lunes, 12 de julio de 2021

COLOMBIA COLGADA DE  LA RAMA DE UN ÁRBOL VE NACER UNA ESPERANZA

“Es irracional no atender la protesta de los jóvenes porque tienen razón”

Esta nota también está publicada en el www.confidencialcolombia.com 

Foto: Gabriele Siegrist
Mientras la comunidad internacional arremete contra el gobierno por el asesinato y desaparición de jóvenes en los meses que lleva la protesta social, la clase política desde sus palacios de gobierno arremeten contra ellos. De Duque no se puede esperar otra cosa dado un fanatismo que linda con el neofascismo, pero, que Claudia se vaya en contra de la protesta, contra su gente, gritando y calumniando, refleja el descontrol de la clase política que no sabe ni entiende porque no escucha a los jóvenes que se quitaron el miedo de la infamia uribista.

El establecimiento ha hecho todo lo que está a su alcance para controlar y desvirtuar el nuevo movimiento social: asesina, hiere, tortura, encarcela, viola, calumnia, desaparece, manipula, distorsiona, engaña, no dialoga no negocia, inventa delirantes decretos para reprimir y estúpidos autoatentados para radicalizar la tiranía, y miente a la comunidad internacional con cinismo y cobardía.

Sus errores alimentan la protesta. Su miopía, angustias electorales y de imagen ponen más leña al fuego. El abuso que hacen de la democracia representativa les impide ver la realidad porque solo se asoman a ella para ganar elecciones.

Están bloqueados y desconcertados con un estallido social que se desató en los últimos dos años pero que lo menospreciaron, y al enfrentar al covid con más equivocaciones que aciertos, el hambre, el desempleo, la violencia, la corrupción y el no futuro, crecieron aún más. En un año y medio colapsó una frágil economía. El “país de moda”, el “país milagro”, el “mejor” de América Latina, está perforado, porque en el amanecer de cada día, la economía, la situación social, la seguridad y la corrupción, anuncian un problema adicional.

Los amantes

La desesperación de una deshilachada gobernanza en el ejecutivo y en la capital, ha unido a dos rivales políticos. Claudia e Iván andan enamorados.  Para tomarse una foto sobre un Metro de Mentiras, la jefa de Bogotá se fue contra los jóvenes de la resistencia y culpa a la Colombia Humana de financiar a los vándalos infiltrados por la policía, institución que ellos abrazan pero que la ciudadanía no la quiere.

Hay desesperación y descontrol en la conducción de la nación. La Constitución del 91 en materia política, modelo económico y autonomías regionales, no sirve luego de las más de cincuenta reformas que le han introducido desde su creación. De ahí la necesidad de un nuevo contrato social. Además, el narcotráfico ha destruido las instituciones, alimenta la política, aunque mantiene a flote la economía. Un dilema ético entre destrucción del Estado versus sostenerse con una criminal economía.

Tan grande es el descontrol de la clase política que estúpidamente han convertido a Petro en el “peligro” para Colombia. Eso ocurre en quienes creen que seguimos en el 2002 o en días anteriores a la caída del Muro de Berlín. Entonces, ven el enemigo donde no existe, cuando el peligro está en lo que ellos defienden, en su mirada corta, en sus ideas detenidas en el tiempo y atrapadas en una rancia ultraderecha feudalista y de mercachifes. Por eso no ven ni entienden el genuino estallido social que desconcierta a unos y reprime otros.

A los partidos políticos no les interesa que la protesta se consolide como una expresión política de cambio, por eso cometen errores, caso de Petro queriendo neutralizar el paro luego de la caída de la reforma tributaria, o la Coalición de la Esperanza y los Verdes, diciendo que protesta sí, pero cuidado con el covid, cuando las marchas son la menor fuente de contagio porque son al aire libre. Uribe y Vargas Lleras pidiendo “autoridad” para “defender las instituciones”, es la orden para asesinar, violar y desaparecer jóvenes. Por eso la estrategia para neutralizar el grito de la juventud ha vuelto nuevamente a los vándalos que sabemos son infiltrados que la gente ignorante piensa que son los mismos de las grandes marchas. Esos terceros violentos no representan nada en la protesta, son bandidos puestos para neutralizar el estallido social.

Primer Línea

Distintas entrevistas a esos jóvenes, muestran que son valientes, inteligentes, con conocimiento e ideas propias y claras, entusiastas y soñadores como todo joven, lo cual no es un pecado, es una virtud. Lo dejan a uno tranquilo porque no son la deformación que de ellos han querido vendernos. Es un movimiento distinto, inédito con una narrativa y una organización en construcción. La primera deben hacerlo poco a poco decidiendo que aportan a la movilización del 20 de julio convocada por el Comité del Paro cuando entregará al Congreso nueve proyectos de ley; y la segunda, que conserven una estructura horizontal porque si no los matan, como ocurre en Colombia desde la Masacre de las Bananeras, hace 89 años, pero también al representar a tantos grupos en cada ciudad y a nivel nacional, no es tarea fácil, pero es el desafío que tienen como innovación política horizontal, digital y en la calle, democrática, participativa y pacífica. Ahora no tienen que ser visibles, pronto llegará el día que veremos la cara de tanta Simona y de tanto Amok.

Los partidos

La Coalición de la Esperanza puede sintonizar con el movimiento de los jóvenes, porque también es horizontal, porque intenta desmarcarse de las discusiones extremas y piensa con ideas liberales, antineoliberales, y una democracia más extendida. Tienen elementos comunes, como: la apuesta por la paz, el espíritu pacifista, un desarrollo incluyente, avanzado y sostenible, y porque tienen las mejores cabezas. Sin embargo, creo que la Primera Línea le apuntará a un nuevo contrato social, y la Coalición no, porque cree en la Constitución del 91, pues ahí están algunos de los que la hicieron, y ellos piensan que basta con aplicarla bien. Se equivocan, Colombia está patas arriba colgada de la rama de un árbol en el borde del abismo, porque dañaron la nueva Carta que nació con algunos problemas que se hubieran podido solucionar, sin embargo, la decadencia de los partidos y las ambiciones de los milmillonarios, lo impidieron, ya es tarde.

El Pacto Histórico tiene un problema para sintonizar con un movimiento que se mueve en oleadas. El caudillismo de Petro. Eso no quieren los jóvenes del estallido social, porque son una marea ciudadana del siglo de las redes y no los seguidores de un personaje en el siglo veinte.

Arrepentidos estarán la Coalición y el Pacto por dedicarse a la pelear para no enfurecer a los milmillonarios. Mientras peleaban en el twitter, el estallido social pasó a su lado y no lo vieron, los privilegiados tampoco, porque siempre, usando la violencia, no ceden un milímetro de su premoderno espacio de poder. Son brutos porque lo que más les conviene es una sociedad moderna, equitativa, sostenible, creativa e innovadora.

Sobre los demás partidos, ni una palabra porque arrastran ataúdes, miles de falsos positivos y desparecidos, millones de víctimas, y billones que le roban al Estado.    

Al final, los jóvenes de las tres fuerzas definirán los espacios comunes. Los privilegiados, ya todo lo tienen, los demás poco o nada, y se verá que tanta democracia e idea de sociedad moderna, justa y avanzada tienen, y que tantos sueños de vivir y construir una sociedad para todos. Los monumentos, símbolos de opresión y explotación, están cayendo. Una nueva historia se empezará a contar.

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