el potencial de spin offs y start ups disruptivas en el objetivo de impulsar las industrias inteligentes de alta tecnología. Bogotá Región no puede ser un centro de maquilas y solamente sede de las unidades de comercialización de las multinacionales. Bogotá debe atraer plantas de producción y centros de investigación de las multinacionales. 

7.  Diseñar el sur porque la City 5.0 solo es para desarrollar el nuevo centro de Bogotá, pero no es una alternativa para el sur que amerita una planeación del desarrollo aún más compleja. Igual ocurre con el norte. ¿qué tipo de ciudad es el norte de la calle 100 a la 220?

8.  ¿Qué será de la avenida Boyacá cuya troncal de Transmilenio pasó a la gaveta de los olvidos por culpa aparente de la tubería que viene de Tibitó y por otras redes de servicios públicos?
    




[1] El autor fue asesor de Innobo, Ciudad Salud Región, del parque de CyT de la Universidad Nacional, y de la Sabana Centro de Bogotá una región de innovación, la RINN. Las imágenes virtuales son de los estudios y algunos desarrollos han sido actualizados o puestos en una nueva perspectiva de largo plazo.
[2] Ver en este blog del autor: La industria, el futuro del mundo y de Colombia, y La electrónica, la industria más importante del mundo, la cenicienta en Colombia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario