LA GUERRA DE COLOMBIA AL COVID19: LA HORA DE LA CIENCIA Y LA TECNOLOGÍA. (II)
Foto: Gabriele Siegrist |
Escribí en mi anterior columna
que el modelo de crecimiento de los últimos 30 años destruyó capacidades
industriales y no las sustituyó por nuevas cuando sectores de alta tecnología irrumpieron
con gran dinamismo en los años 1980 y comienzos de los 1990, como la industria
electrónica, que si Colombia la hubiera desarrollado ahora tendría empresas
para producir los equipos que se necesitan para enfrentar al Covid19.
En ese
contexto tampoco construyó capacidades
científicas y tecnológicas que le hubiera permitido enfrentar con robustas y
originales innovaciones la pandemia. Por
ahora, contra el covid19, solo cuarentena como si estuviéramos en un siglo que
pasó hace mucho tiempo. Este es el legado de los covidneoliberales, que impusieron el actual modelo de crecimiento
tres décadas atrás. Un modelo sin política industrial y de ciencia tecnología, es decir, sin inteligencia para la producción y la innovación.
Hoy Colombia tiene capacidades muy limitadas, tanto que todo
descansa en el Ministerio de Salud, para detectar, atender y evitar una
propagación más acelerada, pero el Ministerio de Ciencia y Tecnología no está
en el otro frente de las acciones del gobierno, ni tampoco el ministerio de la Industria
porque la política de desarrollo productivo no tiene como responder. En todo
caso debe haber coordinación con campos definidos pero articulados entre los
ministerios, panorama que ahora se podría complicar con un gerente de la pandemia que es
precisamente un exministro que en su momento acabó de desindustrializar a
Colombia. Otro error presidente Duque.
Estoy seguro que la ministra de la ciencia sabe del tema y
sabe qué hacer, si el presidente le da espacio - asunto de sentido común -, en el
ataque al Covid19, porque algunas universidades y empresas están empezando hacer
desarrollos tecnológicos y necesitan ya del apoyo del estado, conformando una
tríada de choque entre estado, universidades y empresas, para darle a la sociedad
un alivio más real, porque la gente pronto verá que no todo se circunscribe a
cuarentenas lo cual desacelera el contagio pero no lo acaba porque la tecnología
de la cual dispone Colombia para esta contingencia, es escasa.
La gente se desesperará y mandará al diablo los toques de
queda u otro tipo de restricción. Además,
la plata se le acabará a la mayoría de ciudadanos, entonces saldrán a trabajar y buscar el
diario vivir. La gente no se va a quedar esperando la muerte por la incapacidad
de un estado, no solo de este gobierno.
Las cifras de contagiados son relativamente bajas porque la
capacidad de respuesta de los laboratorios que tienen capacidad de analizar con
rigor las muestras, no es suficiente, y si fuera suficiente, sería peor porque
no habría como responder a tanto contagiado. Al momento de escribir esta columna los datos
aún son benévolos porque hasta ahora sólo se registran dos muertos, aunque los
contagiados identificados ya suman los primeros cientos, sin saber cuántos cientos
más habrán por las limitaciones que se tienen para testear y por las
características asintomáticas en la fase inicial del contagio.
El éxito de Corea se debe a tres factores que Colombia no
tiene: capacidad enorme para tomar muestras, capacidad hospitalaria, y
capacidad tecnológica.
El éxito de Alemania también se debe a un potente sistema de
salud, y a la enorme eficiencia y capacidad de innovación y de emprendimiento del
estado y de los agentes del conocimiento y del mercado. Rusia está enviando ayuda a Italia a pesar de
que tiene mas de 300 contagiados, pero tiene ciencia y tecnología que hasta
ahora los Estados Unidos no le entregan al patio trasero latinoamericano. Y en Brasil una Start
Up acaba de diseñar un aparato para identificar en tres minutos al covid19.
La mayor esperanza para la gente vendrá de lo que haga la ciencia
y la tecnología más las capacidades de atención del sistema de salud, y la
innovación que de ahí resulte se convertirá en productos y servicios ofrecidos
por empresas innovadoras, clínicas y hospitales.
En este momento, también el sistema de emprendimiento debe
mostrar qué soluciones digitales y qué emprendimientos de alta tecnología y
complejidad en salud, medicina y electrónica aplicada al sector, han impulsado
las incubadoras y aceleradoras de empresas e Innpulsa. Y por otro lado vale la
pena evaluar si se constata resultados positivos con los subsidios, zonas
francas, y distintos apoyos a las empresas en la producción y exportaciones de
dispositivos, equipos, instrumental, vestuario especializado, y medicamentos. Como
no creo que existan muchos resultados que mostrar, solo excepcionales
innovaciones de alto impacto y novedad se puede esperar, como el ventilador que están diseñando la Universidad de Antioquia con apoyo de Ruta N.
Entonces, no se trata ahora de salir como atolondrados a
hacer convocatorias a emprendedores, porque muchos aparecerán para pescar
fondos, pero no muchos resultarán innovadores de alto impacto para enfrentar el
reto de manera pronta y segura.
A pesar de lo anterior, se debe hacer lo siguiente:
Primero, decirle la verdad al país de cuál es la real
capacidad profesional y tecnológica para enfrentar al virus. A la gente no se
le puede mentir con el Covid.
Segundo, el sistema de salud debe tener una monumental
transformación en términos de eficiencia a través de plataformas digitales,
inteligencia artificial, big datas, para evitarle al usuario colas para
tramitar una autorización entre las IPS y las EPS. Eso se debe hacer
directamente entre operadores y prestadores, a través de eficientes plataformas
digitales. Igual para autorizar y distribuir medicamentos, así como para evitar tantas consultas
innecesarias que los médicos podrían analizar, decidir y autorizar de manera
virtual. El sistema es una tortura en los trámites para el usuario que desdice
de lo bueno que tiene. Estas correcciones evitarían contagios y atender con más
eficacia a los contagiados y a los pacientes con otras patologías.
Tercero, que las universidades le digan al Ministerio de
CTeI, qué tienen, qué pueden hacer, y qué necesitan, porque es la hora de la ciencia y de la tecnología. Por tanto es de esperar que la MinCienciatón de los prineros resultados robustos de capacidades, aunque no estarán todos, pero esto recién comienza..
Cuarto, reglamentar la ley de spin offs …sin esto no hay
verdaderos emprendimientos innovadores, entonces, todo se limita a innovaciones
hechas por emprendedores con recursos propios. Esta ley es fácil de reglamentar,
pero COLCIENCIAS no fue capaz de hacerlo, y el Ministerio podría definirlo
rápido. No estamos en un momento para discusiones menores de propiedad
intelectual que más de 50 países han resuelto hace tiempo. Para que funcionen los proyectos que resulten de la Cienciatón, deberán superar cuellos de botella en este tema.
Quinto, qué puede hacer
el sistema productivo. Los gremios que tanto dicen “lo que importa es la economía, estúpidos”, deben mostrar que puede
producir Colombia para la guerra al Covid19 . Además, están las industrias de
confecciones para producir uniformes ropa de bioseguridad para el sistema de salud,
porque en Italia, España, China, Irán, médicos y enfermeras también han muerto.
Sexto, es la hora para que los bancos y sus unidades de
apoyo a start ups, actúen y ofrezcan sus fondos de capital venture a los spin
off (proyectos innovadores de los
centros de investigación de las universidades), y las start ups que resulten de
los anteriores.
Y séptimo, que otros empresarios están dispuestos a impulsar
los spin off para convertirlos en productos o nuevas empresas del sector de
salud, a más de donaciones al sistema, como ya lo vienen haciendo.
El problema radica que hay iniciados que se opone a la creación
de capacidades endógenas, los covidneoliberales, que rechazan la idea de un
estado emprendedor, que en el mundo ha hecho posible los grandes desarrollos de
la humanidad.
Lo dicho y más tiene
que ver con una revisión inmediata de la política de desarrollo productivo, que
en esta coyuntura ha desnudado que para nada sirve. Se puede hacer una
estrategia de choque en materia de política industrial. Lo que no sé es si el
Ministerio de Comercio Industria y Turismo está dispuesto a ceder en su ortodoxia de que todo
lo hace el mercado.
Ahora está en juego nuestras vidas, no está en juego la economía,
las ideologías y la ortodoxia, porque si
hay vida hay economía, y hoy la vida está en riesgo. Sólo con un estado
emprendedor saldremos de esta crisis, presidente Duque. Lea por favor a Mariana
Mazzucato porque es la hora de un estado que emprende y no sólo regula.
Así que es hora de la ciencia y de la tecnología, los
Ministerios de Salud y de Comercio Industria y Turismo solo son la mitad de la
naranja, porque la otra mitad es la investigación y la innovación. Creo que la
ministra de la ciencia puede asumir los retos que plantea el momento, porque es
una científica que gusta de la ciencia aplicada, y eso es lo que ahora se
necesita. La ciencia y la tecnología ajena no llegará pronto, y si lo hace, lo
hará en cantidades muy limitadas, porque atenderán primero las necesidades de
sus países. Y la gente en Colombia no puede quedarse en casa indefinidamente.
Si la ciencia y la tecnología, los empresarios, y el sistema de salud no actúan
articuladamente, como un estado emprendedor, y el presidente orientando esa
articulación, Colombia saldrá muy mal
parada y con demasiadas mentiras porque se ocultarán muchas cosas.
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